Bárbara Abadi es psicóloga y, junto a José Eduardo Abadi y Patricia Faur, acaba de publicar el libro “Y el mundo se detuvo” (Ed. Grijalbo). En una charla con NOTICIAS, la especialista reflexionó acerca de los temas que atraviesan a la era de la pandemia: el miedo, la incertidumbre y la desconfianza.
Noticias: ¿Estamos en un momento extremadamente contradictorio y caótico?
Bárbara Abadi: Sí. Hay mucho hartazgo y cansancio físico, mental y psíquico. Además, hay mucho desconcierto y confusión. La gente no sabe qué pensar. En los últimos dos años hubo muchas vivencias de angustia y de incertidumbre y, sobre todo, mucha desconfianza. Se observa un estado de sospecha permanente.
Me parece que esto está vinculado a una cuestión política sobre el manejo general de la pandemia. Pero, más allá de eso, hay desconfianza entre las personas. Hay algo muy propio del humano que es la búsqueda de un culpable: la culpa la tiene el chino, el murciélago, el runner, los chicos en las escuelas, los adolescentes que salen. Se va buscando a quién señalar.
Se trata del mecanismo psicológico de la proyección, es decir, proyecto la culpa en el afuera, ubico el mal en otros a los que considero malvados mientras uno se considera inocente y rodeado de bondad. Esto produce mucha tensión en los lazos. Lo vemos todo el tiempo cuando alguien dice que el otro que no usa el barbijo, que no lo usa bien, que tuvo síntomas y no avisó. El otro se convirtió en una amenaza. Y esto genera mucha ansiedad y malestar entre las personas.
Noticias: ¿Esto explicaría por qué estamos más irascibles?
Abadi: Sí, porque la frustración y el hartazgo generan un estado de irritabilidad y enojo. Mucha gente refiere estar todo el tiempo al límite del desborde, no aguantar más. Los enojos aparecen con cualquier situación, con otra persona, con tener que cancelar proyectos o planes.
Hay algo que se debe decir: estamos en un estado de duelo. La pandemia significó pérdidas de vidas, pérdidas materiales, pérdidas de proyectos, de ilusiones y de certezas. De pronto, nadie sabe nada ni dónde está la verdad. Antes podíamos encontrarla en la ciencia. Incluso algunos la encontraban en la religión. Pero ahora todo se puso en duda y todo el tiempo aparecen informaciones nuevas que son difíciles de comprender.
Noticias: ¿Qué nos deja la pandemia en términos de aprendizaje?
Abadi: Nos está dejando la certeza de que existe lo contingente, que hay cosas que no podemos planificar. Lo imprevisto es lo más nuevo.
Noticias: La pandemia demostró cómo se puede romper la confianza, ¿se está pensando en cómo se reconstituye?
Abadi: Es fundamental que empecemos a pensarlo y cada uno, desde su posición, aporte para la reconstitución de la confianza de los vínculos y de la comunidad en general. Necesitamos que no se produzca una fractura más fuerte de la que ya hay. Lo primero que podemos hacer es identificar que existe este mecanismo de proyección, que si bien es un mecanismo humano, es muy limitante y no ayuda a mejorar la situación. La proyección puede aliviar en el momento pero no es constructiva.
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