Según un informe de The New York Times, en 2024, el mercado de las bebidas electrolíticas estaba valorado en unos 38.000 millones de dólares. Estos productos energéticos están diseñados para el consumo antes, durante y después del ejercicio físico, y los fabricantes afirman que optimizan la hidratación y el rendimiento.
Los electrolitos son minerales —como el sodio, el potasio, el calcio y el magnesio— que llevan una carga eléctrica que influye en la manera en que el agua se mueve por el cuerpo. “Ayudan a mantener el equilibrio de líquidos. Ayudan a que el líquido entre y salga de tus células y regulan la tensión arterial, el ritmo cardiaco y la función muscular y nerviosa”, explicó Amy West, médica especialista en medicina deportiva de Northwell Health.

“Cuando sudas, pierdes tanto líquido como electrolitos, y si pierdes suficiente líquido, puedes deshidratarte. El volumen de sangre de tu cuerpo disminuye y tu corazón tiene que bombear con más fuerza para hacer circular la misma cantidad de sangre”, aclaró Heidi Skolnik, nutricionista del Hospital de Cirugía Especial.
Los expertos coinciden en que probablemente no se necesite recurrir a una bebida deportiva durante los entrenamientos habituales. Incluso si esos entrenamientos son extenuantes o tienen lugar cuando hace calor, beber agua cuando se tenga sed es suficiente para mantenerse hidratado. Además, el azúcar y los carbohidratos que contienen muchas bebidas deportivas ciertamente pueden ayudar a los atletas de competición a mantener su energía, pero los electrolitos tienen poco impacto.
En la década de 1990, el consejo médico estándar recomendaba bebidas ricas en sodio para los atletas durante cualquier ejercicio que durara más de una hora. Investigaciones recientes han descubierto que, aunque se pierda sodio a través del sudor y la orina, el cuerpo mantiene la concentración de sodio en la sangre. En varios estudios, los atletas no solían reportar una diferencia de rendimiento entre hacer ejercicio con agua o con bebidas con electrolitos, incluso después de cinco horas de carrera bajo fuerte calor.

"Está bien establecido desde hace al menos una década que los electrolitos no contribuyen mucho al rendimiento, pero las estrategias de marketing de las empresas de bebidas deportivas son más potentes que las de los investigadores”, dijo Ricardo Da Costa, profesor asociado de dietética deportiva en la Universidad Monash de Australia.
En ese sentido, los profesionales indicaron que la recuperación de electrolitos de manera natural ocurre en el momento de la comida y recomendaron que antes de consumir bebidas deportivas verifiquen en nivel de azúcar en el producto. “Debes comprobar la cantidad de azúcar de las bebidas, que puede ser casi tan alta como la de algunas gaseosas”, sugirieron.














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