Con alertas amarilla y naranja por temperaturas que superan los 35 grados en 12 provincias argentinas, es importante estar alerta para prevenir los golpes de calor, sobre todo en niños pequeños y adultos mayores. Esta condición médica grave ocurre cuando el cuerpo no logra regular su temperatura interna debido a la exposición prolongada al calor extremo o al esfuerzo físico intenso en condiciones calurosas.
Por ese motivo, entender qué es un golpe de calor y cómo actuar ante él puede marcar la diferencia entre una recuperación rápida y complicaciones más graves.“Los síntomas iniciales del golpe de calor son señales de advertencia que no deben ser ignoradas. La piel caliente, a menudo seca, acompañada de mareos, desorientación, náuseas, vómitos y un dolor de cabeza intenso son indicios claros de que el cuerpo está superado por el calor”, advierte la doctora Anabel Ferreyra, médica de Boreal Salud (MP 14026).
Varios son los síntomas para reconocer este efecto en el cuerpo, la especialista detalló: “Si estos síntomas no se atienden a tiempo, pueden evolucionar hacia taquicardia, fatiga extrema y pérdida de conciencia. Reconocer estas señales tempranas es crucial para tomar medidas inmediatas que limiten el impacto en la salud”. Enfermedades cardiacas, respiratorias o trastornos hormonales, entre otras pueden presentar dificultades y estar expuestas a un mayor riesgo, sobre todo si se trata de personas que trabajan al aire libre, destacaron los expertos.
Los médicos establecen una serie de medidas primeros auxilios clave ante un golpe de calor. El primer paso es trasladar a la persona a un lugar fresco y sombreado, preferiblemente con aire acondicionado y quitarle exceso de ropa si la tuviera, dejarla con algo holgado y liviano. En segundo lugar, hidratar con agua fresca ofreciendo pequeñas cantidades, evitando el uso de gaseosas y bebidas alcohólicas. Por último, utilizar compresas frías en cuello, axilas, muñecas y tobillos. También se puede mojar o rociar la piel con agua fresca y usar un abanico para ayudar a reducir la temperatura corporal.
“Prevenir los golpes de calor es posible con medidas simples pero eficaces. Evitar la exposición al sol en las horas de mayor intensidad, vestir ropa ligera y clara, usar sombreros y protector solar son prácticas fundamentales. Además, mantenerse hidratado constantemente con agua fresca y limitar actividades físicas intensas en ambientes calurosos son estrategias clave. La planificación y el autocuidado son aliados esenciales para disfrutar del verano sin riesgos”, agregaron desde Boreal Salud.
Finalmente, los especialistas sugieren reconocer las señales de alarma que indican la necesidad de atención médica inmediata. Una temperatura corporal superior a 39-40 °C, confusión, dificultad para respirar, convulsiones o pérdida de conciencia son síntomas graves. Si la persona no mejora con los primeros auxilios iniciales, se debe buscar ayuda médica urgente. La rapidez puede prevenir complicaciones potencialmente fatales y garantizar una recuperación segura.
por R.N.
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