Friday 19 de April, 2024

MúSICA | 23-03-2023 13:10

"Contra todo pronóstico": el gusto por lo conocido

Joaquín Sabina volvió a visitar nuestro país. Permanecerá hasta fines de marzo haciendo conciertos en Buenos Aires, Córdoba y Rosario.

Como tantas veces, Joaquín Sabina volvió a visitar nuestro país. Permanecerá hasta fines de marzo haciendo conciertos en Buenos Aires, Córdoba y Rosario. l amigo de casi todos. El otro primo de España; el primero, se sabe, es el catalán Joan Manuel Serrat. El andaluz de Úbeda que se la ha pasado metiendo bocadillos porteños en sus canciones y en sus comentarios. El artista pop con aires de tango que pasó del rock a la canción y de la balada a los sonidos de México y el Río de la Plata. El señor maduro de 74 (que alguna vez nos preocupó seriamente por su salud) que ya se toma un poco en broma esa irreverencia almodovariana con que lo conocimos por acá en los avanzados años ’80, de la mano de algunos cariñosos camaradas argentinos.

“Contra todo pronóstico” se llama este espectáculo que arrancó en América Latina (Costa Rica, Colombia, Chile, Perú, nuestro país y Uruguay) y que continuará por su propia tierra, México y los Estados Unidos. Una propuesta que lo trajo liberado de presentaciones de nuevos materiales y que lo está llevando a hacer una abundante cantidad de conciertos, en el Movistar Arena porteño pero también un par de presentaciones al aire libre en Córdoba (Estadio Mario Kempes, 18/3) y Rosario (Autódromo, 29/3), antes de cruzarse el charco para actuar en el Centenario de Montevideo el 1º de abril.

Así debutó en Buenos Aires una seguidilla que lo enfrentará siempre a espacios repletos de públicos enfervorizados y de amantes incondicionales de cada cosa que dice o canta. Y así sucedió en un recital de apertura que mostró a un Sabina que se pareció solo a ratos al mejor que conocemos. Por un cuerpo que no lo acompaña como antes y lo obliga a cantar sentado, por una memoria que requiere un monitor acompañante, por un crescendo dramático que no permitió el orden de canciones elegido, porque el sonido estridente de la banda –integrada por excelentes solistas y comandada por su viejo compañero Antonio García de Diego- atosigó los oídos a ratos en una bola indefinida, porque en esa suma se extrañaron por muchos ratos el espíritu del cantautor y el swing del rockero a la ibérica. Fue genial y el mejor con sus clásicos inoxidables: “Mentiras piadosas”, “Con la frente marchita”, “El bulevar de los sueños rotos”, “A la orilla de la chimenea”, “Una canción para la Magdalena”, “19 días y 500 noches”, “Contigo”, “Y nos dieron las 10”, etc. Pero se desdibujó por muchos otros ratos: cuando dejó el micrófono cantante en manos de sus compañeros Tamara Barros (corista), Jaime Asua Abasolo (guitarrista) o el citado multifunción García de Diego, cuando quedó atrapado en esa exageración de sonido mencioanda, cuando dejó una sensación de despedida que nadie ha anunciado pero que sobrevoló todo el concierto inaugural.

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Ricardo Salton

Ricardo Salton

Periodista crítico de música.

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