Con el 55,69% de los votos, Javier Milei se convirtió en Presidente tras derrotar en la segunda vuelta a Sergio Massa quien fue votado por el 44,30% de los argentinos. Pero, detrás de este resultado, ¿cuál fue el éxito de su comunicación digital que lo llevó a la Casa Rosada?
Hoy, es imposible pensar una campaña electoral sin el uso de las redes sociales y esto el equipo de Javier Milei lo tiene claro pero, a diferencia de cómo conocemos a la comunicación política digital tradicional, el candidato de La Libertad Avanza fue un paso más allá y puso el foco de su estrategia de comunicación en los “replicadores digitales”. ¿Qué hacen? Son cuentas que se encargan de crear y publicar contenidos sobre las distintas apariciones públicas que tiene Milei. Pero este es el dato más importante: por cada “replicador digital” de Sergio Massa o de Patricia Bullrich, había el triple o hasta el cuádruple de Javier Milei. Solamente en Tik Tok, eran casi 100. Si a este número le sumamos otras plataformas como Twitter, Facebook o Instagram, esta cantidad se multiplica.
¿Cuál era la lógica detrás de esto? La cantidad, por sobre la calidad. No importa qué tan estético, prolijo, o cuidado sea el contenido, la clave está en la publicación de varias piezas. Y esto tiene su explicación digital teniendo en cuenta a los algoritmos actuales de las plataformas: a más cantidad de contenidos, mayor (posibilidad de) viralización; a más (posibilidad de) viralización, mayor conversación; a más conversación, posicionamiento. Esto multiplicado por decenas de cuentas generando contenido y sumado a los voceros digitales oficiales, dio con la fórmula perfecta.
El activismo digital fue el protagonista de la campaña de Milei, dejando en segundo plano por ejemplo a las redes oficiales del candidato, una pieza fundamental en toda comunicación política digital (electoral). Según explicaron los estrategas de La Libertad Avanza, es el propio Javier Milei quien sube los contenidos a sus redes sociales sin acudir al filtro de terceros. Contacto directo del político con las plataformas digitales, y por ende, con la gente, transformando a las redes de Milei en una suerte de “no profesionalización de la comunicación política digital”.
Pero tampoco podemos desconocer dos componentes de índole social que ayudaron al triunfo de Javier Milei: el contexto y la demanda. Actualmente, los argentinos vivimos una nueva grieta que se da entre la gente y la política, con un hartazgo de la sociedad que está en su punto más alto. Esta realidad, da paso al segundo componente: la demanda. ¿Qué quiere la sociedad? La gente buscó al candidato menos político posible. Por eso, se terminó premiando a la “no profesionalización de la comunicación política” y a la “no profesionalización de la autenticidad”.
¿Se podrá mantener este sistema particular de comunicación cuando asuma como Presidente? Todo parece indicar que de a poco el ecosistema digital “Milei” comienza a “profesionalizarse”. De hecho, esta semana se creó la cuenta oficial en redes sociales “Oficina del Presidente Javier Milei” que publica un comunicado cada día a las 18 para contar las actividades de la jornada del mandatario electo. Claro, ya no estamos en campaña. Ahora empieza la gestión.
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