Friday 6 de December, 2024

OPINIóN | 16-11-2020 17:20

Diputado Grande, el dióxido de cloro no cura el coronavirus, pero puede matar

El legislador salteño por el PRO volvió a defender el consumo de esa sustancia para prevenir Covid-19. No hay evidencia científica que avale esa idea y su consumo no está permitido.

El diputado por Salta, Martín Grande, perteneciente al partido Propuesta Republicana (el PRO) sigue sin querer comprender. Continúa haciendo llamamientos públicos para la ingesta de dióxido de cloro como método para tratar la enfermedad contra el coronavirus pandémico. 

El 1ero de noviembre pasado, Grande hizo un particular anuncio a través de la red social Twitter: “Solicitamos junto con otros compañeros diputados, que el Gobierno realice investigaciones científicas sobre el Dióxido de cloro para determinar su posible utilización, antes que nos obliguen a vacunarnos con vacunas de dudosa efectividad”. 

Esa evidencia científica ya existe: el dióxido de cloro es tóxico y puede provocar daños severos en el organismo humano de los seres humanos. Así y todo, el diputado insiste. 

Hoy por la mañana, Grande dijo en el programa radial Crónica anunciada que se emite por Futuro Rock, que "el dióxido de cloro es como un té de limón, es algo natural que no daña a nadie". Grande está contradiciendo toda la literatura y la evidencia científicas. Está contradiciendo a la Organización Mundial de la Salud (OMS). 

Y, lo que es peor tal vez, está contradiciendo a la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (la ANMAT), que en el país es la entidad reguladora competente en materia de fármacos. La que, por ejemplo, deberá verificar qué candidatas vacunales de las que se encuentran en ensayos clínicos de nivel 3 estarán en condiciones de ser aprobadas para inocular a la población contra el coronavirus SARS-CoV-2, una vez que presenten suficiente cantidad de información científica de calidad acerca de sus vacunas candidatas. 

Ya en agosto la ANMAT advertía: “Debido a la circulación de información en redes sociales y medios digitales relacionados a la utilización de dióxido de cloro para el tratamiento de Covid-19 u otras enfermedades, se recuerda que el producto mencionado no cuenta con estudios que demuestren su eficacia y no posee autorización alguna por parte de este organismo para su comercialización y uso”. 

La ANMAT se basa, a su vez, en informes de la  Organización Panamericana de la Salud (OPS), que indican que tanto el dióxido de cloro como el clorito de sodio “reaccionan rápidamente en los tejidos humanos y si se ingieren, pueden causar irritación en el esófago y estómago, dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea e intoxicaciones severas, entre otras complicaciones que pueden incluir graves trastornos hematológicos, cardiovasculares y renales”.

Pero no solo ingerirlos es riesgoso, también puede ser inhalarlos, lo que puede devenir en edema pulmonar, broncoespasmos, neumonitis química y edema de glotis, entre otras complicaciones respiratorias como bronquitis crónica y erosiones dentales.

No hay evidencia científica alguna que apoye la idea de que el dióxido de cloro permita tratar ninguna enfermedad. Por el contrario, sí hay pruebas de que tanto la ingesta como la inhalación pueden generar daños muy severos al organismo. Pero Grande sigue haciendo apología del consumo de un producto dañino para la salud de las personas. Y sin recibir apercibimiento alguno. 

El 20 de agosto pasado, la ANMAT dio de baja más de 400 anuncios en los que se publicitaba la venta de dióxido de cloro a través de plataformas online. Y volvió a advertir sobre lo peligroso que puede resultar el consumo de esta sustancia.

El organismo aseguró, a través de su página web, que continúa realizando un exhaustivo seguimiento sobre “la información que circula en redes sociales y medios de comunicación en referencia al uso de dióxido de cloro como tratamiento y/o prevención de la Covid-19 y otras enfermedades”.

El dióxido de cloro mata

“No nos consta que haya habido fallecimientos en Argentina por consumo de dióxido de cloro”, le dijo el diputado salteño al colega Juan Amorín durante el programa de radio. Y también en esto Grande falta a la verdad. A mediados de agosto un niño de cinco años de Plottier, provincia de Neuquén, falleció como consecuencia de la ingesta de dióxido de cloro que le administraban sus padres. A esa conclusión llegó la Junta Médica que analizó los resultados de la autopsia y otros estudios a pedido del Ministerio Público Fiscal (MPF) neuquino.

Es difícil de comprender cómo se le permite a un Diputado de la Nación que siga realizando declaraciones públicas en defensa del consumo de una sustancia capaz de, potencialmente, causar la muerte. De una sustancia que se comercializa de modo clandestino porque no produce ningún beneficio y sí daños enormes. De una sustancia que está siendo utilizada como un negocio a costa de la salud de las personas

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Andrea Gentil

Andrea Gentil

Editora de Ciencia, Medicina y Tecnología. Coordinadora carrera de Comunicación Digital, UNaB.

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