Thursday 28 de March, 2024

OPINIóN | 25-10-2022 08:13

Por qué el sindicalismo va "de salida"

Es más débil no por su baja imagen pública, sino porque su sujeto político es cada vez menor. Lo que dejó el 17 de octubre.

Los actos políticos y sus símbolos son liturgias que buscan mantener viva una identidad. Son rituales que apela al pasado con la pretensión de hacerlo presente. Una representación de lo que fuimos, tratando de iluminar lo que somos.

No hay que buscar en el 17 de octubre de este año más que un intento fallido de invocar un pasado común, haciendo sombras al presente compartido. Actos disímiles, mensajes heterogéneos y pocas creencias compartidas son rasgos sintomáticos del presente del Frente de Todos. El sindicalismo, la columna vertebral del peronismo clásico, parece estar, una vez más, próximo a dividirse. No es sorprendente. Al sindicalismo le cuesta cada vez más representar al mundo laboral contemporáneo de la sociedad argentina. El mundo del trabajo ya no es, si alguna vez lo fue, el del trabajo asalariado. En 1954, la Argentina tenía alrededor más de 6 millones y medio de trabajadores.

Organizados en torno a la figura del asalariado registrado, abarcado por convenios colectivos. La CGT representaba al menos 5 millones de esos trabajadores. Esa era una fuerza de trabajo mucho más homogénea que la actual. La columna vertebral de Argentina. Ese proceso fue parte de un proyecto de armonizar el crecimiento y la tensión de un país a través de la reunión entre el Estado, los empresarios y los trabajadores, representados a través de los sindicatos. Por eso la afiliación sindical se disparó entre 1945 y 1954, pasando de 400.000 afiliados a cerca de 2.5 millones.

Hoy la sociedad salarial está en camino a desaparecer. El sindicalismo no es más débil por su baja imagen pública, sino porque su sujeto político es cada vez menor y más distante de sus representantes. Cualquier intento de retomar su imagen pública va a sucumbir a la lenta erosión de estos factores estructurales. El sindicalismo vive preso de un ambiente de salida. Es el ambiente que se crea entre nosotros cuando permanecemos sentados alrededor de un fuego que se está apagando.

*Augusto Reina, politólogo y presidente de Doserre

por Augusto Reina

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