Wednesday 8 de May, 2024

OPINIóN | 23-06-2023 12:02

El derrotero de Sergio Massa, entre el bajón y el redoblar apuesta

El ministro estaba convencido desde hace meses que sería entronado por Cristina Kirchner y jugó a fondo por su candidatura de unidad.

“Sergio está muy bajoneado. Le tiraron la senaduría. Pero está muy mal”, decía en horas de la noche de ayer un referente del Frente Renovador cercano al ministro de Economía. Sergio Massa había jugado hasta último momento sus cartas para ser candidato a presidente. Raúl Jalil y Gerardo Zamora, que visitaron al presidente Alberto Fernández para pedirle que intermediase para bajar la candidatura de Daniel Scioli en pos de una candidatura de unidad de Massa rebotaron tanto con el presidente como con la vice.

Cristina Kirchner había prefirido ungir a Wado de Pedro, en quien confía. “La inflación va a bajar, y la brecha también. Pero no por su gestión”, apuntaba el mismo referente del gabinete económico. Massa estaba convencido de que tenía una chance. Le había insistido a Cristina que con él, Unión por la Patria incluso podía ser el espacio más votado en las PASO. Su equipo sostenía que la fórmula con Wado de vice estaba cerrada desde principios de año. Pero que Wado se había cortado solo. 

Si en algún momento la vicepresidenta y mandamás del espacio tuvo la duda de si entronar a Massa era la mejor opción, esta se disipó con los malos resultados económicos. Finalmente le ofrecieron a Massa, a quien de todos modos conserva como aliado, lo que cree que vale. Una banca en el senado por la provincia de Buenos Aires que seguramente consiga, aunque el frente oficialista pierda la elección bonaerense. Y lugares en las listas para su corte, la gestión que mantuvo activo al Frente Renovador en las últimas horas, donde Cecilia Mureau fue protagonista.

Massa rumio entretanto su propia bronca apalancado por Malena Galmarini. El massismo había rosqueado a la par de la candidatura presidencial, la vicegobernación para la esposa del ministro. Finalmente irá por la intendencia de Tigre, en una interna con Julio Zamora. En el entorno del gobernador Axel Kicillof aseguran que nunca fue una opción. En el massismo que Malena lo rechazó dos veces. 

El ministro agitó en tanto la posibilidad de patear el tablero. Aunque dejar el super ministerio podría poner a la frágil economía argentina en peligro de estallido. Una amenaza de doble filo que dañaría al frente de muerte, pero podría terminar como una mancha indeleble en la carrera política del referente del Frente Renovador.

Massa no quería el senado aunque pudiese ser un lugar relevante para tejer acuerdos y volver a construirse como interlocutor de un peronismo post kirchnerista como lo hizo en 2015. La tentación de no dejar pasar nuevamente el tren, arengado por los propios, lo llevó a jugar a fondo, impulsado por el ego y la oferta que decepcionó. 

Cómo logró torcer el rumbo es una incógnita. Alberto apunta a Agustín Rossi y se compone un nuevo binomio, donde el santafecino aparece como el referente del interior pero sin gobernador en la fórmula. NInguno de los dos es un kirchnerista. Lo que abre dudas sobre cuál es la estrategia de la principal accionista del frente, quizás la apuesta a retener una cuota de poder en el congreso. 

En el massimo se festeja con devoción hacia el jefe, capaz de dar vuelta en un revés que un día antes parecía mortal para las aspiraciones del equipo del ministro. Un conejo más que sale de la galera. 

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Maximiliano Sardi

Maximiliano Sardi

Editor de Internacionales.

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