“Qué mierda son tus batallas culturales, si te dan miedo los artistas siderales”, cantaba en 2014 Fito Páez a Julia Mengolini, periodista afín al kirchnerismo.
La “batalla cultural”, un concepto traído al centro del debate por el grupo intelectual Carta Abierta en 2008, mostraba un campo progresista, nacional y popular a la ofensiva frente a una derecha movilizada luego del conflicto agropecuario.
Este término ha sido actualmente reapropiado por influencers y escritores de la derecha radical como Agustín Laje. “Somos la lucha, el combate, la resistencia que nace”, dice la canción de su documental “Querida resistencia”, que ha sido visto por cientos de miles en Youtube e imita una estética del grupo musical Calle 13.
Javier Milei defendía esta “batalla cultural” al decir en uno de sus libros en 2015 que “si la sociedad no cambia sus valores, estamos condenados a hundirnos en la más absurda de las miserias”. Lo mismo sucedió con el concepto de “casta”, que ha viajado desde el partido de izquierda Podemos de España hasta ser reapropiado por La Libertad Avanza.
Se trata de un clima de época a nivel internacional encarnado por Trump, Vox y Bolsonaro. La ofensiva es ahora de la derecha radical, que sabe ofrecerse como alternativa antisistema y generar promesas de futuro. La defensa de una “batalla cultural” se escucha en jóvenes militantes de derecha radical de España, El Salvador, México, Hungría y Perú. Parte de la efectividad de este discurso consiste en denunciar las críticas a sus discursos que estigmatizan como sesgadas por lo “políticamente correcto” y el deseo de imponer “censura”.
“Los zurdos de mierda están perdiendo la batalla cultural”, decía Milei con Canosa en 2022. El libertario está definiendo la agenda de la campaña. “Dolarización” y “portación de armas” son temas de debate. La izquierda y los progresismos, por el contrario, están como el boxeador que recibe un golpe y queda atontado en el fondo del ring, sin saber cómo ubicarse nuevamente en el cuadrilátero. No se trata sólo de una cuestión electoral.
* Por Ariel Goldstein, profesor e investigador de Conicet, autor de “La Reconquista Autoritaria” (Marea, 2022)
por Ariel Goldstein*
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