Hoy el mundo entero está hablando de Blockchain y un montón de términos nuevos que surgieron alrededor de la innovación tecnológica y el desarrollo de internet. Sin embargo, muchas veces estos conceptos se idealizan o, por el contrario, se demonizan debido a la desinformación o el desconocimiento, disipando el verdadero sentido de esa evolución.
Muchos se preguntarán: “¿Qué es blockchain?”. Para esto hay una respuesta simple y criolla: son un montón de computadoras interconectadas alrededor del mundo que están continuamente bajando bases de datos y validando que toda esa información coincida en todos los equipos al mismo tiempo. De esta manera, la veracidad de los datos que se están imprimiendo se vuelve incorruptible, porque a más computadoras, más difícil es vulnerar la seguridad.
Vale aclarar que la blockchain se inventó para hacer posibles las criptomonedas, por lo cual está monetizada desde el vamos. Además de la posibilidad de crear nuevas criptomonedas, hay varias capas de servicios que permiten monetizarla: desde el minado hasta DeFi, seguros, préstamos, arte, entretenimiento, o propiedad digital, como por ejemplo, con los NFTs.
La gran ventaja que tiene el web3, blockchain o internet del valor -términos que conviven-, y el beneficio que aporta, es la trazabilidad de los datos. Blockchain no es anónimo, justamente se dice que es pseudónimo. Se puede saber muy bien de dónde sale la primera transacción porque permite trazar el recorrido de los datos y, como si fuera un libro contable, muestra el inicio y el fin de cualquier operación. De esta manera, también funciona para limitar los usos no éticos de internet.
La blockchain es un tipo de base de datos en la que se guardan todas las interacciones entre usuarios en forma de transacciones. Estas transacciones son inalterables y quedan registradas en forma permanente, lo cual permite obtener un historial de todos los movimientos. De esta manera, aunque en teoría el anonimato si es posible, resulta extremadamente difícil y se requieren conocimientos especializados de ciberseguridad para lograrlo, ya que el más mínimo error implica ser descubierto.
Obviamente, hay quienes le encontraron ventajas y hacen un uso más polémico de esta tecnología, ya que la ilusión del anonimato hace que algunos usuarios utilicen las criptomonedas para actividades ilegales. Pero es un hecho que viene a cambiar muchas cosas y a solucionar muchas otras.
A nivel industria, el web3 es una tecnología cross, y todas las industrias tarde o temprano van a terminar adoptándola, como sucedió con la nube. Las empresas que la sepan utilizar bien le van a sacar ventaja porque utilizar correctamente la tecnología siempre va a ser beneficioso y un diferencial para la empresa. En cambio, una mala utilización puede convertirse en un punto de fricción.
La aplicación de tecnologías en el desarrollo de productos que estén bien orientados a la solución que quieren ofrecer, siempre va a potenciar cualquier negocio.
Si internet revolucionó las telecomunicaciones, blockchain viene a revolucionar las transferencias de valor. Ofrece una red para intercambiar activos, que pueden ser cualquier cosa que tenga valor y se pueda representar por un token o criptomoneda, ya sea dinero, derechos sobre la propiedad, acciones, bienes digitales, reputación en forma de recomendaciones, etcétera. Y protocolos para garantizar interoperabilidad, permitiendo eliminar intermediarios e interactuar con otros con la tranquilidad de tener seguridad integrada desde la base. Pero uno de los atractivos más interesantes es la transparencia dada por la trazabilidad que puede brindar a todas las partes involucradas en dichas interacciones.
Como cualquier tecnología, blockchain tiene sus ventajas y desventajas. Por ejemplo: uno de sus grandes puntos en contra es que es muy contaminante. En particular, las que usan "proof of work" como Bitcoin o Ethereum requieren de mucho procesamiento matemático para mantener la seguridad de las transacciones. Este procesamiento es caro y consume mucha energía, la cual no siempre proviene de fuentes renovables. Sin embargo, existen distintas blockchains que buscan solucionar esto y no todas son contaminantes en exceso.
Sin embargo, creemos que hasta que las energías renovables no sean la norma, hay que usar la blockchain con mucha responsabilidad.
Como ya mencionamos, una de sus ventajas es que es una tecnología preparada para prescindir de intermediarios, porque al estar validando la veracidad de la información continuamente, facilita la legitimidad y seguridad de las transacciones sin necesidad de mayores procesos intermedios y, en consecuencia, minimiza costos. A su vez, ante la ausencia de un mediador que podría ejercer poder, tener información o capital y lo podría usar para su propio beneficio, genera una dinámica mucho más horizontal e incluso anárquica. Un anarquismo organizado.
Justamente, por eso cuando se habla del blockchain o internet del valor, nos referimos a un internet mucho más enfocado en generar comunidad. No va a cambiar internet, ni todos los proyectos van a ser en blockchain, pero sí va a traer muchos cambios significativos y positivos a la hora de tomar decisiones, intercambiar activos o bienes y trazar operaciones.
¿Cómo se relaciona con la inclusión financiera? Blockchain es una herramienta más para incluir financieramente a las personas, sin embargo, el problema de este fenómeno yace en la hegemonía de los estados y los impuestos. Estos últimos, y tal como se deduce en el término, son algo que se le impone a la población. Hoy la fuerza es el dinero. Por eso, este tipo de tecnologías que son colaborativas desde su fundación vienen a cambiar antiguos paradigmas, como separar el poder del dinero y generar un reacomodamiento de intereses, donde todo va a estar mucho más orientado a la colaboración y no a la acumulación.
Se están creando nuevos servicios descentralizados en los que no hay un dueño privado, un gobierno o banco central que pueda arbitrariamente dejar a alguien afuera, de ahí proviene la inclusión. Al mismo tiempo, se están diseñando sistemas que incentivan (incluso monetariamente) a los participantes a colaborar, construir y mejorar el sistema que usan y en los cuales los beneficios vuelven a los mismos usuarios, como si fuera una especie de cooperativa.
La descentralización del poder va a hacer que los estados tengan menos intervención en las decisiones individuales de las personas. Nosotros somos la generación que va a vivir la separación del estado y la economía, eso va a ser inclusión financiera real. Hoy el Estado elige a quien le otorga el poder, pero cuando el poder de la economía sea de la gente, va a ser cuando la inclusión financiera empiece a tomar otro sentido.
Santiago Echazú y Pablo Carbajo
Co-Fundador y Blockchain Advisor de Paisanos.io
por Santiago Echazú y Pablo Carbajo
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