Thursday 9 de May, 2024

PERSONAJES | 11-11-2023 11:35

Agustín “Soy Rada” Aristarán: “La palabra disfrute es mi constante”

Ganó el Premio Hugo por su actuación en Matilda, lanzó un documental, viene de una gira por Europa y se prepara para un rol soñado en 2024.

El tipo se identifica como “Soy Rada” pero a esta altura es evidente que no es uno sino muchos. Tal vez “Rada” sea algo así como un sinónimo de “inclasificable”. Acaba de cumplir 40 años y está en un gran momento: la descosió en “Matilda” (tanto que en enero vuelve a la cartelera), protagonizó el documental “Una película de gira” (Flow) dirigido por su amigo Gonzalo Llamas Sebesta, hizo su segunda gira por Europa y en 2024 será protagonista de un proyecto del que no puede adelantar nada. Asume que es múltiple en su hacer, que ahora, por propia decisión, está un poco más acotado, apuntando a la actuación. “Pero mi vida como performer de unipersonal sigue estando y sigo generando contenidos cada tanto, antes generaba contenidos en redes sociales casi de forma patológica”, asegura.

Noticias: Imagino que esa “patología” habrá tenido que ver con armar su espacio profesional, se hizo visible a partir de las redes.

Rada: Totalmente. Lo que hice todo ese tiempo armando tanto contenido y tanta diversificación lo siento como los cimientos de la casa. Me armé un pilar para que me vean, para que la gente me conozca y que el público decida comprar la entrada o el director de casting tenga ganas de ver qué puedo proponer. Quería que me conocieran, pero no a cualquier costo.

Noticias: En una nota que le hicimos hace unos cinco años, contaba que cuando se aburría, pegaba el volantazo, que sentía necesidad de timonear todo el tiempo…

Rada: (interrumpe) Sí, en eso estoy ahora. Arranca siempre por una cosa como que me empiezo a sentir un poco mal físicamente, que me estoy aburriendo, me estoy estancando, y digo: “Toca hacer un cambio, no estoy disfrutando”. La palabra disfrute es una constante en mi vida profesional. Disfrute en el mejor sentido. Disfrute no significa no sacrificio, no laburar, no resignar ciertas cosas. Significa que la pasó bien haciendo lo que hago y que necesito hacerlo. ¿Por qué hago tantas cosas? Porque no puedo no hacerlas. Una vez lo escuché a Alfredo Casero decir que ser artista era la sensación interna de tener algo adentro que te quema y que sí o sí lo debés hacer realidad porque si no, no podés seguir viviendo. Yo siento que el artista es el que conmueve y no puedo decir si soy artista, pero siempre recuerdo esa definición.

Noticias: Ateniéndonos al “filósofo” Casero, entra en la categoría.

Rada: Puede ser, sí, me cuesta mucho decir que soy artista porque la palabra artista es un montonazo

Noticias: ¿Qué sí es?

Rada: Actor, payaso, mago, músico, papá de Bianca, novio y pareja de Fernanda, amigo de mi perro Honorio, hijo de Roberto e Inés, hermano de Manuel, todo eso soy.

Noticias: Se define desde lo vincular. Parece que su carrera siempre de algún modo es un entramado de vínculos. 

Rada: Sí, completamente. Es que los vínculos son lo que sostienen todo. No podría no hacer las cosas que hago con amigos o con afectos. 

Noticias: Que se junten los afectos con lo profesional, ¿nunca le generó conflicto en el ámbito personal o en el laboral?

Rada: No, las reglas del juego que ponemos todas las partes que conformamos el equipo profesional están muy claras y mi ego también está muy laburado, hice y hago muchas terapias. 

Noticias: ¿El ego se le infló?

Rada: Sí, por supuesto y cuando sucedió tuve la inteligencia para darme cuenta y la red vincular que me ubicó. Fue en 2019, cuando Fernanda, mi pareja actual, me dijo: “Yo así, no”, y me pegó una patada en el culo. El ego se entiende como pedantería pero en ese momento fue el no poder parar de laburar y buscar cada vez más aplauso y un aplauso cada vez más grande y un reconocimiento cada vez más grande. Ahí el ego me estaba jugando una muy mala pasada. Por suerte Fernanda me pega un boleo en el culo, voy a Chile y me putean 150 mil  personas, mi cuerpo no daba más y ahí, si no me ubico…

Noticias: ¿Qué pasó en Chile?

Rada: Me abuchearon 150 mil personas, estuvo muy bueno. Yo trabajo mucho allá y me contrataron para un festival al que todos me decían que no fuera, no por nada sino porque la comedia no es para ese lugar. A los comediantes que iban no les iba muy bien. Mi ego me dijo: “Vos vas a poder dar vuelta eso”, y allá fui. Y no me fue muy bien, me putearon, me abuchearon. Terminé mi contrato, que era de 40 minutos en escena, logré acomodar un poco la cosa pero me fui con un sabor muy amargo.

Noticias: ¿A qué minuto del show se dio cuenta de que nada iba a funcionar?

Rada: En el minuto 3 o 2.

Noticias: ¿Y qué hizo para sostenerse 37 más?

Rada: Empecé a sacar todas mis herramientas de tantos años de laburar y logré conectar un poco con el público, pero no hacer un show memorable. Mientras, me decían por cucaracha que me bajara del escenario porque se pudría de verdad. Ahí me acordé de lo que me dijo Chacobachi, que es un payaso callejero al cual admiro mucho: “Un payaso puede desagradar, aburrir, pero lo que nunca puede hacer es bajarse de un escenario sin dignidad”. Y dije: “Yo acá no me voy a bajar con la cabeza gacha”. Sentí que estaba en una operación a corazón abierto y era el médico… Pero la sensación de soledad más grande que yo sentí en mi vida fue después de ese show. Entendí que el aplauso dura lo mismo que un abucheo, y que si me quedaba castigándome y llorando porque mi carrera se acababa era el mismo nivel de ego que si me quedaba diciendo “qué capo que soy, me aplaudieron 150 mil”. 

Noticias: ¿Cuánto tardó en acomodarse y cómo desinfló ese ego?

Rada: Al otro día, porque tenía mil compromisos que acatar. En paralelo, hubo una profunda crisis, analizarla en terapia, con mi meditación, procesarla, armarme de vuelta y seguir adelante, que de eso se trata también.

Noticias: ¿Y cómo convenció a su pareja de que ese monstruito no iba a volver a aparecer?

Rada: Lo vio ella, de hecho, ella me invitó a tomar un helado a los cinco meses y ahí volvimos. 

Parece conservar intacto a ese nene de 6 que quedó flasheado por el espectáculo callejero de Chacobachi en Necochea o al adolescente que empezó a hacer sus propios shows y a ganar más dinero que su padre. ”Eso está super vivo, como está vivo el Agustín que fue papá hace 17 años, somos todo lo que fuimos siendo, pero no es desde la nostalgia. Cuando hablo tanto del juego, no es que venís a mi casa y estoy jugando con dos autitos en el living; el juego lo pongo desde lo creativo, desde lo lúdico, para poder crear sin ningún tipo de límites”, explica. Porque cuando uno está jugando, dice, pasan cosas que se van del control. Ahí está la serendipia (el hallazgo valioso que se produce de manera accidental, según la RAE, como se llamó su show emblema), la magia. 

Noticias: ¿Le cuesta largar el control? 

Rada: Sí, obvio, estoy haciendo un gran laburo para largarlo y por suerte por lo menos en lo laboral, tengo un gran equipo que hace que ya lo esté largando mucho. 

Noticias: En un momento se peleó con la magia pero con su último espectáculo volvió a ella. ¿Con qué relaciona ese regreso?

Rada: Con volver al primer amor, con que soy mago, en esencia, soy mago. También con un camino recorrido, para poder aportarle todo lo que aprendí de otras ramas.

Noticias: La experiencia de Matilda debe haber sido…

Rada: (interrumpe) Trascendental, totalmente. Mi hija, Fernanda y yo actuando en esa obra, en una obra en la que hice algo completamente diferente a lo que la gente ve de mí todo el tiempo. Desde la forma del personaje hasta el género o lo que sucedió, me abrió las puertas a un sinfín de lugares que quiero ocupar hace tiempo, así que estoy súper contento. Pude demostrarle al público y a mí cierta capacidad actoral.

Noticias: Respecto a la realidad que nos rodea, ¿en qué le gustaría hacer magia? 

Rada: (piensa) Creo que si tuviese un superpoder, me gustaría acomodar un poco la balanza de la desigualdad, te lo digo desde un lugar de muchísimo privilegio. 

Noticias: ¿Ese privilegio le genera algo de culpa?

Rada: No, ahora no porque estoy más grande. Por supuesto que a veces digo: “Uy, la puta madre, esto es un montón”, pero nada más, culpa no. La culpa te enferma.

El tipo no para de laburar. Hacia afuera y hacia adentro.  

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Valeria García Testa

Valeria García Testa

Periodista.

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