Friday 26 de April, 2024

PERSONAJES | 22-08-2020 11:20

Anousheh Ansari: "Quiero democratizar el espacio"

Ingeniera iraní estadounidense, empresaria tecnológica, fue la primera mujer en autofinanciar su viaje espacial. Democratización del espacio y pandemia.

Aunque se enfrenta a la vorágine de una agenda apretada, y su pasión por el trabajo la sacuda a mil revoluciones, Anousheh Ansari irradia una apacible serenidad. Es la calma de los que saben que los sueños son posibles, la satisfacción que sienten aquellos que los alcanzan, sin que nadie se los regale. Fue mirando el cielo de su Irán natal, que soñó con algún día conocer las estrellas, algo casi imposible para una mujer de esas tierras. Ni siquiera perdió la esperanza cuando a los 16 años, y sin hablar inglés, emigró con su familia a los Estados Unidos, y no pudo entrar en la NASA. Ya ingeniera experta en tecnología y comunicaciones, y convertida en una empresaria exitosa, se premió con ese cielo tan deseado. Ansari no sólo fue la primera mujer en autofinanciarse su viaje al espacio, sino que fue la primer astronauta iraní y la primer musulmana en hacerlo. “Ver la Tierra desde el espacio te da una nueva dimensión de lo importante que es nuestro planeta. Te das cuenta de que a menos de que trabajemos todos juntos, es imposible la supervivencia”, rescató. Emprendedora serial, cofundadora y presidente de Prodea Systems, una empresa que liberará el poder de Internet para la comunidad, es también la CEO de la Fundación X Prize, una ONG que ofrece ayuda material a organizaciones o individuos que tengan sueños tan grandes como el suyo.

Noticias: Ser astronauta no es un sueño muy común entre las chicas, ¿qué le despertó esa curiosidad por salir al espacio?

Anousheh Ansari: En Irán vivíamos en un departamento pequeño y apretado junto a mis abuelos, durante las noches de verano hacía mucho calor, así que dormía en el balcón. Me acostaba en mi catre y miraba al cielo. Era mi refugio. La curiosidad y la imaginación que despertaban esas noches estrelladas, me hicieron soñar con conocer algún día esos mundos diferentes. Me prometí que algún día visitaría las estrellas. Siempre me fascinó la idea del espacio y sentí que era mi destino.

Noticias No debe ser fácil para una mujer tener una educación que la ayude a conseguir sus sueños en un país como Irán

Ansari: Cuando tenía 12 años comenzó la revolución islámica de Irán, el Sha fue derrocado y el ayatolá Jomeini asumió el mando. Al año siguiente comenzó la guerra contra Irak. Quería ser astrofísica, y tal vez, incluso astronauta, pero en un país donde ya no se animaba a las mujeres a obtener una educación superior, y mucho menos en carreras científicas, me preguntaba cómo sería posible. El nuevo Irán no toleraba tales sueños de una mujer. Me di cuenta de que me enfrentaba a una vida limitada y oprimida. Pero por suerte fui criada en una familia que creía que las mujeres no podían tener límites a sus sueños. Mi abuela me decía que debía ser el amo de mi vida. Fue un buen consejo, y mi madre lo promovió al asegurarse de que yo recibiera una buena educación. Cuando finalmente en 1984 emigramos a los Estados Unidos, junto con mi hermana accedimos a la universidad y nos convertimos en ingenieras. Fuimos las primeras de nuestra familia.  

Noticias: ¿Cómo llegó al espacio una ingeniera inmigrante?

Ansari: Cuando vine al país no pude ingresar en la NASA porque no era ciudadana norteamericana, pero mi sueño de viajar al espacio seguía intacto. Luego de recibirme, trabajé arduamente junto a mi marido, Hamid —que también es ingeniero— y fundamos una compañía de tecnología y comunicaciones que resultó muy exitosa. Entonces pensé que había llegado el momento de cumplir lo que siempre había anhelado. En 2006 tuve la oportunidad de participar en Space Adventures, una empresa que tiene contrato con Rusia para enviar ciudadanos privados en vuelos a la Estación Espacial Internacional. Comencé el programa de entrenamiento de cosmonautas de seis meses en Rusia, y justo una semana antes de cumplir 40 años, el 18 de septiembre de 2006, partí al espacio a bordo de la sonda rusa Soyuz TMA-9, y pasé ocho días en la Estación Espacial Internacional (ISS).

Noticias: ¿Basta pagar varios millones y uno ya tiene su ticket de viaje?

Ansari: ¡Ojalá fuera tan sencillo! Cuando fui al espacio el costo era de alrededor de 20 millones de dólares, pero ahora es de unos 60 o 70 millones. Es importante que haya otras compañías que hagan lo mismo, porque a medida que haya más innovación, el precio debería bajar. Tuve que aprender ruso y todo lo necesario para vivir en el espacio. Además de los exhaustivos estudios médicos, me ejercitaba varias horas por día para estar lista físicamente para el desafío y entrenar para estar en gravedad cero.

Noticias: ¿Qué sentimientos le despertó ver la Tierra desde el espacio?

Ansari: Lo primero que uno hace en el espacio es mirar hacia abajo, buscando tu planeta, tu casa. Y es ahí donde te das cuenta que tu casa no es tu ciudad, ni tu pueblo, ni tu barrio, sino el mundo entero. Se siente un sentimiento de vida y una sensación de energía inmensa que emana de la Tierra. Te das cuenta que ese brillo, es su atmósfera, la razón por la que estamos vivos, y percibís lo fina y delicada que es. Tan vital y tan descuidada. Partí al espacio a descubrir el universo y terminé enfocando mis esfuerzos para que la Tierra siga siendo nuestro hogar.

Noticias: ¿Cree en la existencia de otras vidas más allá de nuestra? 

Ansari: Estoy cien por ciento segura de que hay otras formas de vida en el universo. Sería arrogante pensar que somos los únicos seres vivientes, con los millones de galaxias, estrellas y planetas que hay. No sé si son iguales a nosotros, pero no podemos ser la única forma viviente del universo.

Noticias: ¿Qué quiere decir con “democratizar los viajes al espacio”? ¿Los gobiernos o las corporaciones abrirán el Universo tan dócilmente?

Ansari: Cuando escribí mi libro “My Dream of Stars”, contando las memorias de mi viaje, me comprometí a hacer que la exploración espacial estuviera más disponible para la gente común. Mi empresa, Prodea, se asoció con Space Adventures para crear una flota de vehículos de vuelos espaciales suborbitales para uso comercial global. Cuando lanzamos nuestro primer premio no existía ninguna regulación sobre los vuelos espaciales comerciales y hablamos con las fuerzas aeroespaciales y armamos toda la legislación. Nuestro trabajo es ordenar la parte legal y las regulaciones para que el proyecto pueda funcionar sin trabas. Quiero volver a ver el amanecer desde el espacio, y quiero que todos lo vean. Es algo que te saca el aliento. Por eso espero que algún día, volar al espacio sea algo normal y para todos.

Noticias: Casi como dos caras contrapuestas, hace poco Space X, un emprendimiento privado volvía a enviar naves al espacio, mientras que en la Tierra la pandemia nos mostraba nuestras peores fragilidades

Ansari: Es cierto. Anhelamos ir al espacio pero hay tanto por resolver acá abajo. Así como el Ansari X Prize busca lograr la democratización del espacio, ayudando a impulsar la comercialización de la industria espacial, la fundación también lanzó una competencia para premiar a quienes presentaran un mejorado test de Covid 19. 

Anousheh Ansari

Noticias: ¿Cree que las nuevas generaciones son más conscientes de la problemática sobre el futuro del planeta?

Ansari: Tengo fe en los jóvenes. No sólo están más conscientes, sino que también se hartaron de la gente que habla y pontifica sobre este tema, pero que no hace nada. Están demandando acciones concretas ya, y nosotros debemos escucharlos.

Noticias: En 2017, usted fue elegida para recibir el Oscar a la Mejor Película Extranjera otorgado a la iraní “El viajante” en nombre de  su realizador, Asghar Farhadi, que no pudo asistir por el veto inmigratorio —luego suspendido— de Trump. Una inmigrante exitosa para denunciar sobre la discriminación hacia los extranjeros...

Ansari: A veces el cine o los medios, ejemplifican a los inmigrantes como criminales, vagos, y en el caso de los musulmanes, como terroristas, y eso se replica en la gente. Pero yo, como muchos otros, pude pararme en ese lugar demostrando que era una inmigrante, que contribuyó con su trabajo y su conocimiento. Al venir a los Estados Unidos, tuve que construir una nueva vida para mí. Ser inmigrante me ayudó a convertirme en una persona dispuesta a asumir riesgos, enfrentar los desafíos y no tener miedo al fracaso. Aprendés a ser un sobreviviente. Pero lamentablemente, cada vez hay más discriminación. Desde el espacio no se ven fronteras ni países, la Tierra es una.

Noticias: Hablando de segregaciones, ¿cree que ahora las mujeres tiene más posibilidades?

Ansari: Definitivamente. Creo que es una nueva era para que la mujer se pueda involucrar más en la problemática del mundo, que obviamente también es su mundo. Siempre hemos estado atentas a lo que sucede, pero no fuimos lo suficientemente incentivadas y apoyadas. Ahora habrá un ambiente más propicio para florecer. Con más mujeres involucradas activamente en cada aspecto del trabajo, y en especial en la tecnología, nuestro mundo será un mejor lugar para todos.

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Gabriela Picasso

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