Conversadora y muy divertida, en tiempos de pandemia dice que cumple a rajatabla la doctrina peronista: de casa al trabajo y del trabajo a casa. En pareja con Miguel Cuberos, Subsecretario de Asuntos Políticos de Presidencia de la Nación, Carolina Papaleo tiene noticias de primera mano y se tomó muy en serio las restricciones sanitarias que propone el gobierno. Así, en la semana dedica sus horas a estudiar Ciencias Políticas y los sábados y domingos va a Canal 9, donde conduce “Vivo para vos”, a las 21, junto a Julián Weich.
Hija de la actriz Irma Roy y del periodista Osvaldo Papaleo, y mamá de Matías, de 22 años, Carolina tenía apenas 20 cuando debutó profesionalmente en televisión y durante más de tres décadas fue heroína de telenovelas, hizo comedias, dramas, mucho teatro y también algo de cine. De espíritu inquieto, estudió además Artes Combinadas en la Universidad de Buenos Aires, y coaching ontológico. Hace algunos años volvió a vivir al departamento de su mamá, donde creció feliz. “Lo hice a nuevo pero de todas maneras hay recuerdos por los que me siento acompañada. Aunque está muy cambiado, es un lugar que me cobija”, reflexiona.
Noticias: Trabaja los fines de semana, cuando todos descansan. ¿Alguna vez le da pereza?
Carolina Papaleo: En marzo del 2020 estaba haciendo “Si la cosa funciona”, en el Astros, y con el cierre por la cuarentena obligatoria, me quedé sin teatro. También estaba en “Incorrectas” (América) y me enteré por la tele que el programa terminaba. De un día para el otro estaba sin trabajo. Entonces, que haya salido un ciclo en plena pandemia es un milagro. ¡Y ya cumplimos un año! Es un programa muy lindo, la pasamos bien, lo disfrutamos, le encontramos la vuelta y estoy feliz. Me encanta trabajar los fines de semana porque estoy acostumbrada: cuando todos se juntan a hacer el asado yo me voy al teatro. Durante la semana curso por Zoom, y me quedo en casa porque acato las restricciones a rajatabla. Y los fines de semana voy al canal y me cuido lo más que puedo. De casa al trabajo y del trabajo a casa: la doctrina peronista a full. Solo hago lo indispensable. Estoy muy tranquila y desde que cerraron los teatros tomé conciencia de lo que realmente estaba pasando.
Noticias: ¿Reniega con un hijo joven que, posiblemente, quiera salir?
Papaleo: Matías es un hongo como yo. Cuando terminó la escuela secundaria no sabía qué estudiar y encontró su camino con una banda de música con la que hacían K-Pop. Tenían lindas propuestas, proyectos de shows y todo se paró con la pandemia. Era un chico que estaba mucho con la compu, descubrió este mundo y tenía clases de baile, de canto, iba al gimnasio doble turno, y cuando se cerró todo se vio perdido y dijo: ‘ahora qué hago’. Lo que hizo toda la vida, meterse en la compu (ríe) Ahora escribe sus temas, los graba, y está trabajando en IP Noticias, como asistente de producción, aprendiendo un mundo nuevo. Pero lo que quiere es cantar.
Noticias: ¿Y cómo se lleva adelante una pareja con cama afuera, en medio de una pandemia?
Papaleo: Hace 8 años que estamos juntos y es verdad, ahora tenemos una dinámica que está restringida por la pandemia. El primer mes y medio no nos vimos; apenas me traía una bolsa con comida a casa, me la dejaba a un metro y medio, y nos saludábamos de lejos. ¡Hacíamos video llamadas para vernos las caras!
Noticias: ¿No pensaron en convivir en la cuarentena estricta?
Papaleo: Convivir no se le ocurrió a ninguno de los dos (ríe con ganas). Taza taza, cada uno a su casa. Yo estoy con Matías y él tiene a su hija, a quien ve poco en estas circunstancias. En el verano alquiló una quinta y me quedaba algunos días.
Noticias: Así funcionan bien.
Papaleo: Sí, la verdad que sí. Y somos muy conscientes de la situación porque él está muy en contacto con lo que sucede. Hay semanas en que ni salgo a la calle. En época de parciales no salgo ni al balcón. Estoy a mitad de la carrera, ni yo lo puedo creer.
Noticias: Antes hizo Artes Combinadas, es coach ontológico, ¿acaso es una estudiante crónica?
Papaleo: ¡Sí! Soy una estudiante crónica. Todo me da curiosidad, me encanta estudiar. Me gusta poner al profesor en el lugar del saber y a mí en el de aprender. Es una carrera interesante. Con Miguel hablamos mucho de política, le comento los textos que leo y él también me sugiere notas de politólogos.
Noticias: ¿Estudia Ciencias Políticas con alguna intención?
Papaleo: Siempre me interesó la política. Y no es que quiera ser funcionaria. Lo que me gusta es capacitarme. Quiero tener herramientas y saber de qué hablo. Entonces, empecé Ciencias Políticas por curiosidad, porque me interesa aprender. Además, Cristina (Fernández de Kirchner) había dicho que para defender el modelo hay que capacitarse. Justo a mí, que soy Carolina Capacitación Papaleo (ríe). Fui a averiguar a una facultad privada pero no me cerraba estudiar ahí y todos los horarios eran de noche así que no podía porque estaba haciendo teatro. Me di cuenta de que cuando no perteneces a un sistema, nunca encajas y yo fui a escuelas estatales toda mi vida. Creo que el sistema me echó porque no había horarios para mí (ríe). Ya había hecho el CBC para Artes Combinadas y me servían varias materias. Estoy contenta aunque también soy muy exigente y cuando se acercan los finales no duermo bien y me pregunto por qué tengo que enfrentarme a esta exigencia. Me estreso mucho pero después rindo, me va bien y me pongo contenta. Estudio para saber, para proyectar y mi mayor intencionalidad es ver cómo podemos revertir la situación de los actores. Recordemos que por la pandemia solamente se levantó una ficción en televisión (“Separadas” en Canal 13). Es preocupante el tema de la ficción y viene de mucho antes del Covid-19. Con ideas y proyectos, me gustaría ayudar a revertir esta situación y volver a ser la industria audiovisual que alguna vez fuimos.
Noticias: ¿Se despidió de la actriz?
Papaleo: No, pero sin ficción y sin teatro siento que estoy a punto de jubilarme. La actriz por ahora está en pausa por la pandemia. Hace muchos años que no hago ficción. Pero nunca dejé de hacer teatro y de eso viví en los últimos años. Necesito despuntar el vicio de la actriz. No me lamento sino que trato de reinventarme siempre, y eso lo heredo de mis viejos.
Noticias: Sus padres se tuvieron que reinventar durante la dictadura militar. ¿Qué recuerdos tiene de ese momento?
Papaleo: La actuación y la política fueron las dos variables en mi casa. Mi abuela era militante y todos sus hijos también militaban en la escuela. ¡No sabes lo que eran las discusiones en casa con mi mamá peronista y mi abuela anarquista! En mi familia siempre hubo compromiso con los derechos. Mi abuela decía que las ideas de (Juan Domingo) Perón eran en realidad de (Alfredo) Palacios y mi mamá respondía que sí pero que Perón las hizo leyes. Se hablaba más de política que de teatro. Y después mis viejos se cambiaron las profesiones porque cuando mi mamá se dedicó más a la política, hacía años que mi papá ya producía obras de teatro y musicales, que fue la profesión que se inventó para sobrevivir en la dictadura. Y mi mamá, cuando no tenía trabajo como actriz, creó una escuela de teatro que llegó a ser muy grande. Entonces, ellos también se han reinventado todo el tiempo, no es algo ajeno para mí.
Noticias: ¿Alguna vez se arrepintió de hacer pública su militancia política?
Papaleo: Decir lo que uno piensa siempre tiene sus costos. Y en mi familia lo sabemos porque en un momento, en el país te jugabas la vida. Ahora te putean por Twitter. Estamos muy politizados y por eso hay costos. En una época podías decir a quién votabas sin problemas, pero volvimos a otro momento de la Argentina donde eran Montescos y Capuletos; no se acuchillen porque no es para tanto. Milito en varios espacios, por lo que me pusieron el mote de actriz K. Y yo pensaba: ‘que me digan eso después de 30 años de carrera es reducirme a una mínima expresión’. Siempre fui peronista pero (Mauricio) Macri me hizo cristinista. Entonces el ensañamiento es peor. Pero no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista. Además, cuando creces y maduras te das cuenta de que no te preocupa lo que el otro piense y decís, ‘si no te gusta, no mires’.
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