Friday 19 de April, 2024

PERSONAJES | 18-04-2020 18:51

Gastón Cocchiarale: “Mi generación vino a romper con todo”

Actor y director, conoció el éxito con “El Clan” y “Argentina, tierra de amor y venganza”. Frustraciones y compromiso con la ley de talles.

Gastón Cocchiarale es alegre y agradecido, habla rápido y con una voz clara y contundente: “esta voz me la dio el teatro”, asegura. Creció en una casa de clase media de Ramos Mejía, hijo de un chef y una docente. A los 4 años dijo que quería ser actor, en la adolescencia, se enamoró de una chica que lo empujó a empezar un taller de actuación. Se propuso cumplir su deseo de ser actor y su sueño de trabajar con Guillermo Francella, a quien le confesó ese profundo anhelo en una carta escrita en una servilleta de una pizzería de calle Corrientes, porque su timidez le impidió hablar cuando tuvo a su ídolo frente a frente. Ocho años después, trabajó con él en “El Clan” (2015), hizo de Maguila, uno de los hijos del temido Arquímedes Puccio. Pensó que luego del suceso de la película, le lloverían propuestas. Pero no. La luchó, recibió muchos “no”, se dedicó al teatro independiente y en 2019 interpretó a Lowenstein, un comerciante judío de la Argentina en 1940, en la exitosa novela, “Argentina, tierra de amor y venganza”. Ahora, por suerte, el trabajo no le falta, dirige “Esto es tan sólo la mitad de todo aquello que me contaste”, en el Método Kairos, se prepara para estrenar “Jauría”, en El Picadero, y está rodando una película con Daniel Hendler y una serie con Luciano Cáceres y Martina Guzmán. Pero sabe que el trabajo del actor, lo que tiene de mágico, lo tiene de inestable, y nunca se puede descansar, la búsqueda es constante, pero la dicha que la provoca subirse a un escenario o componer un papel, es mayor: “actuar es jugar”, sostiene.

Noticias: ¿Es cierto que a los 4 años ya estaba mentalizado con que quería ser actor?

Gastón Cocchiarale: Me hicieron la típica pregunta que le hacen a cualquier niño “¿qué querés ser cuando seas grande?” y dije: actor. No sé por qué. Mi tío es mago y muchas veces lo he ido a ver al teatro, me atrapaba. Mi papá hacía teatro vocacional. En la adolescencia fue todo bastante raro porque no me terminaba de sentir cómodo en la vida, me ponía colorado cuando tenía que hablar en público, todo me generaba mucha exposición. Me enamoré de una chica que me sugirió empezar un taller de teatro extracurricular en el colegio y me tiré de palomita. Al principio la pasé muy mal, tenía que estar arriba de un escenario, con gente mirándome, ese nivel de exposición tan grande y de repente lo empecé a disfrutar. 

Noticias: Contó que cuando era adolescente, fue a ver a Guillermo Francella al teatro y le entregó una carta, ¿qué decía? 

Cocchiarale: Fue en esta época en que estaba muy tenso. Admiraba mucho a Francella, un día quise ir a verlo al teatro y manifestarle que quería ser actor y que mi sueño era trabajar con él. Lo esperé a la salida del teatro, y cada vez que el tiempo pasaba me ponía más nervioso. Mi plan B había sido agarrar una de esas servilletas de pizzería de calle Corrientes, y escribí lo que quería decirle: “mi sueño es ser actor y trabajar con vos”. Efectivamente cuando él salió, me puse nervioso y le di la servilleta. Ocho años después hice de Maguila, su hijo en “El Clan”.

Gastón Cocchiarale

Noticias: ¿Cómo fue ese encuentro con el ídolo?

Cocchiarale: No lo podía creer. En cuanto me llamaron para decirme que había quedado en el casting, me convocaron para tener un desayuno con él y con Peter Lanzani para que nos conociéramos. Llegué y todo el tiempo estaba pensando cómo sería. Los ídolos tienen eso, uno los idolatra pero después tenés que conocer a la persona. Me encontré con todo lo que esperaba. A partir de ahí se me fue un poco la vergüenza, y empecé a tratarlo como un compañero, lo bajé de ese pedestal que uno tiene a los ídolos.

Noticias: Más adelante lo volvió a llamar para que le diera consejos acerca de la profesión, ¿cómo fue? 

Cocchiarale: Sí, después de “El Clan”, yo era un pendejo que estaba como loco con su primera película y creí que me iba a llevar el mundo por delante, sentí que me iba a llover trabajo. Y no ocurrió. Pasó un año y yo seguía esperando. Me había mudado de Ramos Mejía a Palermo y se me acababa la plata, me empezó a poner muy nervioso la situación. Un día, con una diferencia de una hora, me llamaron de dos lugares donde había hecho casting para decirme que no había quedado en ninguno. Me angustié mucho. Lo llamé a Guillermo y le conté lo que me estaba pasando y le dije que necesitaba un consejo. Él muy amablemente me dijo: “Juntémonos a tomar un café”. Estuvimos dos horas hablando de la vida, de la actuación. Lo que más me gustó fue encontrarme con él desde otro lugar, me contó de sus fracasos, se corrió del lugar del tipo exitoso. 

Noticias: Y cómo fue pasar de los otros pequeños proyectos del off que le siguieron, al éxito de “Argentina, tierra de amor y venganza”?

Cocchiarale: Fuerte, la televisión tiene algo de masividad que no tienen ni el cine ni el teatro. Era una locura. ATAV revalorizó la novela argentina, la gente volvió a consumir ficción nacional con ese tipo de género, el melodrama, las familias volvieron a sentarse en el living a ver televisión. Generó un fanatismo que hacía tiempo que no se veía. 

Noticias: Hay rumores de una segunda temporada, ¿su personaje va a volver?

Cocchiarale: Por lo que escuché, se va a hacer, pero no hay nada concreto, no me convocaron. Si quieren que esté, allí estaré con mucho gusto.

Noticias: Ahora está dirigiendo “Esto es tan sólo la mitad de todo aquello que me contaste”, ¿hay algo que disfrute más? ¿Dirigir, actuar, el cine, el teatro, la televisión?

Cocchiarale: Actuar y actuar en teatro, no tiene punto de comparación. El cine y la televisión son lindos, pero son muy lentos. 

Gastón Cocchiarale

Noticias: También está por estrenar “Jauría”, con una temática muy fuerte...

Cocchiarale: Es tremenda, está basada en el caso de una violación en manada, de 5 chicos que violaron a una chica en la fiesta de San Fermín. Es como un teatro documental. No tiene una dramaturgia, el autor agarró los textos reales del juicio. Es muy potente. Relata cómo sucedieron los hechos desde los puntos de vista de los personajes, desde los hombres y desde la chica. Genera una polémica muy grande, lo que muestra la obra es una violación, pero desde una óptica que no está muy vista. Acá no fue un ataque, fue mucho más solapado, la situación se tornó en una situación sexual y ella quedó en shock. Estos pibes no tienen registro de que la violaron. Son violadores que son hijos del patriarcado, no tienen en cuenta al otro.  

Noticias: De acuerdo con lo que se ve en sus redes, está comprometido con la realidad social y política argentina, ¿cómo es como actor pararse y presentar su posición?

Cocchiarale: Trato de hacerlo con mucha cautela, no respondo a ningún partidismo político. Soy argentino y me identifico más con algunas ideas que con otras, pero tampoco me caso con esas ideas ni con las personas que las llevan adelante. Trato de opinar desde una realidad que me ocurre a mi. Tenemos que aprender a corrernos de la grieta. Todos queremos que nos vaya bien.

Noticias: Otra de sus luchas es por la ley de talles, ¿Cómo arrancó?

Cocchiarale: Desde una realidad propia, siempre tuve sobrepeso y siempre me costó conseguir ropa, por suerte nunca me golpeó eso, porque nunca le di mucha importancia a la ropa. Me ha pasado de ir a un shopping, recorrerlo todo y no encontrar nada. Me encontraba con que me mentían con los talles, ahí empecé a ver algo raro y empecé a investigar y descubrí que es un problema local. En Europa o a Estados Unidos me puedo comprar lo que quiera. Acá el talle depende de la marca. Hay una ley que no se cumple. La ley tuvo un avance el año pasado cuando se decidió generar un nuevo estudio antropométrico para empezar a evaluar cuáles son los cuerpos argentinos reales. Hay una violencia hacia los cuerpos que tiene que modificarse, por una cuestión de salud mental de la gente que va a comprar ropa, y por una cuestión de derechos. Yo también tengo derecho de comprarme ropa linda. 

Noticias: Está en la lucha de la inclusión en general...

Cocchiarale: Lo lindo de nuestra generación es que vinimos a romper con todo esto, nosotros somos un poco los abanderados de la lucha por los derechos de la mujer, de los cuerpos, de diferentes cuestiones que antes estaban muy tapadas.

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Mariana Haramburu

Mariana Haramburu

Periodista.

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