Su planta preferida es la Cosmos bipinnatus porque resume su pasión por la jardinería y la astronomía. Juan Miceli es curioso, entusiasta, le gusta conocer y disfrutar la vida todo lo que pueda. Y es también una persona que se esfuerza en todo, según confiesa: “Nada me resulta fácil, me acostumbré al esfuerzo”.
Nació en Necochea y vivió allí hasta los diez años. Una infancia inolvidable, gloriosa. “Vivía a media cuadra del mar, iba casi todos los días a la playa y pasaba mucho tiempo con mis amigos jugando ahí, y también iba mucho al campo de mi tío Juan Pedro”, recuerda.
Cuando tenía 16 años vivió seis meses con una familia en Seattle por un intercambio estudiantil. Iba a una escuela pública con gente de distintas nacionalidades. Tanto le entusiasmó la posibilidad de una vida cosmopolita que decidió hacer la licenciatura en Relaciones Internacionales, pero no llegó a ejercer.
Llegó al periodismo por casualidad en un momento de escasez laboral. Trabajó en América, Canal 13 y TN, TV Pública, Infobae y La Nación y en radio. Fueron treinta años intensos e interesantes profesionalmente.
En 2019 cerró el ciclo periodístico y comenzó una etapa totalmente distinta. Ahora se dedica al paisajismo y la jardinería. Es dueño de la empresa Viva la Tierra, junto con sus socios Gonzalo Manrique y Milagros Seijas, donde ofrecen servicios de jardinería, paisajismo y talleres. También es socio del estudio Cuatro Estaciones (Fernanda Darchivio, Majo Coppis, Josefina Torres y Miceli) en Necochea. Allí realizaron el diseño de tres plazas públicas que donaron a los vecinos y, además, hacen jardines privados. Este año, además, participó en el Hotel de los Famosos.
Noticias: ¿Qué le dejó el periodismo?
Juan Miceli: Fue el pilar de mi vida laboral. Me dejó amigos, viajé mucho, hice coberturas internacionales increíbles —tres elecciones presidenciales en Estados Unidos, la elección de Mandela en Sudáfrica, la llegada de los restos del Che a Cuba, los funerales de Lady Di, la guerra en el Líbano en el ’94, entre otras— y la etapa de investigación periodística también fue muy importante. Entré y salí del periodismo con un legajo limpio, creo que resisto el archivo. Pude haberme equivocado, pero siempre trabajé nada más que por mi sueldo y con total honestidad y transparencia. No sé si todos pueden decirlo.
Noticias: ¿Y cómo ve el periodismo actual?
Miceli: La grieta está muy instalada y es muy difícil ejercer el periodismo como antes. Si estás en un medio estás como con una camiseta puesta y es casi imposible salir de la línea editorial.
Noticias: ¿Extraña?
Miceli: No. Hice mucho y viví una etapa de oro, ese Telenoche de los noventa que creo fue lo mejor de los últimos años del periodismo televisivo. Y estoy muy agradecido con la gente que trabajé, Mónica y César, Santo Biasatti, mis colegas de La Nación, la radio. La tecnología, las redes cambiaron todo y hoy es otra cosa.
Noticias:¿Cómo fue la decisión de cerrar ese ciclo?
Miceli: Fue meditada, suelo ser bastante reflexivo. Empecé a notar que no disfrutaba tanto, que me sentía incómodo con alguna situación por cómo está el periodismo ahora, hay mucha pelea y a mí no me gusta pelear, hay mucha agresión personal, es muy sucio. Puedo tener un debate, una discusión, pero no el insulto, la amenaza. Además, la vida vuela y, como si estuviera en un parque de diversiones, quiero subirme a todos los juegos que pueda.
Noticias: ¿De qué manera le impactó el cambio?
Miceli: Me rejuveneció, vuelvo a sentirme como cuando tenía veintipico y todo era una novedad. Me entusiasma el desafío y lo que viene. Siento que tengo mucho para crecer. Con el periodismo ya estaba en una meseta, cuando se hace algo mucho tiempo se pierde un poco esa magia.
Noticias: ¿Y por qué la jardinería?
Miceli: Siempre tuve ese vínculo con el campo, la tierra, las plantas. Además, ya tenía formación agrícola porque soy técnico agropecuario. Entonces, decidí estudiar paisajismo y cursé dos años de la tecnicatura en jardinería de la UBA. Vi que había una faceta laboral y me largué.
Noticias: ¿Cómo es su vida hoy?
Miceli: Tengo trabajo como paisajista, estudio siempre, me encanta y ahora estoy terminando un curso de horticultura terapéutica.
Noticias: ¿De qué se trata?
Miceli: La horticultura como terapia. En Europa y en Estados Unidos está muy desarrollado. Hay hospitales y médicos que recetan este tipo de terapia para acompañar el tratamiento para la cura de enfermedades. Se aplica para chicos con autismo, con Síndrome de Down, para personas con cáncer, para adultos mayores. Quiero desarrollarlo y difundirlo en el país.
Noticias: ¿Qué tipo de jardines le gustan?
Miceli: Ahora hay una tendencia naturalista en el diseño, que yo me sumo, donde el hombre ya no es el centro y el jardín no es un objeto lujoso, que le sirve para su provecho, sino un espacio de biodiversidad natural donde están las plantas, los pájaros, los bichitos. No hay que estar tan encima de las plantas, el jardín tiene que expresarse con libertad.
Noticias: ¿Qué son los hoteles de insectos?
Miceli: Es maravilloso, estoy por hacer uno. Es una casita de madera en el jardín donde se ponen ramas, hojas secas y ahí los insectos van a vivir y eso mejora la polinización de las flores.
Noticias: Hablando de hoteles, ¿por qué aceptó participar en “El Hotel de los Famosos” y cómo fue la experiencia?
Miceli: Acepté con algunas dudas, pero también estoy en una edad donde me permito más cosas que antes. Aprendí a hacer lo que me parece que está bien sin importarme lo que puedan pensar. Es un permiso que me doy de un tiempo a esta parte. Lo hice también para usar un programa masivo y popular y hablar de jardinería. Que un reality diera un espacio a la jardinería, aunque fueran cinco minutos, para mí era un éxito.
Noticias: Tiene otra pasión, la astronomía.
Miceli: Sí, siempre me gustó. Yo tenía ocho años y salíamos con mi tío a ver el cielo estrellado en el campo y era una maravilla. Ahí conocí las Tres Marías, los Siete Cabritos, el Lucero. Con el tiempo aprendí que eran constelaciones, después leí “Cosmos” de Carl Sagan, empecé a tener noción de las distancias astronómicas, el origen de la Tierra, el Big Bang, lo infinito que es todo y lo breve que es lo nuestro. Tengo un telescopio y soy fanático de la NASA, fui tres veces y tengo llavero, remeras, poster. Miro las estrellas y puedo reconocer a simple vista algunas constelaciones. Es la vocación que tengo de conocer porque esto pasa rápido. Somos una estrella fugaz. Por eso no entiendo tanta pelea, tanta grieta.
Noticias: En síntesis, es un apasionado.
Miceli: Muy apasionado. Sagan decía: “Es muy probable que seamos los únicos que estemos en el Universo y es muy probable que no seamos los únicos”. En cualquiera de los dos casos, la respuesta es fascinante.
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