En Washington, el nombre de Gerardo Werthein quedó envuelto en una tormenta interna tras un episodio que desató incomodidad en la comitiva argentina: durante la reunión de Milei con Trump, el presidente confundió por segunda vez la elección de medio término con una elección presidencial.
El traspié, menor en apariencia, derivó en críticas sobre la falta de coordinación del embajador argentino y expuso las tensiones dentro del propio Gobierno.

El entorno troll de Santiago Caputo aprovechó el episodio para erosionar a Werthein en las redes sociales y posicionar a su propio operador en Washington. A través de Barry Bennett, el círculo de Caputo busca influir en los mensajes y las gestiones con la administración republicana, disputando el rol tradicional del canciller Werthein.

En paralelo, en las redes del oficialismo digital afines a la Casa Rosada, circulan posteos que resaltan el mal desempeño del canciller y ensalzan el perfil empresario del embajador en EE.UU, Alec Oxenford, para agitar el fantasma de un posible reemplazo.














Comentarios