Hay malestar en la provincia de Buenos Aires por la ausencia de Sergio Berni, ministro de Seguridad, quien se habría tomado la semana de Pascuas para descansar en Santa Cruz. Sobre todo porque la seguridad es una de las principales preocupaciones de los bonaerenses según todos los sondeos, por detrás de la inflación y el desempleo, pero muy por delante de la nueva ola de Covid. "Se toma el palo con la provincia hirviendo", fue la frase de un referente en el Conurbano bonaerense.
Intendentes del Frente de Todos y Juntos por el Cambio reclaman por igual que el ministro provincial ha potenciado los problemas de coordinación con la Nación para planificar acciones preventivas frente a la crecida de la inseguridad (que algunos oficialistas atribuyen más a una sensación apalancada por medio opositores), tema que está directamente vinculado a la pelea que Berni sostiene con la ministra nacional del área, Sabina Frederic.
Ministra que aprovechó justamente la ausencia de su par en la semana, para reunirse con cuatro barones del Conurbano muy preocupados por los índices crecientes en el delito: Fernando Espinoza (La Matanza), Juan Zabaleta (Hurlingham), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas) y Gustavo Menéndez (Merlo).
Por el lado de Frederic se sumaron Cecilia Rodríguez, jefa de Gabinete del ministerio, quien supo trabajar con Berni durante el segundo mandato de Cristina Fernández; el secretario de Articulación Federal, Gabriel Fuks y el subsecretario de intervención federal, Luis Morales; y también el secretario de Seguridad, Eduardo Villalba, con quien Berni tuve un violento cruce en la conferencia tras la aparición de la niña M hace una semana.
Ese hecho, y que Berni privilegiara a Santilli por sobre los propios en la foto, fue visto por los intendentes como “una traición al peronismo”, dicen. Y los intendentes pidieron terciar directamente con el ministerio nacional en cómo de distribuyen los 4.000 efectivos de las Fuerzas Federales -Gendarmería, Prefectura y Policía Federal- que realizan operativos en el conurbano bonaerense.
Fuerzas que se sumaron en la Provincia luego del levantamiento el año pasado de la Policía Bonaerense en reclamo de aumentos. Escándalo del que Berni salió debilitado al no poder controlar a la “tropa propia”, y que lo mantuvo buenos meses alejado de los medios, a los que volvió hace poco con su virulencia tradicional, en lo que otras figuras del espacio ven claras intenciones electorales (intenciones en las que no contaría con el aval de muchos intendentes de su espacio)
La seguridad es el principal reclamo por parte de los barones del Conurbano al gobernador Axel Kicillof, a sabiendas de que inflación y el desempleo, aunque impactan fuertemente en el bolsillo de los bonaerenses, son temas que debe resolver el gobierno nacional.
Y ante la ausencia del ministro del área, fue el propio gobernador quien tomó la posta en la materia, con entrega de nuevos patrulleros en Berazategui. “Es una época compleja. Nos han dicho que durante el gobierno anterior la policía no recibía equipamiento. Aquí lo que hemos hecho en el conurbano es una distribución para los municipios. En este caso son 55 nuevos patrulleros y 14 motos. Es una plan de inversión fuerte para la seguridad”, marcó Kicillof
“Berazategui no recibía patrulleros desde 2017”, agregó mirando al intendente de Berazategui, Juan José Mussi, a su lado. En territorio bonaerense, hace unas semanas, Diego Santilli, vicejefe porteño a cargo de la Seguridad en la Ciudad de Buenos Aires, había hecho lo mismo: repartir patrulleros en intendencias gobernadas por Juntos por el Cambio.
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