Ningún sindicalista puede decirse tan cercano a Alberto Fernández como Hugo Moyano. El histórico dirigente de Camioneros y sus hijos recibieron un trato preferencial de parte del Presidente que los elogió públicamente, los recibió en la Quinta de Olivos y los escuchó en la Casa Rosada ante cada reclamo: la última vez, en la tarde del miércoles 3, cuando participaron de una reunión junto a las Cámaras Empresarias del Transporte Automotor.
Por contrapartida, la relación de la familia más conocida de gremialistas sigue tan rota como antes con Juntos Por el Cambio. Incluso, Pablo Moyano amenazó con realizar un paro general a Horacio Rodríguez Larreta si avanza un proyecto de recortes en la recolección de basura: “Vamos a hacer lo que sea necesario”, avisó.
Por ahora el trato con el Gobierno nacional no tiene fisuras: es idílico. Pero el primer mandatario no se puede confiar. Es que tanto Cristina Kirchner como Mauricio Macri podrían dar fe de situaciones que no terminaron de la mejor manera con la familia Moyano: ambos habían comenzado sus mandatos con Camioneros de su lado, pero los terminaron en veredas opuestas.
por R.N.
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