En el entorno de Máximo Kirchner aseguran que fueron ellos, los alcaldes del Conurbano, los que fueron a pedir al jefe de bloque K que desembarcara en la Provincia de Buenos Aires, atendiendo a las próximas elecciones. Sin embargo, en los pagos chicos no hay nadie que corrobore esa insólita versión: la llegada del líder de La Cámpora al territorio más populoso del país traería más dolores de cabeza que soluciones.
En el PJ bonaerense aún tenía un año de mandato la fórmula actual, conformada por Gustavo Menéndez, de Merlo, y Fernando Gray, de Esteban Echeverría. Pero el hijo de la vicepresidenta apareció para apurar los términos. Ahora tendrán que medirse a ver quién junta más voluntades para quedarse con el espacio: Máximo lleva una amplia delantera.
Mientras esperan en estricto silencio que las aguas se calmen para llamar al congreso partidario y decidir el destino del PJ, se mandan mensajes indirectos. El menos sutil fue Gray, que en Año Nuevo les tiró un dardo, disfrazándolo de mensaje “a sus vecinos”: “Vienen tiempos de consensos, no de imposiciones”, dijo en clara alusión a La Cámpora. Y luego se mostró en un “proyecto de forestación” con el hashtag #YoMePlanto. Teléfono para Máximo.
No les será gratis esta desobediencia a los intendentes díscolos: la agrupación kirchnerista tiene preparado un E borrador con candidatos para los partidos donde no se hayan plegado con naturalidad al Plan Máximo.
Encabezado por Gray y Menéndez, también irán por Hurlingham (donde está Juan Zabaleta), San Martín (Gabriel Katopodis), Ituzaingó (Alberto Descalzo), José C. Paz (Mario Ishii), Almirante Brown (Mariano Cascallares) y Ezeiza (Alejandro Granados), entre otros. Muchos de ellos ingresaron a la lista negra por su buena relación con María Eugenia Vidal, la ex gobernadora de Buenos Aires, de Juntos por el Cambio.
Paradójica es la situación de Martín Insaurralde, el intendente de Lomas de Zamora, que en algún momento soñó llegar a la gobernación a través de la liga de intendentes. Pero supo meter un volantazo a tiempo y hoy es el principal operador de Máximo en la Provincia y el instigador para que el diputado.
“¿Nunca nadie le dijo que no a Máximo? Voy a ser el primero”, se lo escuchó decir a Gray en una reunión local tras saber del plan del jefe del bloque K en Diputados. Pero hoy corre el riesgo de quedarse solo: después de todo, cada intendente termina cuidando su quinta
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