En un movimiento que promete reconfigurar el escenario político de la Ciudad de Buenos Aires, el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri, anunció a través de sus redes sociales una serie de reformas estructurales, entre las cuales se destaca el desdoblamiento de las elecciones locales respecto de las nacionales. En su tuit, Macri justificó la medida en la necesidad de priorizar una agenda local:
“Porque queremos discutir nuestra propia agenda local y darle la relevancia que se merece a lo que les preocupa a los porteños vamos a implementar en el 2025 un conjunto de reformas”.
El anuncio llega en un contexto político marcado por el ascenso de Javier Milei y la consolidación de su espacio, La Libertad Avanza, que ha demostrado una notable capacidad para polarizar el debate público y capturar el descontento ciudadano. La decisión de desdoblar los comicios se interpreta como un intento de Macri por preservar la identidad y la agenda política de la Ciudad, alejándola de la narrativa nacional impuesta por los Milei: su hermana Karina está detrás del armado porteño.
Una reforma con impacto fiscal y político
El tuit también incluyó un guiño al electorado preocupado por la gestión del gasto público:
“Vamos a enviar un proyecto a la Legislatura para suspender las PASO. Esto implica un ahorro de 20 mil millones de pesos”.
Si bien la eliminación de las primarias abiertas y simultáneas ya había sido debatida en el ámbito nacional, el anuncio de Macri suma una nueva arista al debate: la posibilidad de fortalecer la autonomía porteña al desvincular las prioridades locales de las disputas nacionales. “Buenos Aires primero, siempre”, cerró su mensaje.
Un gesto hacia la autonomía porteña
El jefe de gobierno también incluyó otras medidas en su plan de reformas para 2025, como la reducción de la carga tributaria y una reforma institucional que promete cambios administrativos y de gestión. Sin embargo, fue su énfasis en la autonomía porteña lo que captó la atención de analistas y opositores. La decisión de desdoblar las elecciones refuerza el mensaje de que Buenos Aires debe ser una ciudad “verdaderamente autónoma”, como destacó en su comunicado.
Y el desdoblamiento electoral también puede leerse como una respuesta al avance de Milei en el ámbito porteño. Si bien el libertario tuvo un desempeño destacado en las últimas elecciones presidenciales, su mensaje de cambio estructural y su crítica al statu quo político también ha resonado en la Ciudad de Buenos Aires, una plaza históricamente dominada por el PRO. Al separar los comicios locales, Macri busca evitar que el clima nacional, caracterizado por el alto nivel de polarización, empañe el debate sobre los temas específicos que afectan a los porteños.
Reacciones y posibles desafíos
El anuncio generó reacciones inmediatas. Desde el oficialismo porteño, se festejó como un gesto de autonomía y liderazgo por parte de Macri, quien busca marcar diferencias respecto de su primo, Mauricio Macri, y otros referentes de Juntos por el Cambio. Por otro lado, sectores de la oposición lo acusaron de utilizar las reformas como una estrategia electoral encubierta para mantener el control político de la Ciudad.
Además, el ahorro presupuestario proyectado por la eliminación de las PASO podría enfrentarse a cuestionamientos sobre su verdadero impacto fiscal y los costos democráticos de suspender una instancia clave para la selección de candidatos. Aunque la mayoría de los partidos prefieren definir las internas en una mesa, lapicera y rosca mediante: en el peronismo porteño desde la semana pasada se aceleraron las negociaciones para encumbrar a Leandro Santoro, quien festejaba el desdoblamiento como una posibilidad de despegarse de una elección nacional que tendrá a Cristina Kirchner como referente de la oposición. Para Milei en cambio, el desafío se multiplica, obligado en tal caso a multiplicar las campañas: en suelo porteño el candidato sería Manuel Adorni, aunque muchos especulan con que Patricia Bullrich compita por una banca en el senado.
El desdoblamiento como estrategia electoral
Con esta decisión, Jorge Macri parece estar apostando por un modelo de gestión que priorice la agenda local frente a los embates del discurso nacional, misma bandera que enarbolarán muchos gobernadores (se espera la decisión de Axel Kicillof). La medida también le permite posicionarse como un líder escindido que defiende la autonomía porteña, un tema históricamente sensible para los habitantes de la Ciudad.
En un 2025 que promete ser un año de grandes definiciones, Macri se planta de cara al año electoral con una jugada audaz que, según sus propios términos, busca poner a Buenos Aires primero. El tiempo dirá si esta estrategia logra consolidar su liderazgo o si, por el contrario, abre nuevos frentes de disputa en el complejo escenario político porteño.
por R.N.
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