Nunca un presidente argentino le dio tanta entidad a lo místico y religioso como Javier Milei. No sólo por la conexión que dice tener con Dios, de quien se proclama un elegido, sino incluso por su discurso. “Las fuerzas del cielo” es una de las frases que más suele usar. Por eso es llamativo el arranque que su gobierno ha tenido con el Papa Francisco y con la Iglesia. A este paso, va a necesitar un milagro.
Misterios. Es verdad que la relación había arrancado empiojada luego de los años de insultos de Milei hacia el Papa. Pero un llamado de Francisco al libertario, días antes de que asumiera, prometía encarrilar la situación. Aunque por ahora eso sigue en el veremos.
Como reveló el periodista Lucas Schaerer, el mandatario no recibió a la cúpula de la Conferencia Episcopal antes de Navidad, una tradición que lleva décadas. Desde el Gobierno adujeron problemas de tiempo, pero en la Iglesia no pasó desapercibido que para la festividad de Hanuká, dos días después de asumir, el libertario sí lo tuvo. En cambio, fue Karina Milei quien recibió a Oscar Ojea, presidente de la CEA, en la Rosada. Fue una reunión corta.
A eso se le sumó la llamativa designación de Francisco Sánchez al frente de la secretaría de Culto. Este ex diputado del PRO no dejó culto sin ofender: tiene declaraciones durísimas contra Francisco (“pocos Papas hicieron tanto daño”), contra los judíos (habló de una especie de conspiración internacional), contra el Islam (“hordas islámicas”), sin contar su apoyo a la libre portación de armas o cuando presentó un proyecto para legalizar la pena de muerte. La designación cayó tan pesada en las distintas instituciones religiosas que Sánchez armó una ronda informal de prensa para “pedir perdón” el martes 16, un día después de que se conociera su designación. Un dato más: la llegada del hombre muestra el avance de Bullrich dentro del Gabinete, a quien él responde.
De fondo, se recorta el viaje de Milei al Vaticano. El 12 de febrero es la fecha. El puesto de embajador en aquel Estado sigue vacante. Suenan Luis Beltramino, que ocupa ese lugar en Vietnam, y el empresario Jorge O’Reilly Lanusse, de la órbita del Opus Dei y familiar del ex dictador, además de ex asesor de Sergio Massa.
Y también hay otro tema, la demorada visita del Papa a Argentina. Los que conocen a Jorge Bergoglio dicen que está cada vez más lejana esa posibilidad.
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