Thursday 2 de May, 2024

POLíTICA | 18-01-2024 10:46

Misterio en Olivos: la ruta de los perros de Milei

El Presidente se brotó con una periodista por sus animales. El perro que murió, los clones y la conexión mística. ¿Dónde están?

Unos días antes de la asunción presidencial, a un funcionario se le ocurrió una idea: llevarle alguno de los mastines ingleses a Javier Milei para que este, recién jurado como mandatario, recorriera la cuadra que separa la Casa Rosada de la Catedral junto al animal. En su imaginación, esa imagen del libertario con el gigantesco perro recorrería el mundo y sería tapa de todos los grandes medios. Tan convencido estaba, de hecho, que se lo comentó a la persona que toma el grueso de las decisiones del Gobierno. Pero apenas lo escuchó hablar, Karina Milei lo cortó en seco. “Mirá, primero que nada no es un perro. Es ‘el hijito de cuatro patas’. Y no es para bromas o para posar para las fotos”. El funcionario no volvió jamás a hablar del tema.

Aunque apenas es una anécdota, la escena refleja el corazón de la relación del Presidente con sus animales: literalmente los siente como sus hijos. Por eso montó en cólera cuando la periodista Silvia Mercado contó -luego de una confirmación de una fuente autorizada a ella- que los mastines se habían mudado a la Quinta de Olivos, o por eso les prohíbe a los suyos hablar o mencionar a “El Loco”, la biografía no autorizada sobre él que reveló que Conan está muerto hace años, que sus “hijos de cuatro patas” son sus clones, que piensa que estos lo asesoran en distintas áreas y que el fantasma del original lo puso en comunicación con Dios. En criollo, es una fibra sensible.

La violencia del comentario a Mercado -“mentirosa serial”- volvió a agitar un tema que ya durante la campaña apareció: ¿dónde están los perros de Milei? ¿Cuántos son en verdad? ¿Por qué insiste con la versión de que Conan está vivo, si murió en el 2017?

Voceros del Gobierno aseguran que hoy están en “una guardería”. Al menos hasta que Milei se mudó al hotel Libertador, al final de la campaña, los animales vivían en el country en Benavídez. Antes, durante la pandemia, estuvieron casi dos años en el refugio Don Torcuato, un lugar emblemático de la zona norte. Su paso previo había sido más polémico: Milei los tenía en su departamento de 100 metros cuadrados en el Abasto. Como ahí no entraban -pesan 100 kilos y miden casi dos metros de parados- mandó a derribar paredes, y luego diseñó un extraño sistema en el que mediante poleas los tenía atados al piso. Quizás por esa atípica infancia es que, como contó el propio Milei, los animales son bastante agresivos.

Lo que se desconoce es cuántos quedan vivos. Es que los animales son las copias genéticas de Conan, tarea que se hizo en la empresa Perpetuate, a principios del 2018 en Estados Unidos. “Se toma una muestra de tejido, por lo general un trozo de piel muy pequeño, que luego recolecta un veterinario y envían acá las muestras”, cuenta Ray Page, uno de los dueños de la compañía (ver recuadro).

El inconveniente con los clones es que tienen menor expectativa de vida, que se suma a que los perros de esta raza suelen tener como tope unos 12 años. Además, Milei sigue sin reconocer que el Conan original está muerto, y el hecho de la conexión mística que dice tener con él -tesis según la cual el “hijito de cuatro patas” lo conecta con Dios- alimentan todo tipo de fantasías. En las redes sociales hay cientos de comentarios de gente convencida de que en verdad están todos muertos. Algunas fuentes, que fueron al country del libertario en Benavídez, juran que vieron a cuatro y no cinco animales, como deberían ser entre Murray, Robert, Milton, Lucas y el segundo Conan. Misterios de ultratumba.

“En 15 días los animales estarán en Olivos”, dicen desde el Gobierno, donde juran que la demora es por la finalización de los caniles que instalarán para reforzar la caballeriza de la residencia, donde vivirán. Cuando lleguen los clones, en principio, terminará esta novela. O quizá todo lo contrario

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Juan Luis González

Juan Luis González

Periodista de política.

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