A Patricia Bullrich le molesta estar acompañada de seguridad oficial. Los que la conocen dicen que siempre fue así. Como ex ministra de Seguridad, de hecho, le corresponde una guardia de la Policía Federal. Su reemplazante, Sabina Frederic, le asignó a principios del 2020 un destacamento para que la vigilase. Pero la presidenta del PRO, fiel a su estilo, no quiso aceptar ese convite y los rechazó.
En ese agujero aparecieron los autoproclamados “halcones republicanos”. Son un grupo de jóvenes admiradores de la halcona mayor, todos de menos de treinta años. Ellos se turnan entre sí para acompañar a Bullrich a las giras o a los eventos en público que tiene, para ayudarla con la logística, la seguridad y el armado de la agenda.
Es un trabajo que hacen ad honorem, que arrancó a principios de este año y que es muy valorado por el equipo de la política. Es la guardia pretoriana de Patricia, que va a sumar bastante kilómetraje en el año electoral que se viene.
por R.N.
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