Augusto Rodríguez Larreta y Gastón Manes tienen algo en común: sus hermanos son personalidades célebres. Por un lado Horacio Rodríguez Larreta, el jefe de Gobierno porteño, y por el otro Facundo Manes, el neurocientífico que este año se lanzó a la carrera política en busca de fortalecer el espacio del radicalismo dentro de la alianza Juntos.
El Rodríguez Larreta
Augusto creció en una familia que lo llevó a mamar la política desde muy joven. Su padre Horacio –se llamaba igual que el jefe de Gobierno porteño– fue un importante dirigente desarrollista y funcionario del gobierno de Carlos Menem. Por aquellos años, Augusto comenzó a dar sus primeros pasos en la comunicación política. Fue vocero de dos ex ministros menemistas. Primero Oscar Camilión (Defensa) y luego Roque Fernández (Economía). Después pasó al sector privado, donde trabajó en IRSA, una de las desarrolladoras más importantes del país, propiedad de Eduardo Elsztain. Allí estuvo a cargo de la gerencia de Relaciones Institucionales y luego pasó a la función pública en 2012, cuando asumió como Nº 2 de Emilio Monzó en el Ministerio de Gobierno de la Ciudad durante la gestión de Mauricio Macri. En 2015 renunció para trabajar en la campaña para jefe de Gobierno de su hermano. Ya con la elección puesta se dedicó a asesorar empresas y fondos de inversión hasta este momento, en el que vuelve a sentarse en una mesa de campaña pensando en el proyecto presidencial de su hermano para 2023.
Hoy, Augusto es los ojos y los oídos de su hermano en materia política y también personal. Desde que el jefe de Gobierno porteño de se separó de su esposa, la wedding planner Bárbara Diez, el vínculo con Augusto se fortaleció, sobre todo en el acompañamiento a la hora de armar reuniones con dirigentes de otros espacios y también empresarios. La agenda del hermano menor de Rodríguez Larreta incluye personalidades que van desde dirigentes sociales hasta el ex presidente francés Nicolás Sarkozy o el español Felipe González. En noviembre de 2019, cuando González estuvo en Buenos Aires, Augusto organizó una comida en su casa para su hermano Horacio.
En los ‘90, Augusto acompañó a su hermano en la fundación de un think tank que se conoció como Grupo Sophía, que funcionó como una usina de ideas que luego terminó nutriendo al PRO de dirigentes como María Eugenia Vidal, Carolina Stanley y Esteban Bullrich. En este punto tiene un elemento que lo emparenta con Gastón Manes, el hermano menor de Facundo que también está detrás del armado de un think tank llamado Con Argentina.
El Manes
Gastón nació en Salto, provincia de Buenos Aires, donde lo conocen como “Chinchu”. El apodo se debe a uno de los payasos del circo que iba al pueblo cada temporada. Gastón y Facundo, su hermano mayor, eran muy chicos y como diversión acomodaban las sillas y así entraban gratis. Los payasos se llamaban “Goropito” y “Chinchulín” y un vecino de la zona que los veía siempre juntos los apodó “Goropo” y “Chinchu”. Facundo es “Goropo”.
Cuando vinieron a estudiar a Buenos Aires, vivieron juntos en un departamento que alquilaban en Flores. Se llevan un año de diferencia, y mientras Facundo estudiaba Medicina, Gastón cursaba Derecho. Corría 1988 cuando Gastón desembarcó en Buenos Aires y se acercó a Dante Caputo, con quien se puso a trabajar rápidamente en su campaña para diputado de 1989. Así fue como en paralelo a sus estudios, militaba en política muy cerca de un funcionario y lejos de la militancia universitaria. En 1993 se recibió de abogado y comenzó a trabajar en un estudio legal, mientras su hermano comenzaba a perfeccionarse en el conocimiento del cerebro.
En 1999, Gastón se fue a vivir a Londres para perfeccionar sus estudios en Derecho internacional, mientras su hermano Facundo se especializaba en Cambridge. Para finales del gobierno de De la Rúa, ambos hermanos ya estaban de vuelta en el país. Gastón puso un estudio de abogados con su actual socio Marcelo Savransky. Facundo comenzó a trabajar en el departamento de neurología del Instituto Fleni, donde encabezó el área de neurología cognitiva. En 2005 la relación entre directores del Fleni y Manes comenzó a volverse más tensa, por lo que Gastón lo animó a armar su propia fundación. En los años anteriores, Gastón había acumulado un colchón de ahorros que le permitía encarar la aventura.
Se podría decir que la celebridad de Manes en parte está respaldada por el apoyo económico y anímico de su hermano. En política podría suceder algo similar. Facundo Manes goza de la popularidad y de su imagen como neurólogo invitado a los programas de TV y a las radios para hablar del cerebro, pero las redes políticas fueron desplegadas por Gastón.
La vida de los hermanos Manes solo puede ser analizada en conjunto. Hace unos años, Gastón se cruzó en una cena con Eduardo Menem, el hermano menor del ex presidente Carlos Saúl, y en esa charla, el ex senador le dijo que había entrado a la política porque su hermano se lo había pedido cuando llegó a la presidencia, pero que antes siempre se había dedicado a la abogacía. En el caso de Gastón es al revés, porque es él quien lo empuja a Facundo al barro de la política.
Cuando ambos estaban en el secundario, en 1984, Facundo ganó la elección del centro de estudiantes y se convirtió en el presidente. La idea de que Facundo encabece la lista había sido de Gastón.
Comentarios