Wednesday 1 de May, 2024

POLíTICA | 23-11-2019 15:31

River, el nuevo equipo del poder K

Alberto y los suyos tienen vínculos insólitos con el equipo millonario. El funcionario vecino de Gallardo y el secretario que no pudo viajar a Lima. El partido de Albistur contra las leyendas del club.

Hoy será un día trascendental para millones de hinchas de River. Entre los que tendrán los ojos puestos en la final de la Libertadores contra Flamengo, habrán varios de los encargados de manejar los hilos del país a partir del 10 de diciembre. Es que el conjunto que dirige Marcelo Gallardo es el nuevo equipo del poder K, y entre las filas de Alberto Fernández se encuentran varios fanáticos con historias insólitas alrededor del club de Núñez.

Uno que por estas horas se lamenta es Julio Vitobello, futuro secretario general de la Presidencia. Ex titular de la Oficina Anticorrupción y fanático de River, ya tenía la entrada para la final de la Libertadores en Lima. Pero pasaron cosas, como que su íntimo amigo desde hace décadas ganó la presidencia y lo designó en un importante lugar. Incluso, desde los pasillos del albertismo aseguran que el futuro mandatario le pidió que no viaje hasta Perú, para que se quede trabajando para su nuevo cargo. Fernández, que lo conoce bien, sabía que Vitobello, que había viajado a Dubai y a Madrid para alentar a su equipo, se iba a subir a un avión si no se lo impedía.

Otro que tiene una historia impensada con River es Gustavo Béliz, que en menos de un mes estará al mando de la Secretaria de Asuntos Estratégicos. El ex ministro de Justicia de Néstor Kirchner, que terminó exiliado del país luego de mostrar el rostro del espía Jaime Stiuso en público, comparte una profunda amistad con el DT millonario. Se conocieron en Washington, Estados Unidos, donde Marcelo Gallardo realizaba sus últimos pasos como futbolista profesional. El “Muñeco” jugó allí en el equipo D.C United, mientras que Béliz se desempeñaba en el Banco Interamericano de Desarrollo. Casualidades de la vida: fueron vecinos. Aunque el futuro secretario de Fernández es hincha de Boca –incluso tuvo un paso como periodista deportivo en la revista “El Gráfico” en los  ochenta-, la relación con Gallardo se afianzó por aquellos años, y varias veces lo fue a ver jugar al estadio Robert F. Kennedy. El destino también los volvió a cruzar en Montevideo, en el 2013, en donde Gallardo dirigía a Nacional, el último equipo en el que estuvo antes de pasar a Núñez. La relación entre ambos se hizo tan fluida que también trabaron amistad sus hijos, entre los que está Nahuel, que hoy juega en la primera de River. Dicen los que los conocen que los Béliz, todos bosteros, tienen sentimientos cruzados cada vez que se da un Superclásico.

Incluso Alberto Fernández tiene una relación especial con un hombre clave de River. “Cholo”, le dice el futuro Presidente a Rodolfo D’Onofrio,  el titular del club de Núñez. Es un apodo amistoso que, dicen, inventó Fernández. Ambos se conocen desde los 90, cuando Fernández estaba al frente de la Superintendencia de Seguros y D’Onofrio era presidente de la Acción de Compañía de Seguros. Son muy amigos, algo que se notó en el sentido mensaje de Whatsapp que D’Onofrio le dejó en la noche del 27 de octubre, para felicitarlo por la victoria electoral. El presidente gallina también tiene relación fluida con Enrique Albistur, ex secretario de Medios K e íntimo  amigo de Fernández. “Pepe”, dueño del departamento de Puerto Madero en el que vivirá Alberto hasta el 10 de diciembre, cuentan, le habría ofrecido a principios de año a D’Onofrio ser el hombre que liderará la lista del Frente de Todos en Capital. Al veterano dirigente futbolero no le cerraba la idea de competir en el mismo frente de Cristina, y le agradeció la oferta a Albistur y a Fernández y siguió de largo. Al final el candidato fue otro hombre  del fútbol, Matías Lammens, pero la relación con D’Onofrio permaneció intacta. Incluso en el avión que lo llevó hasta Lima viajó Juan Ignacio, hijo de Albistur, vocal de la Comisión Directiva de River. Los Albistur, que tienen un palco en la cancha millonaria, guardan una buena anécdota con River: en el 2015 ganaron, en la cena solidaria del club, el premio mayor, que es jugar un partido dentro del estadio contra las leyendas del club. Varios que participaron de la negociación para definir al 11 titular del equipo de Albistur cuentan que ese tira y afloje fue más difícil que el de un cierre de listas. Hubo dos que quedaron más que felices con la oportunidad: Juan Manuel Abal Medina, que por entonces mantenía relación con las filas K, y Vitobello. Los dos se sacaron fotos con Gallardo en aquel encuentro, y las usaron durante años como imagen de perfil del Whatsapp.

Eduardo Valdés también es hincha fanático de River. No sólo posee varios recuerdos del club en su café “Las Palabras” –en el que incluso tiene una réplica tamaño natural de la copa Libertadores que ganó su equipo en el 2015-, sino que su pasión lo llevó a protagonizar una anécdota que dejó atónitos a varios en el mundo diplomático. Todos los embajadores tienen una contraseña personal con la que se mueven en la embajada, y la costumbre es que cuando uno se retira de ese cargo, se la deja al que viene, con la condición de que la cambie, casi por una medida de seguridad. El tema es que la que usaba Juan Pablo Cafiero en el Vaticano era “Club Atlético River Plate”. Valdés, que llegó a la Santa Sede en el 2014, se negó a cambiarla, y siguió usando la misma contraseña hasta el último día del gobierno K. Con el legado con el que Cafiero también tuvo éxito fue con transmitirle la pasión millonaria a su hijo, Santiago. Dicen que esa familia es cabulera, y que por eso el futuro jefe de Gabinete rechazó varios ofrecimientos, que le hicieron en estos meses, de ir a ver a su equipo a un palco en la cancha. No había ido en estos tiempos y no quería tentar a la suerte. Del futuro Gabinete que gestionará Cafiero, hay al menos otros dos de River: Alberto Iribarne, ex ministro de Justicia, y Felipe Solá, futuro canciller.

 

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Juan Luis González

Juan Luis González

Periodista de política.

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