El peronismo va a cumplir 76 años. Pero todavía siguen habiendo debates por saldar. Santiago Farrell no sólo es un periodista galardonado sino que también es autor del libro “Peronismo, cómo explicar lo inexplicable”, y asegura que el peronismo de ahora no es el mismo de antes. Vaticina que las diferencias internas del partido se van a ir acentuando y que no piensa que ganen las elecciones en noviembre.
Noticias: ¿A qué se debió el triunfo de Perón en las elecciones de 1946?
Farrell: Definitivamente el triunfo del peronismo en 1946 se debió a la serie de ofrecimientos dirigidos a la clase trabajadora. Llevaron hacia adelante una serie de medidas de ese tipo, muy extensas, que hicieron que se incorporara verdaderamente una masa de trabajadores al país, porque hasta ese momento no eran ciudadanos plenos. Una situación que aún hoy no se da en algunos países, de la manera en que se dio en Argentina por aquellos años.
Hay muchas cosas para cuestionar pero objetivamente esa situación sentó un precedente y una diferencia muy grande con lo que se vivía antes. Yo cuento siempre una anécdota que le comentó una vecina a mi mujer, quien viene de un barrio obrero. El hermano de su vecina había conseguido un trabajo y había cobrado su primer aguinaldo, una cosa que jamás hubiera existido; y la madre creyó que lo había robado. Esto por lo extraordinario que podía parecer que una familia de esa clase cobrará también aguinaldo o vacaciones pagas. Todo eso se hizo con un montón de dinero que había en el país por una serie de causas.
Noticias: Después llega el golpe de Estado. ¿Cómo llegó?
Farrell: El gobierno de Perón fue reforzando su carácter de ellos y nosotros, esa retórica que retomó mucho en el siglo XXI el gobierno de Chávez en Venezuela, de los Kirchner y de Correa en Ecuador. Hubo cosas abusivas en la vida cotidiana. Los directores de escuela debían usar un pin con la imagen del peronismo. Se los presionaba para afiliarse y había que estar enrolado para crecer en la función pública. Muchas veces la alcahuetería en un régimen tan personalista viene de los que están abajo, para ganar puntos.
En esa época había circulado un chiste muy popular: Perón tenía un encuentro y no se acordaba qué hora era, entonces al preguntar a sus asesores qué hora es uno le contestó: “La que usted quiera mi general”. Hay varias historias de intelectuales peronistas como Arturo Jauretche que contaba que el círculo que lo iba rodeando, se iba haciendo muy autocrático. Se controlaba la prensa de una manera total. Directamente se empujaba el cierre de los diarios, se los compraba literalmente. Casi no había prensa opositora. Se les pedía a los artistas muestras de fidelidad. Todo esto como lado B de lo que pasaba, lo cual afectaba a una parte de la sociedad, no a toda, sobre todo a las clases medias, que les parecía muy irritante.
Noticias: Aparte de todos los beneficios sociales que recibió la clase obrera, ¿qué otra cosa le dio fuerza al movimiento?
Farrell: Evita es la madre porque este fue un movimiento paternalista. Ella tenía sus cabecitas negras, sus descamisados. Fue proclamada como la jefa espiritual de la Nación. Su famosa frase fue “Donde hay una necesidad hay un derecho”. Tenía una fundación desde donde entregaba cosas como máquinas de coser por ejemplo, para que la gente se abriera paso con su trabajo. No daba planes como ahora, daba máquinas de coser. Mantuvo un vínculo afectuoso con la gente de abajo.
Noticias: ¿Qué es lo que nutre al primer peronismo?
Farrell: El peronismo surge doctrinariamente de la Iglesia Católica, es una derivación de la doctrina social de la iglesia, que remonta sus orígenes en la encíclica de 1891 Rerum novarum, del papa León XIII para luchar en contra de las propuestas socialistas de la época y sobre la cual se basó y escribió el Papa Juan Pablo II en su nueva encíclica de 1981, sobre el trabajo humano: Laborem Exercens.
Lo que Perón llamó la comunidad organizada, no la lucha de clases. Además, siempre proclamó en aquel momento lo que él llamaba la tercera posición, que era estar contra el capitalismo liberal de Estados Unidos y contra el marxismo ateo de la Unión Soviética. Ese primer peronismo reintrodujo las clases de religión en la escuela pública. La Argentina fue uno de los primeros países del mundo en tener un sistema de escuela públicas del siglo XIX, cuando ni siquiera las grandes potencias lo tenían y había sido hecho a distancia de aquella clase dirigente que era una clase dirigente que adhería a principios liberales. Liberales en el sentido original de la palabra.
Noticias: Por la instrucción militar de Perón en Alemania, ¿tal vez se unieron el fascismo y el catolicismo para dar a luz a este movimiento?
Farrell: Sí, yo creo. Hay una famosa organización que hizo el fascismo de la sociedad que se llamaba La Carta del Lavoro. Habla de cómo se nutre la sociedad para el fascismo, y básicamente es una sociedad corporativa. Un principio que rige aún hoy en nuestro país. Es decir: la corporación a la que pertenece es la que te define, y esto lo separaban del individualismo liberal, o de la masa del ateísmo y materialismo histórico de los marxistas. Por eso eran la tercera posición.
La influencia del fascismo fue más en ese sentido que en otro. El peronismo no tuvo antisemitas en su gestión, pero en realidad no hizo política antisemita, para nada. Fue el primer país en reconocer al Estado Israelí. Evita viajó a Israel en su momento. El embajador argentino en Israel fue una figura muy renombrada en su momento, cuyo hijo fue el director de la Biblioteca Nacional hace pocos años. Que tenía elementos, tenía elementos.
Además, Perón tuvo una formación en el ejército alemán y el ejército argentino estaba moldeado al estilo alemán, no al estilo norteamericano. La vestimenta y el protocolo eran muy parecidos. En el ejército había sectores pro nazis cuando empieza la guerra. Yo solo ahí matizo: pro nazis sin que en aquel primer momento se conociera lo que significaba eso en cuanto a solución final y todas esas cosas. Por supuesto que ya había muchas cosas claras, pero no.
Así como llegaron muchos nazis ex jerarcas, también llegaron muchos judíos a la Argentina desde los años 30.
Noticias: ¿Qué piensa sobre la derrota del peronismo en las primarias de septiembre?
Farrell: La derrota más significativa que sufrió el peronismo no fue esta sino la de 1983 en la recuperación democrática, cuando el peronismo quedó fuera del espíritu de los tiempos, cuando creyó que con las viejas consignas y apelaciones a Perón y a Evita iba a ganar las elecciones. Derrota de 52 a 40 lo cual quiere decir que gran parte del voto obrero votó en contra del peronismo, porque se había limitado a levantar esas consignas y porque estaba fresco aún el recuerdo del gobierno de 1973 a 1976 que especialmente en sus dos últimos años antes del golpe, fue un desastre.
Una derrota cuando el país tuvo un episodio de hiperinflación tremendo, cuando se dispararon los precios con una devaluación y la gente todavía tenía muy fresco eso. Fue en la época de Menem que el peronismo se fue reconstruyendo y cambiando mucho. Después vino la derrota del 2015, que fue casi por décimas, y en segunda vuelta, el país fue partido a la mitad. Hasta que llegó esta esta derrota que fue muy grande.
Noticias: ¿Cree que en noviembre va a poder repuntar el gobierno?
Farrell: Yo creo que no. Por las notas que publico de sociólogos de gente que está haciendo estudios. La gran esperanza del gobierno es que aumente la participación. Confían en que muchos no fueron a votar fue porque Las Paso no terminan de ser unas elecciones propiamente dichas, porque estaban enojados.
Por eso vas a ver que parte de la campaña del gobierno es ojo que viene la derecha ojo que viene el cuco, como para llamar a votar al que no votó. Van a empezar a hablar de la deuda, una campaña de miedo para ese lado.
Noticias: ¿Qué le depara al peronismo como fuerza electoral en la Argentina?
Farrell: Hay varios peronismos. Básicamente hoy hay dos peronismos: el peronismo de los Kirchner que se concentra en el Gran Buenos Aires, es el 40% de la población. Y hay otro peronismo de los gobernadores del interior, que ahora ha dado un paso adelante con Manzur. Es un peronismo conservador de centro y derecha, celeste como le decimos acá que no tiene nada que ver con el tema del aborto. Manzur declaró que la provincia de Tucumán es una provincia pro vida.
Noticias: ¿Qué une a las dos fuerzas peronistas?
Farrell: La palabra peronismo hoy engloba varias cosas, como siempre ha sido, pero ahora mucho más, no es lo mismo hablar desde el kirchnerismo que del peronismo del interior. Creo que con el tiempo esas diferencias se van a ir acentuando. Los une una vocación común de poder que ha tenido siempre el peronismo, que sabe postergar las diferencias en aras de estar en el poder.
Noticias: ¿Crees que el peronismo del interior va a emerger?
Farrell: Van a tener que convivir juntos porque no son mayoría si van separados eso está clarísimo, cada vez que han ido separados pierden. No sería la primera vez. Van a tratar de buscar un punto de equilibrio para quedarse juntos porque también los del interior saben esto. Los del interior han perdido en algunas provincias. Ganan en las provincias más conservadoras: Salta, Tucumán, La Rioja. Donde hay muy poco empleo que no sea público. Cuando más desarrollada es la provincia menos se da eso, Santa fe, Córdoba, Buenos Aires, por ejemplo.
Noticias: Un peronismo sin dinero, ¿cómo puede proveer para las necesidades económicas de la masa popular?
Farrell: Un peronismo sin dinero es la peor de las opciones, porque básicamente su fuerte ha sido la distribución, no la generació. En los últimos tiempos más todavía, por eso estamos viviendo esta crisis tan grave de un poder distributivo que no sabe qué distribuir.
*Gabriela Egas es alumna de segundo año de la Escuela de Comunicación.
por Gabriela Egas
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