Friday 26 de April, 2024

POLíTICA | 29-04-2023 00:17

Secretos de la Señora 5

Maneja a los espías de la AFI pero es una completa desconocida. Su pasado como secretaria privada de Agustín Rossi.

Desde aquel cimbronazo a fines del 2014, cuando la Secretaría de Inteligencia fue descabezada, no pudo volver a recuperar el músculo. Con despidos masivos, renovaciones constantes, cambios de administración y temor a empoderar a los espías, los diferentes gobiernos fueron relegando el rol de la AFI hasta el punto de poner al frente a una funcionaria poco conocida, sin trayectoria y en calidad transitoria, como los últimos tres jefes de esa institución.

A lo largo de la historia, el área de Inteligencia siempre estuvo en manos de personas de máxima confianza del Presidente, no solo por la sensibilidad de la información que se maneja, sino también por los recursos económicos con los que cuenta el organismo. La AFI tiene un presupuesto secreto que puede ser ejecutado de manera discrecional. 

En la gestión de Alberto Fernández, esta costumbre se discontinuó y la AFI pasó a ser una institución marginal casi sin recursos y con jefes casi sin relación con el Presidente. Y mucho menos, gravitación sobre la política.

Hoy, al frente de la casa de los espías está Ana Clara Alberdi (38), que fue presentada el pasado 16 de febrero por Fernández. En el comunicado apenas se destacan dos párrafos de su currículum, en el que se incluyen su carrera como licenciada en Ciencias Políticas de la Universidad de Buenos Aires, un postgrado que aún no terminó en la Universidad Torcuato Di Tella sobre Políticas Públicas y luego sus antecedentes laborales, siempre al lado de Agustín Rossi, el actual jefe de Gabinete que la dejó en el cargo cuando pasó de la AFI a la Jefatura de Gabinete.

El nombramiento de Rossi en su nuevo cargo, tras la salida de Juan Luis Manzur, disparó una serie de sucesos que derivaron en la reacción de la dirigente santafesina y ex pareja del jefe de ministros, Carmela Moreau, quien hasta un día antes de la asunción de él era asesora de la Jefatura de Gabinete. Su texto de renuncia estuvo plagado de críticas a la gestión de Alberto, pero también flotó en el aire la sensación de que se iba porque terminó en muy malos términos con su ex y no tenía intenciones de trabajar subordinada a él. No lo necesitaba. En las entrevistas posteriores también se refirió a la nueva jefa de la AFI: “No comparto abiertamente quién quedó al frente de la AFI porque no tiene la idoneidad, capacidad de gestión, ni la trayectoria para estar al frente de la Agencia Federal de Inteligencia. Es una irresponsabilidad”. En sus intervenciones, Moreau describió que Alberdi empezó trabajando como secretaria privada de Rossi, a quien acompaña desde hace más de 15 años y con quien terminó ejerciendo cargos políticos, como jefa de despacho en la Cámara de Diputados, jefa de Gabinete en el Ministerio de Defensa y luego como su segunda en el mando dentro de la AFI.

Historia. Ana Clara Alberdi nació en un pueblo llamado San Gregorio, al sur de Santa Fe, donde su padre es un reconocido dirigente y actual presidente comunal en uso de licencia. Allá la conocen como la hija del “Vasco” Alberdi y gracias a esa militancia familiar se trabó un fuerte vínculo político con Rossi. Cuando la jefa de la AFI cursaba sus últimos años de la facultad, Rossi desembarcó en Buenos Aires como diputado nacional, unos años más tarde comenzó a trabajar con él y lo siguió hasta el presente.

La Agencia Federal de Inteligencia hoy no tiene mayores actividades más allá de pagar los salarios de los agentes y sigue intervenida sin la posibilidad de normalizar su funcionamiento. Es decir que está en un estado de letargo. No se invierte en tecnología, no hay colaboración con organismos extranjeros y tampoco se destaca por investigaciones relevantes. No previeron el atentado a Cristina Kirchner, no hay idea de cómo abordar el avance del narcotráfico y tampoco cuenta con registro de la infiltración de agentes rusos en el país. El único sector interno que estaría siendo favorecido es el de La Cámpora, encabezado por el jefe de Contrainteligencia Esteban Carella, que tras la salida de Cristina Caamaño sumó un poco más de poder.  

La gestión de Caamaño no tuvo mayores logros, más allá de actividades con organismo de Derechos Humanos, y el breve interinato de Agustín Rossi dejó algunas torpezas como promocionar una actividad de entrega de medallas a agentes retirados que casi expone la identidad de los ex espías. También relanzó una revista que se producía en la Escuela de Inteligencia.

Ahora, entre las actividades que promociona la web de la AFI está la salida del segundo número de la revista. Al parecer, hay poco trabajo.

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Rodis Recalt

Rodis Recalt

Periodista de política y columnista de Radio Perfil.

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