El mensaje se repite en cada uno de los políticos que da su declaración a los medios: “Vengan a votar”, dicen. Es que hay una honda preocupación por el nivel de abstención que pueda haber en estas PASO 2023.
El récord negativo desde el regreso de la democracia se registró en 2021, cuando sufragó apenas el 68% del padrón. Claro, el contexto era particular: todavía el país estaba en medio de la pandemia y mucha gente prefería cuidar su salud. Esta vez debería ser distinto, aunque hay una serie de conceptos que empañan la elección: “desánimo”, “frustración” y “crisis” son algunas de las palabras que escuchan de la militancia.
“Vengan a votar a 40 años de democracia. Las últimas horas de campaña el trabajo se interrumpió por algo de mucho dolor para los argentinos y argentinas”, reconoció Sergio Massa, precandidato del oficialismo. Y completó: “Por eso hay que remarcar que estas horas son importantes para que vayamos a votar”.
Un rato después, al emitir su sufragio, Horacio Rodríguez Larreta, precandidato de Juntos por el Cambio, insistió con el mismo tema: “Lo importante es que vayan a votar. Yo entiendo que hay frustración, pero el camino es votando. Hacerlo en paz y con tranquilidad”.
El dato duro que reciben de las elecciones realizadas este 2023 es elocuente. De las 16 provincias que eligieron gobernador, en 14 bajó la participación. Hasta los comicios de Santa Fe, unas 5 millones de personas se habían ausentado.
El inicio de una fría mañana de domingo no fue el más auspicioso: escuelas semi vacías aguardaban por los electores. En medio de una crisis y un clima enrarecido por graves hechos de violencia, los políticos analizan qué puede suceder con los resultados, si la cantidad de electores sigue bajando.
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