Friday 29 de March, 2024

POLíTICA | 07-03-2020 15:55

Anécdotas machirulas y planes de las feministas del Gobierno

Hablan Losardo, Frederic, Gómez Alcorta, Bielsa, Donda, Caamaño, García y Mirassou. La nueva forma de ejercer el poder. 

“No pasa un sólo día, en los pasillos de la administración general, en que no me cruce con un hombre que me diga: ‘Estás muchas horas acá adentro, ¿tenés hijos?’ ‘Sí, dos’, respondo. ‘¿Y cómo haces?’ Lo mismo que hacés vos”.  La directora general de la DGI, Virginia García, cuenta la anécdota con gracia y la platea que escucha la interrumpe para aplaudir y romper en risas, como en un show de stand up. También se suman las siete ministras y funcionarias del Gobierno con las que comparte panel y que a su turno, revelarán conversaciones con espías y jueces, contarán su forma feminista de ejercer el poder y hasta harán autocrítica por sus propias formas poco deconstruidas.

Virginia García.

Con el celular en la mano, Elizabeth Gómez Alcorta, cronometra las disertaciones durante la jornada “Mujeres argentinas en el Gobierno”, que organizó la Sindicatura General de la Nación en la semana previa al 8 de marzo. Tienen cinco minutos cada una y nadie quiere robarle tiempo a la otra, entonces miran a la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad para saber si se pasaron. 

El reparto equitativo del tiempo no les parece menor: quieren construir una nueva forma de ejercer el poder, que no sea verticalista ni acumulativo, como manda el modelo tradicional del patriarcado. “En general las mujeres ejercemos el poder de otra forma y está vinculado al cuidado, con un otro u otra situado en su contexto. Pensamos que el poder circula, por eso trabajamos en redes”, explica Gómez Alcorta. Y acto seguido, invita a replicar ese modelo en la función pública.

Elizabeth Gómez Alcorta.

Victoria Donda le pone imagen a la idea: “El poder es un asiento prostático de bicicleta. Si una mujer se sube a esa bicicleta es re incómodo. Lo que tenemos que hacer es sacarlo y construir una forma de ejercicio de poder que nos sea cómoda, porque ese asiento no está hecho para nosotras”. La interventora del Inadi se gana una ovación.

Para Marcela Losardo, “compartir el poder” es una de las claves del éxito. “Seamos solidarias entre nosotras, trabajemos en redes, pasemos la barrera mental de la competencia con el mismo género”, pide la ministra de Justicia, la primera mujer en ocupar ese cargo. La amiga y ex socia del Presidente, se define como “políticamente incorrecta” y cuenta, sin dar nombres, las conversaciones cotidianas en las que jueces y otros funcionarios judiciales repiten la idea de que “hay algunos fueros, como los de familia, que están reservados para las mujeres”. “Hay que ayudar a que más mujeres lleguen a los cargos”, reclama y pide ir “de la mano con los hombres”.

Marcela Losardo.

Sabina Frederic hace una propuesta que vuelve a generar un aplauso cerrado: “Tenemos que pensar en licencias compartidas”. Para la ministra de Seguridad, las mujeres tienen “la obligación de tener sensibilidad hacia las distintas formas de subordinación, sometimiento y discriminación” y para eso, de nuevo, “el ejercicio del poder de las mujeres debe atender esos problemas”.

La hora pasa rápido. La síndica adjunta de la Sigen, Irma Miranda, da paso a Susana Mirassou, la primera mujer que preside el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). En el organismo, el 60% de los 6.900 empleados son hombres y a medida que se sube en la pirámide de poder, cada vez hay menos mujeres. “El trabajo con perspectiva de género puertas adentro de la institución es reciente”, cuenta Mirassou, que ya avanza con protocolos internos, capacitaciones por la Ley Micaela y otras herramientas para promover la igualdad en contacto con todas las áreas del Gobierno.

“Me siento avergonzada porque a mis alumnos, hasta hace dos meses, no les decía ‘todos y todas’”, se sincera María Eugenia Bielsa. La ministra de Desarrollo Territorial y Hábitat asiente ante las propuestas de sus colegas y comparte una anécdota que genera debate: “El otro día, en una firma de un convenio, me encontré con un alto representante de una provincia que estaba muy cansado. Me dijo que era un día duro porque empezaban las clases y se había levantado a las 5 para preparar el desayuno para la familia, llevar a los chicos a la escuela y después abrir las sesiones legislativas”, cuenta esperanzada.

Victoria Donda.

A la interventora de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Cristina Caamaño, casi no se le conoce la voz. Por eso sorprende cuando habla con ironía y causa carcajadas entre sus colegas y el auditorio. En una de sus intervenciones, la jefa de los espías le habla a Bielsa: 

-Ese legislador no estaba haciendo más de lo que hicieron todas las mujeres durante toda su vida.

-Es un gobernador. -Le aclara Bielsa. Siguen los intercambios y aclaraciones. Y ambas ríen al final.

Caamaño sigue: “En la AFI son 60% hombres y en los cargos más altos la diferencia es más grande”. Y revela la estrategia que está llevando adelante: “Más de 70 espías, o agentes digamos, se capacitaron en la Ley Micaela". Asegura que todos se mostraron interesados y cuenta que está trabajando para que "una transexual entre a la AFI. Sería todo un hito porque es un ámbito bastante machirulo”. Vuelven las risas.

Alberto Fernández cierra el panel de mujeres del Gobierno.

Falta poco para que llegue el presidente a cerrar el panel. Cuando por fin toma la palabra, pide terminar con las “lógicas de la discriminación y la desigualdad”. Alberto Fernández lamenta que no esté en la sala su secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra, a quien le atribuye haberle “machado durante mucho tiempo sobre este tema con razón”. Y cierra con un pedido de acción directo a los varones: “No podemos mirar impávidos cómo esas cosas ocurren".

Galería de imágenes

Daniela Gian

Daniela Gian

Periodista de política.

Comentarios