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SHOWBIZ | 28-07-2022 10:13

"El elixir de amor" de la ópera que atrapó a Javier Camarena

El tenor mexicano regresa al país para presentarse en el Teatro Colón con la ópera de Donizetti. Repasa sus inicios y el impensado salto a la lírica.

Nació en Xalapa, Veracruz. Estudio en la Universidad Veracruzana con honores, y en 2004 hizo su debut profesional en el Palacio de Bellas Artes mexicano como Tonio en La Fille du Régiment. Un salto que lo llevaría dos años después a unirse a la Ópera de Zúrich.

Ovacionado en tres producciones en el MET neoyorquino, con La Cenerentola (2014), Don Pasquale (2016) y la Fille du Régiment (2019), Javier Camarena repitió con éxito La Hija del Regimiento en el Teatro Real de Madrid, en el Liceu de Barcelona, y en la Royal Opera House, donde accedió al bis en cada una de sus cuatro funciones. 

Con numerosas distinciones en sus hombros es uno de los “50 líderes que están transformando su nación” en México, y uno de los grandes tenores del momento, quien regresa a Buenos Aires tras su debut en el Teatro Colón en 2017, para brindar un concierto en el que estará acompañado por la soprano chilena Alyson Rosales y el pianista de origen cubano Ángel Rodríguez (este sábado 30 de julio a las 20 horas).

Javier Camarena

Y el 2, 4, 7, 10 de agosto se pondrá en la piel de Nemorino, el campesino ingenuo, protagonista de El elixir de amor (L'elisir d'amore), la ópera escrita por Gaetano Donizetti y Felice Romani que se presenta en agosto en el coliseo porteño, con dirección  musical y escénica de Evelino Pidò y Emilio Sagi, y vestuario de la genial Renata Schussheim.

“Vamos a cantar Romeo y Julieta, y tenemos después Verdi, pasajes del romanticismo francés y Puccini. Un repertorio tuvo que adaptarse a la soprano que me acompaña, Alyson Rosales, con partes de óperas que estaré cantando ya completas en breve, como es el caso de la Traviata y Manon. Voy a estar fogueando todo este repertorio”, sonríe Camanena en diálogo con NOTICIAS.

El tenor mexicano festeja que en esta oportunidad pasará más días en Buenos Aires. Su anterior visita al Teatro Colón fue parte de una gira latinoamericana que incluía presentaciones casi a diario. En esta oportunidad, podrá recorre la ciudad, sus barrios y restaurantes: durante la entrevista se reconoce un enamorado de la gastronomía y pide recomendaciones.

Celebra también que el Teatro Colón le dará la oportunidad a Rosales. “Una joven chilena a quien conozco de estudiante. Ganó concursos internacionales, y uno de esos premios era una participación conmigo en algún concierto. Por eso le agradezco al Colón la predisposición de presentar nuevos cantantes. Lo mismo hago en México, con los estudios de ópera de Monterrey y el DF. Es importante generar nuevos talentos”, explica.

Javier Camarena

Recuerda que justamente así se dio su salto a la escena internacional. “El concurso Carlos Morelli quizás no figure entre los más importantes del mundo, pero si que es uno importante para la exportación de voces mexicanas como Ramón Vargas. Funciona como filtro. Yo lo gané en el 2004 y ese año hice mi debut en Bellas Artes con La Hija del Regimiento, hasta que en 2006 me vine a Suiza”, repasa Camarena.

“A mí siempre me encantó la música, escuchaba de todo. Crecí en la segunda parte de los 70. En casa se escuchaba charleston y foxtrot con mi abuela, Julio Iglesias, los tríos como Los Panchos, Los Diamantes y Los Aces. Los boleros de la época. Pero también sonaba Abba con mi tía, Kiss por mi tío, y mi papá ponía Frank Pourcel, Ray Conniff, Ellis Regina, Leo Dan y Leonardo Fabio”, enumera el tenor, que llegó a la ópera sin proponérselo.

“No se escuchaba clásica, pero se escuchaban grandes voces de la música mexicana que me encanta. Yo no sabía que iba a ser artista. No tenía esa ambición. Pero imitaba a Los Parchis con mis primos. Les marcaba las coreografías. Y sabía que era afinado, ya cantaba en el coro de la iglesia, que después dirigí”, sigue Camarena.

“Cuando me decido a hacer de la música mi profesión, una de las que cubría todas mis expectativas era la carrera de canto. Pensé que si no me gustaba después me cambiaría a piano. Pero sorpresa, me amarró. Primero entré con la idea de hablar otros idiomas, inglés que ya hablaba, y luego el italiano. Y cuando escuché mi primera ópera con Plácido Domingo y Eva Marton, en un láser disc, dije aquí es donde quiero llegar”, concluye Camarena, ya consagrado.

por R.N.

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