Wednesday 1 de May, 2024

TEATRO | 23-12-2023 18:05

Secretos de familias disfuncionales

“Cómo provocar un incendio”, de Gonzalo Heredia. Con Eugenia Tobal, Laura Azcurra, Gonzalo Heredia y Nicolás García Hume. Dirección: Eva Halac. Multiteatro Comafi, Avda. Corrientes 1283.

“El teatro sirve como cualquier otro arte, para despertar la sensibilidad de un espectador, divertirlo, seducirlo, hacerlo reír o llorar”, afirmó el dramaturgo argentino Roberto “Tito” Cossa. Tan certera definición viene a cuento por “Cómo provocar un incendio”, interesante debut del actor Gonzalo Heredia como autor teatral. Su obra cumple con el loable objetivo de entretener, pero sin dejar de indagar en las eternas e insatisfechas familias disfuncionales y sus particularidades.

Es importante detallar la trama: el primer acto transcurre a fines de los ochenta, durante un asado en el quincho de una casa sencilla. Julio (Gonzalo Heredia), prepara las brasas para asar un lechón mientras su esposa, la locuaz Mabel (Laura Azcurra), alista la picada. Al convite llega Norma (Eugenia Tobal), que en su juventud fue modelo y en el incómodo presente parece refugiarse en ese dulce veneno que es el alcohol y su esposo Oscar (Nicolás García Hume), un buscavidas que sueña con que una empresa de venta directa, lo catapulte al éxito económico. Así, entre chistes, indirectas y los hijos que juegan en el patio, sin control, iremos descubriendo que ninguna de las dos parejas parece conforme con la vida que les ha tocado en suerte. La cosa se pondrá todavía más espesa cuando Julio inocule su ponzoña en la cabeza de su amigo al contarle algo que aquí no revelaremos.

El siguiente acto transcurre treinta años después en el mismo hogar donde ahora viven esos niños ahora adultos: la pareja de Gastón, hijo de Oscar y Norma (a cargo de García Hume) y Eleonora, retoño de Mabel y Julio (en la piel de Azcurra), a quien le tocó cuidar de su madre, internada en un hospital. Las visitas son Santiago (Heredia), hermano de Eleonora, y Berenice (Tobal). Esta segunda parte es mucho más virulenta por los reproches y las acusaciones cruzadas que surgen. Además, aparece camuflada una sensación de frustración y melancolía al comprobar que, sin quererlo, terminan repitiendo los mismos errores de sus padres.

Heredia, tiene buenas ideas, aunque aún no domina los resortes de la dramaturgia. Los personajes están caracterizados en trazos gruesos y los diálogos que intercambian se alternan entre muy ingeniosos y decididamente anodinos, sin que los definan sus personalidades. Es meritorio que retome la senda que autoras nacionales como Alicia Muñoz o Patricia Suárez transitan con mucha más experiencia. 

El cuarteto de intérpretes, de homogénea calidad, cumple con indiscutible oficio. 

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Jorge Luis Montiel

Jorge Luis Montiel

Periodista crítico de artes y espectáculos.

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