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SOCIEDAD | 14-04-2021 13:03

Sonia Tarragona: la funcionaria en la mira

En una entrevista con NOTICIAS, la funcionaria mano derecha de Carla Vizzotti habló sobre sus vinculaciones con Hugo Sigman y de la fallida negociación con Pfizer.

"Argentina entró en la segunda ola de contagios”, dijo Alberto Fernández en el mensaje que envió para anunciar las nuevas medidas para contener el avance del coronavirus. Lo que hasta hace poco tiempo era parte del futuro, se convirtió en una realidad preocupante: el número de contagios supera récords y los profesionales de la salud advierten un posible colapso del sistema sanitario mientras que un sector de la población, y de la oposición, se rehúsa a aceptar restricciones. En este contexto, el ministerio de Salud de la Nación, que en el 2020 había logrado un altísimo nivel de legitimidad, ahora se convirtió en el blanco de todas las críticas: la demora en la llegada de vacunas, la fallida negociación con Pfizer y el supuesto “amiguismo” con algunos empresarios se sumaron al escándalo del Vacunagate que terminó con la salida de Ginés González García. Y las nuevas autoridades de la cartera sanitaria lo saben: “Hay un nivel de combate inusitado. Jamás vi una situación tan confrontativa como la que estamos transitando ahora”, resume a NOTICIAS Sonia Tarragona, la jefa de Gabinete del área y quien está por debajo de la nueva ministra Carla Vizzotti. La funcionaria sostiene que los ataques llegan por todos lados: desde el macrismo, pero también desde la izquierda y la industria farmacéutica y ella responde con su versión. 

Tarragona fue la subsecretaria de Medicamentos e Información Estratégica durante la gestión de González García y escaló con su salida. Es economista, especialista en economía de la salud, docente en la Universidad Nacional de La Plata y directora de la maestría de Famacopolíticas en la Universidad ISalud (fundada por el ex ministro). Sin embargo, el puesto que la ubicó en el ojo de la tormenta fue el de haber sido la directora de la Fundación Mundo Sano, una organización de la familia de Hugo Sigman, el empresario argentino que participa en la venta de vacunas de AstraZeneca al país. “Contado como es contado suena a algo espantosamente turbio. Yo entiendo cómo se juega en política y me la banco, pero me sobra currículum y honestidad como para que revisen todo lo que hice. No me van a encontrar nada”, responde acerca de las dudas que genera su cargo en el ministerio que negocia la compra de vacunas. 

Sin embargo, este no fue el único tema que la convirtió en noticia. En plena discusión sobre por qué se trabó la negociación con Pfizer, Tarragona fue señalada como la mujer que encabezó las reuniones con el laboratorio, algo que ella desmiente de forma categórica. “Creo que participé de una única reunión por Zoom en donde nos presentaron la vacuna. Que haya quedado en mi cabeza la negociación con Pfizer es una mentira de acá a la China”, se despega.

Noticias: ¿Cuál era su función en la Fundación Mundo Sano?

Sonia Tarragona: Es una organización sin fines de lucro con más de 30 años que se dedica a enfermedades asociadas a la pobreza. A Sigman lo debo haber visto dos veces en mi vida y no sé si sabe quién soy. Yo era la directora de la Fundación que fue creada por el padre de Silvia Gold antes de que ella fuera la esposa de Sigman. Es un organismo dedicado a trabajar con enfermedades desatendidas en la pobreza más absoluta como chagas o malaria y no hace ninguna actividad vinculada a la industria farmacéutica: no compra insumos, no utiliza medicamentos. 

Noticias: La lectura que se hizo es que la persona que trabajó para uno de los vendedores de medicamentos más grandes y que ahora participa en el negocio de las vacunas, ocupa un cargo estratégico. ¿No es incompatible?

Tarragona: De ninguna manera. Yo nunca trabajé para Sigman, no me involucré con sus negocios. No tiene nada que ver. Sigman es un empresario internacional que tiene distintos negocios y no solo en la industria farmacéutica. Con eso, casi nadie podría trabajar en ningún lado. 

Noticias: ¿Quién es Sigman en el mundo de las vacunas del covid?

Tarragona: Es el CEO del Grupo. En el sector farmacéutico, en Argentina, hay tres o cuatro empresas que son importantes y que son del grupo Insud, algunas son 100% de su propiedad y en otras tiene participación. Una de las más importantes es Elea. Además, tiene compañías de las más avanzadas en desarrollo tecnológico como Mabxience, Sinergium Biotech, PharmADN. La vinculación de Sigman es con Astrazeneca, que no es una empresa nacional. Cuando Astrazeneca hizo una exploración en el mercado argentino sobre qué empresas tienen capacidad de producción del principio activo de la vacuna, vio que había solo dos: Sinergium Biotech y Mabxience, que se inauguró el año pasado. No es que podía elegir entre cincuenta. Fue un acuerdo entre privados y AstraZeneca entró a jugar como un vendedor más con el Estado, como le compramos a Gamaleya, a Covishield o como ahora negociamos con todos. 

Sonia Tarragona

Noticias: Cuando se negociaba vacunas se decía que había un sector del ministerio que se inclinaba por la Sputnik V por afinidades con Rusia y otro que quería AstraZeneca por cercanías con Sigman. ¿Qué hubo de real en esa interna?

Tarragona: Acá en el ministerio nunca hubo una interna. Fui parte de la gestión de Ginés y siempre se evaluaron todas las vacunas disponibles, las ventajas y desventajas de cada una. Nunca hubo preferencias. Afortunadamente hicimos el acuerdo con Gamaleya sino no hubiéramos tenido vacunas hoy. Tampoco puedo identificar entre quiénes sería la interna

Noticias: Un sector de Kicillof con la rusa y otro vinculado a Ginés, y a usted ahora, con AstraZeneca. 

Tarragona: Nunca ocurrió. Y digo algo más: la vacuna rusa es más cara que la de Astrazeneca. Pero uno tiene que evaluar precio, disponibilidad, cronogramas de entrega, calidad. Entonces, ¿por qué se priorizó Gamaleya si era más cara? Porque era la única que nos podía ofrecer tenerla antes. ¿Por qué en el mecanismo Covax comprometimos a Astrazeneca, pero también tenemos otro contrato importante con ellos? Porque es la más barata y con una modalidad de almacenamiento más sencilla. 

Noticias: ¿Y con Pfizer cuál fue la historia?

Tarragona: Lo explicamos muchas veces. Si un laboratorio no quiere aceptar las condiciones que un país soberanamente establece, es una decisión de la compañía, no del país.

Noticias: El oficialismo repite que en otros países recibieron una cantidad muy pequeña de vacunas y que aceptaron condiciones abusivas, pero los voceros de Salud de Chile, por ejemplo, sostienen que compraron 10.100.000 y negaron haber aceptado condiciones abusivas. 

Tarragona: Las condiciones en todos los países del mundo eran iguales porque es el mismo contrato. 

Noticias: ¿Por qué mentirían los voceros chilenos?

Tarragona: Lo que pasa es que para ellos, probablemente, no sea un problema poner los bienes soberanos como garantía. ¿Te imaginás qué hubiera pasado si nosotros poníamos los glaciares o la fragata Libertad como garantía? No lo hubiéramos podido hacer. Además, no entiendo por qué tanto ensañamiento con Pfizer si tenemos otras. En Argentina tenemos una mirada de los medicamentos como si fueran jeans. Creemos que una marca nos ofrece calidad. 

Noticias: Pero es uno de los puntos más cuestionados por la oposición. 

Tarragona: Esto se discutió en una ley. Fuimos al Congreso y dijimos: “Miren, nos piden cosas que están por fuera de lo habitual”. Se discutió y, a último momento, se agregó una palabra que malogró el contrato. La señora Graciela Ocaña agregó un texto que es el que Pfizer no aceptó, la cuestión de la negligencia. Ahora ellos dicen que en el ministerio de Salud negoció mal y que somos unos ineptos. Que ella explique por qué incorporó ese texto.

En este punto se debe poner un freno en el reportaje: consultada por NOTICIAS, Ocaña negó haber incorporado la palabra “negligencia” en la ley: “Yo hablé de negligencia, pero la que después lo tomó fue Cecilia Moreau”, aseguró. Moreau, por su parte, afirmó: “Las dos coincidimos y la ley tuvo 232 votos”. 

Tarragona sabe que el gran problema es la poca cantidad de vacunas y aunque confía en que el flujo de llegada de dosis se agilizará entre abril y mayo, prefiere la prudencia de los anuncios: "Ya habíamos confiado en las primeras cosas que nos dijeron y no se cumplieron, Ningún contrato se cumplió totalmente en el mundo porque pueden suceder imprevistos. Por ejemplo, ahora hay países que cerraron la exportación y eso impacta", dice.

Por ser una nueva gestión, todas las miradas están encima aunque ella insiste en que no hay diferencias sustanciales con la administración del ex ministro González García: “Somos mujeres y eso es importante para las que militamos espacios de reconocimiento. Pero, en esencia, solo cambiaron los estilos por cómo son Carla y Ginés, que es la persona que más sabe de salud pública en el país desde siempre. Ginés tenía un perfil más político y el de Carla es más técnico", sostiene. 

Noticias: ¿Qué tanto cuesta remontar el Vacunagate?

Tarragona: Mucho. Y sigue. Ya solo hablar de vacunatorio vip, para nosotros, no tiene ningún sentido. No hubo ningún vacunatorio vip en el ministerio y seguir instálandolo le hace daño al país. La vacunación es un procedimiento abarcativo. Vacunar extramuros, salir a vacunar, es habitual y es recomendado. Entonces, es muy difícil que alguien que viene del mundo de la vacunación perciba que está mal salir a vacunar a alguien.  

Noticias: ¿Cree que fue injusto el desplazamiento de ginés?

Tarragona: Por supuesto que sí. Absolutamente injusto. Lo de él fue un error probablemente, pero un error desde la perspectiva social. Yo insisto en que quizás el error fue haberlos vacunados en este ministerio, pero fueron diez personas. No hay un vacunatorio vip. Es una pena que lo que Ginés significa para la salud pública se haya visto opacado. Fue un error pero le costó demasiado caro. l

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Giselle Leclercq

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