El tema saltó a los medios a partir de las declaraciones de Patricia Bullrich, que en la mesa de Mirtha Legrand, comandada por Juana Viale, afirmó que al padre Carlos Mugica lo había matado la agrupación Montoneros, en el año 1974 y no la Triple A como siempre se había afirmado. La declaración desató la polémica y políticos y periodistas sumaron argumentos a la afirmación de la ex ministra.
El testigo más cercano del asesinato, herido él también en el atentado a la vida de Carlos Mugica, Ricardo Capelli, le contó a NOTICIAS lo que vivió ese día junto al sacerdote.
Capelli conoció a Mugica cuando tenía apenas tenía 17 años y Carlos, solo 23. Por aquellos años comenzó una amistad que los llevaría a trabajar juntos durante el gobierno peronista. El padre Mugica integró la comitiva que viajó a España para traer de regreso a Perón al país, luego de su exilio. “En la villa, cuando se enteraron de que Carlos iba a buscar a Perón, entendían que lo iba a buscar para ellos. Era como el mesías, porque después la pasaron muy mal”, cuenta Capelli.
Mugica murió el 11 de mayo de 1974 cuando, a la salida de una misa en la Iglesia San Francisco Solano del barrio de Mataderos, una persona a la que Capelli reconoció como Rodolfo Almirón, jefe de la Triple A, lo acribilló frente a sus feligreses.
NOTICIAS: ¿Cómo fue el último día de Carlos?
Ricardo Capelli: Ese día lo fui a buscar porque nos íbamos a un asado a la villa, a festejar el cumpleaños de una catequista. Después de un rato, bajé para ver por dónde andaba la misa. Entonces abrí la puerta de la iglesia y había dos tipos sentados en la última fila, aunque la capilla no estaba llena. Uno de ellos se dio vuelta para mirar. Era Almirón, el que yo conocía de Bienestar Social, donde trabajámos con Carlos. En ese momento no se sabía de la existencia de la Triple A y pensé que estaban ahí porque habían decidido ir a una misa de Carlos. Tal vez muy inocente. Nunca pensé que venían a matarlo.
NOTICIAS: Almirón, a quien se le adjudicó el crimen, ¿era el custodio personal de López Rega?
Capelli: No sé, pero era uno de los importantes.
NOTICIAS: ¿Lo reconoció enseguida?
Capelli: Sí, aparte nos veíamos siempre. No me olvido más. Cuando terminó la misa salí hacia el coche porque la gente solía esperar a Carlos para charlar, para felicitarlo. Era un tipo muy carismático. En la puerta lo llama alguien, le dice “padre Carlos”. Yo estaba de espaldas a él. En ese momento comenzó una balacera. Caos, gritos, yo recibí cuatro balazos. Cuando estaba en el suelo ví a Carlos de espaldas a la pared, deslizándose y a Almirón a un metro, con una ametralladora envuelta en nylon, acribillándolo. Después sentí un coche que “araba”.
NOTICIAS: ¿Mugica llegó a decirle algo en ese momento?
Capelli: En un momento, cuando estábamos los dos en el Hospital Salaberry, me dijo: “Fuerza, Ricardo, fuerza”. Podría haber sido mi muerte. A veces tengo la culpa de que él tendría que haber vivido y no yo.
NOTICIAS: ¿Por qué cree que hay dudas sobre la autoría del crimen? Se suele dar como argumento que la hermana de Mugica echó a Mario Firmenich de una marcha en homenaje al Padre, en los '90.
Capelli: A la familia de Carlos no le gustaba Montoneros, querían alejarlo y por eso, tuvo esa actitud de expulsarlo aquel día. A su hermano, Carlos le advirtió que si lo mataban iban a culpar a Montoneros, pero el que lo iba a matar era López Rega.
NOTICIAS: ¿Tenía miedo de que lo mataran?
Capelli: Un día, entre el 1 y el 11 de mayo, fuimos con Carlos a la Nunciatura. “‘Me están amenazando”, le dijo al nuncio apostólico. “Bueno hijo, quedate tranquilo, te vamos a proteger, vamos a rezar por vos”, le respondió. Y a los pocos días lo mataron. Ese tipo era Pío Laghi, que jugaba al tenis con Massera. Un tipo terrible.
También te puede interesar
por Facundo Giampaolo
Galería de imágenes
Comentarios