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POLíTICA | 15-10-2020 10:54

El histórico balcón de la Rosada: un mito que originó Perón un 17 de octubre

Desde que "el General" dio ahí su discurso, se convirtió en un lugar clave para el país. Su historia y los Presidentes que pasaron.

Hace 75 años, Juan Domingo Perón lideró un momento bisagra en la historia argentina cuando cerca de la medianoche del 17 de octubre sale al balcón de la Casa Rosada para hablarle al pueblo. Desde aquel mensaje a la fecha el balcón fue testigo privilegiado de hechos significativos y desde ese día quedó instaurado como símbolo indiscutido de poder.

Tras haber sido detenido en la Isla Martín García, el 13 de octubre, Juan Domingo Perón seguramente no imaginó el hito histórico que en pocos días se avecinaría, cuando “el subsuelo de la patria sublevado”, como lo definió Raúl Scalabrini Ortíz, irrumpiría desde tempranas horas desde distintos rincones de la periferia hacia la Plaza de Mayo con una única consigna: ¡Queremos a Perón!

Liliana Franco, periodista acreditada en Casa de Gobierno y autora del libro “Los secretos de la Casa Rosada”, dialogó con NOTICIAS y destacó que “el balcón es un símbolo, el lugar donde el Presidente habla con el pueblo y así quedó instaurado a partir del 17 de octubre con Perón”.

Con ojos de aquellos años, no se puede omitir mencionar que después de aquel día la Argentina cambiaría para siempre y ese balcón también porque se resignificó el 17 de Octubre de 1945, tal como la novelista Aurora Venturini señaló que “desde entonces Balcón se escribe con mayúscula”, porque es parte de la herencia que Perón dejó como símbolo de poder.

Perón empoderó al balcón aquella noche cuando Edelmiro Farrel, ejerciendo la presidencia, le pidió que “salga a hablarles” a la multitud que lo aclamaba. Ese mensaje, el primero, coronaría un día al que Fermín Chavez habría mencionado como “el hecho singular que fue bautismo y confirmación al mismo tiempo del factum justicialista”. Perón le habló a los trabajadores: “Unanse, sean hoy más hermanos que nunca”. Meses después, elecciones mediante, ganaría y asumiría su primera presidencia.

Franco nos aporta detalles del balcón al que “nunca se le ha hecho nada, aún mantiene su piso original, no hay persona que entre a la Rosada que no quiera ver el balcón, incluso en la visitas guiadas se bancan todo el recorrido para llegar hasta él y sacarse una foto, hasta Madonna y Antonio Banderas lo pidieron para filmar la película”.

Ese lugar que la periodista graficó como si fuera “el púlpito” presenció también, tras el renunciamiento de Eva Perón a integrar la “fórmula de la patria”, su último mensaje el 1º de mayo de 1952 calificado como el más combativo: “Yo le pido a Dios que no les permita a esos insensatos levantar la mano contra Perón porque ese día yo, mi General, saldré con las mujeres del pueblo, saldré con los descamisados de la Patria, muerta o viva, para no dejar en pie ningún ladrillo que no sea peronista”.

Ya en junio de 1955 los enemigos de Perón bombardean la Plaza de Mayo dejando centenares de muertos, y el 31 de agosto el que sería presidente por poco tiempo más volvería a salir al balcón. Desde ahí brindó el discurso donde destaca que se dirige desde “este balcón ya para nosotros tan memorable”, haciendo alusión al ataque perpetrado contra las vidas inocentes del bombardeo y que es recordado como “5 x 1”, por advertir que “cuando uno de los nuestros caiga, caerán cinco de ellos”. Para evitar más derramamiento de sangre, dejó la presidencia iniciando así un largo exilio.

Perón se reencontraría con el pueblo y el balcón tras 18 años. Con la proscripción del peronismo desde Puerta de Hierro en Madrid seguía conduciendo a la resistencia peronista, quienes tenían como objetivo el retorno definitivo de su líder. Fue en el acto del primero de mayo de 1974, en ejercicio de su tercera presidencia y en medio de un clima agitado que echa a Montoneros de la plaza señalando a la juventud maravillosa de “estúpidos e imberbes”.

Pocos días después, el 12 de junio, Perón salió al balcón y habló por última vez a ese pueblo que se convocó para manifestarle su apoyo frente a los momentos complejos que se vivían, al despedirse dejó inmortalizado “llevo en mis oídos la más maravillosa música, que para mí es la palabra del pueblo argentino”. A los 19 días moría dejando como herencia entre otras cosas, un símbolo de poder representado en ese balcón que muy pocos presidentes utilizaron.

“El balcón tiene un gran peso político”, señala Franco al repasar quienes se asomaron después de Perón en la historia reciente de la Argentina: “Una de ellas en 1982 con Galtieri por Malvinas y en Semana Santa de 1987 con Alfonsín. También saludó Néstor Kirchner y Alberto Fernández, en cambio Cristina no lo usó. Ella instalaba un escenario delante tapándolo, usaba más los balcones internos del Patio de las Palmeras para hablarle a la militancia y hay quienes se lo tomaron en broma, como cuando Macri salió y bailó”.

El balcón empoderado con su historia continúa ahí, testigo fiel de los hechos, lo observa todo e interpela a quien ose utilizarlo. Es inevitable mirarlo. “Históricamente desde 1810 la Plaza de Mayo es el símbolo por excelencia donde se manifiesta el pueblo, y el balcón es el símbolo desde donde habla el Presidente, por eso cuando hay manifestaciones la gente le grita al balcón”, concluye Franco.

Este año el peronismo festejará su 17 de octubre y buscará, pandemia de por medio, recuperar su lugar en la calle.

*Por Karina Rocca, alumna de segundo año de la Escuela de Comunicación de Perfil

por Karina Rocca

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