Rogelio Frigerio sólo descansó lustrándose los zapatos este 6 de noviembre mientras la Comisión de Presupuesto del Senado aprobaba el proyecto de ley que establece los ingresos y gastos de 2019. En los días posteriores, él y los armadores políticos de Cambiemos, como Emilio Monzó, que coquetea con dejar la presidencia de la Cámara de Diputados, se dedicaron a llamar todos los días a los senadores peronistas que se supone apoyarán el presupuesto en el recinto este miércoles 14. También monitorearon que en el Gobierno ninguno opine o cometa algún exabrupto, como cuando el secretario de Energía, Javier Iguacel, dispuso el después desandado aumento retroactivo del gas.
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En Cambiemos confían en que contarán con el respaldo del PJ de Salta, Córdoba, San Juan y Entre Ríos y quizás con el de Catamarca y Tierra del Fuego o el Frente Cívico de Santiago del Estero, pero reconocen que los reclamos de gobernadores por la recuperación del Fondo Sojero ha metido ruido en el debate. “El clima electoral influye cada vez más. Se ve más polarización con Cristina (Kirchner), que anda bien en el Norte. No sé si se mantendrá unido el bloque (Argentina Federal) de (Miguel Ángel) Pichetto”, vaticina una de las espadas de Cambiemos en el Congreso.
La Oficina de Presupuesto del Poder Legislativo ha advertido ya que los cambios que concedió el oficialismo al proyecto original en la Cámara de Diputados agregaron gastos por 21.000 millones de pesos sin financiamiento previsto. Por ejemplo, a último momento se añadieron erogaciones para Chaco, La Rioja y Tucumán. Ahora Pichetto ha conseguido eximir de Bienes Personales a las viviendas únicas de hasta 12 millones. Se especula con que, tras aprobarse el presupuesto, Mauricio Macri le otorgue por decreto 19.000 millones a María Eugenia Vidal para actualizar el Fondo del Conurbano. Aerolíneas Argentinas, cuyo personal paró este 8 de noviembre por el incumpliemto del acuerdo salarial, requerirá este año 180 millones de dólares de subsidios, 80 millones más que lo previsto, y aún no confirma si le bastarán los 60 millones presupuestados por el Gobierno para 2019. ¿Se logrará así el déficit primario (antes del pago de la deuda) cero, que se prometió al FMI, en un año electoral?
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“Cuando el Ministerio de Hacienda autoriza cambios al presupuesto, siempre busca mantener el equilibrio", aducen en Cambiemos. "El Gobierno hará todo lo posible en el gasto para ganar las elecciones, siempre dentro de la raya. Pero además el FMI va a ayudar”, confían en el oficialismo, ante el fantasma del regreso de Kirchner.
“Creo que habrá déficit cero, pero en la cancha se ven los pingos”, opina el economista Camilo Tiscornia, de la consultora C&T. En cambio, Lorenzo Sigaut Gravina, de Ecolatina, vaticina que el rojo bajará del 2,5% del PBI en 2018 al 0,5% en 2019: “No hay que subestimar las chances de que el Gobierno flexibilice el ajuste fiscal y monetario. Si la Argentina muestra que baja dos puntos el déficit, el Fondo igual daría los desembolsos”.
“No creo que el principal problema fiscal sea la plata para los gobernadores del PJ o Vidal sino una estructura de gasto que sigue creciendo y la pérdida de acceso al mercado de deuda, lo cual hace el ajuste muchísimo más complejo”, opina Hernán Hirsch, de FyE Consult.
Reelección. Macri ha dicho que está dispuesto a continuar en el poder, ¿pero podrá conseguirlo con este ajuste? "Más que el presupuesto, me preocupa la economía que no ayuda y la incertidumbre que provoca la polarización con Cristina, que desalentará la inversión y la liquidación de cosecha y alentará que los pesos vayan al dólar", alertan en la alianza oficialista. Tanto Monzó como inversores de Wall Street han definido como "ruleta rusa" la apuesta del Gobierno a la confrontación con la ex presidenta, cuya imagen positiva subió del 37% en agosto al 40% en octubre y que por ahora perdería 34% a 33% ante Macri en una primera vuelta, según Julio Aurelio SA.
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Entre los economistas, Hirsch opina que la política influirá más que la economía en los comicios: "La posibilidad de un triunfo de Macri hoy depende de que no se una la oposición o no aparezca alguna figura extrapartidaria que canalice el malestar". En cambio, Tiscornia advierte que, "para poder ganar, Macri necesita que se reactive la economía". "El ajuste fiscal es recesivo, pero el tipo de cambio, la cosecha y Brasil serán expansivos. Si bajan la inflación y la tasa de interés, también ayudarán. Pero si la mejora no se ve en la primera mitad del año, se complica la reelección y eso generaría temor en los inversores", completa el socio de C&T.
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“Algún signo de vitalidad de la economía llegaría con lo justo a las elecciones”, prevé Sigaut Gravina. “Ganar le será complejo a Macri”, continúa el economista jefe de Ecolatina. “La suba de impuestos y el ajuste del gasto son fuertes. Cualquier cosa que salga mal o encuestas que digan que Cristina gana harían que la calma cambiaria se rompa. Hoy tenemos calma, pero forzada por una tasa de interés fenomenal que debe cambiar en los próximos tres o cuatro meses”, se refiere a la política del presidente del Banco Central, Guido Sandleris. Hirsch advierte que se subestima el impacto en la inversión y el consumo del previsto récord de presión tributaria en 2019, que echará por tierra la promesa de Macri de rebajarla.
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