Los tribunales federales de Comodoro Py se volvieron el escenario de una guerra que podría tener consecuencias inesperadas. Se trata del enfrentamiento que tienen el juez federal Nº 9 Luis Rodríguez y el fiscal federal Nº 4 Carlos Stornelli. Podría ser una disputa normal entre un juez y un fiscal, de las tantas que hay en los expedientes judiciales. Una parte que acusa y otra que juzga, pero no. El asunto se volvió personal.
El último capítulo de esa disputa comenzó a contarse durante la última semana en los pasillos de los tribunales federales. En el marco de la causa de los cuadernos del chofer Centeno. Carolina Pochetti, la viuda de Daniel Muñoz, el fallecido ex secretario de Néstor Kirchner, afirmó que le pagó una coima al juez Rodríguez para dejar de investigarlos. El monto habría sido 10 millones de dólares, pagados en negro y en efectivo.
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La afirmación fue hecha en el marco de la confesión como arrepentida y según testigos, habría sido el fiscal Stornelli quien le preguntó a Pochetti si esta situación era cierta. Stornelli, se había anoticiado de este supuesto soborno por boca de otro arrepentido que contó que Pochetti había sobornado al juez Rodríguez. Cuando Stornelli se encontró con este dato, no dudó en chequearlo ante Pochetti. El juez Rodríguez intervino en dos causas que involucraron a Muñoz y Pochetti. Por un lado, la causa que se inició cuando la ex secretaria de Kirchner afirmó haber visto bolsos con dinero en la Casa Rosada y por el otro el expediente que se inició a partir de los Panamá Papers.
Desde el entorno del juez Rodríguez negaron esta acusación y hasta se horrorizaron con la cifra. “Creen que si hubiera cobrado esa plata, estaría acá”, le escucharon decir al juez. Quien solo atinó a decir que ahora espera ver qué pasará con este rumor. El camino natural de tamaña confesión sería que el juez Bonadio pida extraer ese testimonio de la declaración de Pochetti y mandar a sortear la causa para que se investigue si eso realmente sucedió. “No tengo problemas en dar las explicaciones que tenga que dar en los lugares que me las pidan, llámese una causa judicial o el Consejo de la Magistratura”, agregó Rodríguez ante sus colaboradores del juzgado.
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El antecedente, conocido, más antiguo de esta disputa entre Stornelli y Rodríguez se remonta a marzo del año pasado cuando el juez Rodríguez apartó al fiscal Stornelli de la causa que investigaba a Julio De Vido por una defraudación al Estado en la puesta en marcha de la mina de carbón de Río Turbio. Esa victoria de Rodríguez duró poco, porque al mes, la Cámara Federal repuso al fiscal en la causa.
En los pasillos de Comodoro Py, abogados y otros jueces y fiscales también ven una historia de espías detrás de esta pelea. Esto es porque Stornelli es amigo y fue compañero de la universidad de Fernando Pocino, el ex director de Reunión Interior de la Secretaría de Inteligencia y enemigo de Antonio Stiuso, ex director general de Operaciones de la SIDE.
Por su lado, Rodríguez es compadre de Javier Fernández, el auditor general que fue sindicado como operador judicial durante el kirchnerismo y que aún señalan con vínculos en algunos despachos de Comodoro Py. Fernández y Stiuso consolidaron una relación de amistad durante el kirchnerismo. Los amantes de las conspiraciones creen que podría haber una historia antigua que pueda ayudar a entender esta pelea. Los testigos con miradas más lineales ven solo una disputa de poder entre un juez y un fiscal, que creció y las consecuencias se volvieron impredecibles.
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