Las incógnitas comienzan a develarse, un día antes del cierre de las alianzas. Tras idas y vueltas con el radicalismo y la exigencia de ampliar la coalición, Mauricio Macri eligió al peronista Miguel Ángel Pichetto como su compañero de fórmula. Lejos quedaron Gabriela Michetti, Carolina Stanley y Patricia Bullrich, otrora favoritas para acompañarlo en la búsqueda por la reelección.
Pero el jefe de bloque del PJ, que en la noche del lunes había dicho que la gestión de Macri terminaba en el 2023, dándole un empujón a su flamante compañero de fórmula, en otros tiempos había sido muy crítico del Gobierno.
En una entrevista con NOTICIAS de noviembre del 2018, Pichetto aseguraba que Macri hacía “kirchnerismo blanco”. “Tienen procesos culposos. Saben que fracasaron en lo económico y tienen que aguantar este gasto social indefectiblemente para que no haya conflicto social. Ni siquiera fueron liberales. Hay algunos que el domingo van a misa, reparten alimentos y se sienten bien. Es el modelo de la beneficencia de la década del ’50 donde algunas señoras tranquilizaban la conciencia regalando ropa y alimento. No tuvieron nunca un plan económico”, remataba el ahora aliado del Gobierno.
(Te puede interesar: Miguel Ángel Pichetto: el operador que se reinventó a sí mismo)
Desde hace un tiempo, Pichetto se había convertido en uno de los máximos referentes de la oposición. “Es culpa nuestra, reinventamos a Pichetto”, solían repetir en los pasillos de la Casa Rosada cuando se enteraban de que el senador que armó Alternativa Federal, el espacio peronista que quería terminar con la polarización entre Macri y Cristina Kirchner, le imponía condiciones al Gobierno en alguna de las múltiples negociaciones. Cosas del destino, ahora pelearán juntos contra los K.
“Tal vez el que se ha reinventado he sido yo”, le contestaba a NOTICIAS el legislador, en aquella entrevista. Y agregaba: “En política no hay nada más complejo que no aceptar la realidad. Cambiemos tiene minoría en ambas cámaras. Parte de que el presidente Macri termine su mandato tiene que ver con la oposición, que ha sido razonable y de la que me considero un actor central”.
Esas eran apenas algunas de las críticas que Pichetto le hacía a Macri. "Tuvieron una incapacidad notoria y con un eje centrado en el gobierno de los CEOs, que ha fracasado. Les queda más de un año para cambiar, espero que lo hagan”, decía. La crisis se profundizó, pero el peronista igual aceptó acompañar al Presidente en la elección que se aproxima.
(Te puede interesar: Miguel Ángel Pichetto sobre los inmigrantes: “¿Es sostenible esto en el tiempo?”)
Atrás quedó su última construcción política, Alternativa Federal, flaco por la ida de Sergio Massa y la suya propia y apenas aguantado por el salteño Juan Manuel Urtubey. “La nuestra es una opción diferenciada”, decía antes de caer en la grieta. Y negaba irremediablemente una alianza con Cristina: “Sería traicionar a la gente que está adhiriendo a este espacio. La unidad es valiosa, pero en esta etapa es más importante la identidad, tener un mensaje claro. Por otra parte, Cristina está ocupando un espacio más ligado a la izquierda. Su discurso atrasa notoriamente”.
En la misma entrevista el ahora candidato a vicepresidente de Cambiemos aseguraba que “hay una precariedad del debate político”. Y completaba: “Cambiemos está equivocado porque no hay explicación de sus actos de gobierno. Hay una carencia de los principales funcionarios en los espacios de la comunicación tradicionales. Y reducirlo todo a Google, Facebook… bueno. Hacen focus groups, ven cómo viene la mano y gobiernan en base a eso”. Si Cambiemos consigue la reelección tendrá que luchar contra esas cosas. Desde adentro.
Comentarios