La fueron a ver para que aportara sus anécdotas a un libro sobre la historia de la televisión argentina. Al hablar de su infancia, adolescencia y juventud, se desplegó un potencial inimaginado. Pasó de ser la productora y gerenta de programación de América TV a una heroína de telenovela con excelente minuto a minuto. Así nació “En vivo” (Planeta), la biografía de Liliana Parodi. “Espero que les sirva a quienes vengan atrás o a quienes aún no se animaron a arrancar porque pienso que uno puede arrancar en cualquier momento de la vida”, dice.
Hija de madre soltera, en ella convivió el dolor del abandono del padre con los mimos de su abuela que le colaba la sopita y la hacía sentir la reina de la casa. Hasta sus cinco años, llevó el apellido materno. Después la mamá se casó con Parodi, ese señor la adoptó y cambió la identidad. Dejaron su General Villegas natal y se radicaron en José C. Paz. Para ella, era una selva que en vez de bosques tenía barro, frío y escarcha. Su abuelita murió, nacieron tres hermanos, la familia afrontó problemas económicos y vinculares; Liliana siguió siendo la mejor alumna. A los 15, fue a limpiar las casas en las que trabajaba su madre, recién operada. Cuando terminó el secundario, la mujer ya se había separado y Liliana tuvo que parar la olla.
Salió al mundo con una autoestima flaca. Lo de cómo pararse en la vida fue hasta una cuestión física. Pertenece al club de “mujeres pie grande”, calza 41 y durante años padeció las consecuencias de no encajar en los moldes tradicionales. De veinteañera, se tenía que conformar con zapatos aseñorados. Hasta que en 2001, Ricky Sarkany comenzó a diseñarle unos tacones con mucho estilo y múltiples colores.
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Noticias: ¿Cuál fue la clave para el éxito en su recorrido profesional?
Parodi: La disponibilidad, el estar siempre dispuesta, en este trabajo y en la vida. Todos me preguntan cuáles eran mis sueños e ilusiones y yo no tenía. Tal vez quería casarme, tener dos nenas, ser maestra… nada de eso sucedió y aunque no suceda, si te quedás frustrada, te estás perdiendo lo que te va ofreciendo la vida, cosas que podrían haber sido mejor que aquellas que soñaste. Como yo no soy tan soñadora, todo me parecía mejor.
Noticias: En el libro se ve su arte de la supervivencia pero también de improvisación.
Parodi: Es que a veces te subías al tren de un trabajo o de una relación y no llegabas a ningún destino, tenías que bajarte y agarrar otro. Y en la televisión, el vivo es el que me despierta toda la adrenalina.
Noticias: Tiene el contrapeso de estar hace 30 años dentro de una misma empresa, América.
Parodi: Eso es de conservadora (se ríe). Siempre siento que estoy en el mejor lugar, tanto cuando era camarera en Harrods, como cuando llegué a radio Rivadavia.
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Las voces de Héctor Larrea, Antonio Carrizo, Cacho Fontana la habían acunado durante sus primeros años. Entrar como productora a esa radio la hizo sentir en primera. Y cuando a los dos años la echaron, pasó semanas sin levantarse de la cama. Hasta que consiguió un puesto para atender los teléfonos en un búnker partidario. Detrás de su escritorio había un afiche que decía “Menem Presidente”. Ella era filo radical pero tenía que sobrevivir. “¡Bueno, la vida es así, otro no lo agarra, era trabajo y había que comer!”, se ríe.
Mientras tanto también era mesera en una pizzería. Cuando el 24 de enero de 1989, Raúl Alfonsín fue en helicóptero hasta el levantamiento del cuartel de La Tablada, una de sus compañeras de búnker dijo “¡Por qué no se habrá caído el helicóptero!”. Ella se transformó en el increíble Hulk, mostró la hilacha, de alfonsinista y de tipa brava.
Noticias: ¿Fue más difícil quedarse en la calle después de Radio Rivadavia o cuando en un cambio de autoridades en América la mandaron de un sillón importante a una silla en el rincón?
Parodi: Lo de radio Rivadavia me pareció un palazo, yo no estaba preparada; cuando cambiaban las administraciones en América, sí.
Noticias: ¿Hoy está preparada para perder el poder?
Parodi: Nunca estás preparada para perder el poder, aunque el poder es efímero. Lo más interesante sería saber si estoy preparada para arrancar algo totalmente nuevo.
Noticias: Reinventarse a la mitad de la vida.
Parodi: A mí me encantaría arrancar algo para volcar todo lo aprendido en trabajos que no experimenté nunca, puede tener que ver con la docencia. Necesito que le sirva a alguien… He recibido ayuda económica y de la otra y necesito tratar de devolverlo.
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Noticias: Está rodeada de reconocimientos, logros materiales y afecto. ¿Cuál fue su mayor acierto en el recorrido?
Parodi: Creo que siempre estuvo en mí esa semilla de que había que hacer esfuerzo y estudiar.
A los 29 años, fue al encuentro de su padre biológico. Descubrió a un hombre al borde de la muerte, ocho hermanos y la reconciliación con su origen. “Muchos tenemos esa característica en la vida y no pasa nada. Tampoco es que conocés a una persona y automáticamente se transforma en amor. Yo no tuve tiempo porque la muerte fue muy rápida, pero sí con sus hijos, que son mis hermanos, tenemos una relación genial”.
Noticias: En la supervivencia hay que estar con el cuchillo entre los dientes, ¿no?
Parodi: El cuchillo entre los dientes lo tengo siempre, pero eso es para trabajar; en la vida, un poquito menos (risas).
Noticias: ¿Quiere que le tengan miedo?
Parodi: No, pero… (sonríe) no voy a citar a Maquiavelo que dice que puede mucho más aquel que se hace temer que aquel que se hace querer, pero me gusta la frase. Por suerte tengo quienes me quieren. Tampoco es que es un cuento de hadas el mundo y la vida, la distancia te da una fortaleza y una armadura que te permiten sobrevivir. Tenés que enfrentar personajes jodidos de verdad en la diaria y defender la silla, hay gente que quiere hacer tu trabajo.
Noticias: ¿Qué hace para defenderla?
Parodi: Siempre voy con la prepotencia del trabajo.
Noticias: Y eligió uno en donde se juega todo cada día.
Parodi: Sí, te juzgan todos los días, tus jefes, tus compañeros, los televidentes, Ibope. Pero es como la vida, a veces tenés esas etapas en las que los programas funcionan bien y sabés que eso después le toca a otro.
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Noticias: En el libro dice que la política minó el campo periodístico y que alguien tendrá que tener el coraje de hablar de la corrupción en el periodismo. Y ahora le pasamos el micrófono…
Parodi: (risas) Y bueno, pero eso será el próximo libro. Un día hay que contar quién es quién. Por suerte no me toca verlo de cerca, lo que no quiere decir que no lo sepa.
Noticias: ¿Qué haría si descubriera que en un programa de América hay sobres?
Parodi: Escándalo. ¡Hago un despelote! Un día hay que plantear ese debate. Nos la agarramos con todos los políticos y decimos que toda la corrupción de Argentina está en ese grupo. Creo que hay que separar a la gente que tiene principios morales y los otros, no importa de qué partido sean. Eso del argentino vivo, del que consigue cosas por coima, el que no respeta… yo estoy en contra de todas esas personas, no las entiendo.
Hace 12 años que está en pareja con el contador y empresario Ulises Novoa. “Tener esta estabilidad en mi vida personal es lo que me permite que no me importe nada de lo que me pueda pasar afuera. Con Ulises tengo un apoyo muy grande a la hora del estrés y de resolver algunos temas del trabajo”. Hay una frase que él le repite y ella adoptó como mantra: “No tenés que meterte en el barro”. Entonces, cuando está en medio de una discusión áspera en el canal, trata de volver a aquella idea. “Yo aprendo de él, ahora, de grande”.
Noticias: ¿Cuántos años tiene?
Parodi: Voy a cumplir muchos…
Noticias: ¿Le molesta la edad?
Parodi: Sabés por qué te jode, porque te joden. En este negocio te viene la discriminación por grande. La sociedad indica que hay que ir descartando. Es otra deuda que tenemos con nosotros y en el medio.
Noticias: La edad de la mujer sigue siendo un enorme prejuicio.
Parodi: Enorme, es como un estigma. Cuando uno está cerca de los 60 empieza a pensar en cuándo se jubila y yo estoy pensando en cómo redondeo la tele y qué otras cosas quiero hacer. Habrá muchas mujeres que sus hijos se fueron de sus casas o que son abuelas y dicen: “¿Y ahora qué hago?”, yo pienso que podemos hacer un montón.
Noticias: ¿Cómo se imagina en diez años?
Parodi: Como una señora grande muy divertida, viajando por el mundo pero trabajando. Siempre les digo a los chicos jóvenes que trabajan conmigo que van a tener que venir a ayudarme al geriátrico (risas) porque yo no tengo hijos, tengo sobrinos, quiero que me den bola; la parte económica me la quiero arreglar yo, pero que vengan a visitarme. Yo trato de no olvidarme de la gente que me dio la mano y de la vida pretendo eso de vuelta: que la gente, con la que yo tuve una relación y afecto, no se olvide.
Valeria García Testa
@valgarciatesta
Foto: Marcelo Escayola
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