Protagonista de decenas de telenovelas, obras de teatro y películas, Gustavo Garzón siempre fue muy reacio a mediatizar su vida privada. Sin embargo, hoy se luce en “200 golpes de jamón serrano”, un biodrama performático que puede verse todos los miércoles en el Chacarerean, y en el que invita a reflexionar sobre muchos sucesos de su historia: su relación con Alicia Zanca (quien falleció en 2012), el nacimiento de sus mellizos con Síndrome de Down, sus parejas, el cáncer de lengua que sufrió hace diez años.
El actor habla de enseñanzas y aprendizajes. Padre de Juan y Mariano (30), de Tamara (29) y de Joaquín (22), hoy vive con los mellizos en el barrio de Núñez pero está muy cerca de los otros dos. “Cada uno vive en su casa, a cuatro cuadras de la mía”, aclara el actor que además de hacer teatro, está de gira por todo el país con su película “Down para arriba”, prepara una comedia para estrenar en el Microteatro, disfruta el reconocimiento de su interpretación del abogado de Carlos Monzón en la serie sobre su vida y graba una nueva miniserie con Nicolás Cabré, para Pol-ka.
Noticias: ¿Cómo fue que se atrevió a correr el telón de su vida privada en una obra de teatro?
Gustavo Garzón: Fue una propuesta de Marina Otero que es mi compañera en la obra, ella la escribió y la dirige. El espectáculo es parte de mi propia vida y hago de mí mismo, estoy muy expuesto y me muestro casi tal cual soy. Es un riesgo que decidí correr y estoy muy satisfecho. Mariana hace un género que se llama biodrama performático, en el que se parte de la propia vida, una especie de celebración de la vida con lo bueno y lo malo. Además, la obra implica un gran trabajo físico y tuve que entrenarme.
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Noticias: ¿Cómo se entrena?
Garzón: Corro, hago yoga, y juego al tenis para complementar. Es verdad que siempre hice ejercicio físico pero ahora con mucha más regularidad porque si no lo hago, la obra me lleva puesto.
Noticias: Hace diez años tuvo cáncer de lengua y en lugar de aterrarse, puso toda su energía en curarse y se conectó con sus emociones, ¿puede profundizar sobre lo vivido y aprendido?
Garzón: A partir de ese momento me pregunté muchas cosas, y revisé lo que sentía que estaba haciendo mal emocionalmente. Es complicado superar los odios, los rencores, las tensiones innecesarias, darse cuenta del precio que se paga por hacer las cosas por conveniencia o trabajar en ambientes hostiles. Revisé mi propia emocionalidad, mi vida amorosa, mi vida como padre, mi vida social. Todo entra en la licuadora. Estuve seis meses tirado en una cama y me dediqué a repasar mi vida entera. Tuve que dejar de trabajar y ocuparme de mi salud, hacer quimioterapia. Tuve un psicooncólogo que fue fundamental para transitar esta enfermedad. En ese momento también escribí mucho, terminé el guión de mi primera película, me dejé querer y también pude querer más intensamente. Uno es un ser social y si no das y recibís cariño, te aislás. El proceso continúa.
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Noticias: ¿Cómo está hoy de salud?
Garzón: El cáncer que tuve puede reincidir dentro de los dos años y si no sucede, ya estás curado. De eso ya me salvé y me moriré de otra cosa. Aprendí mucho en estos años. Vivo más acorde con lo que puedo y a lo que soy. De todo se aprende; hay que tener la humildad de aceptar que uno también se equivoca, y no echarle la culpa al mundo.
Noticias: Se ocupó mucho de lo emocional, ¿también pudo dejar de fumar?
Garzón: Fumo dos cigarrillos por día. Es un permitido. Soy un tipo muy organizado y eso me ayuda. Estoy volviendo a escribir, quiero hacer una película. Ojalá encuentre el tiempo, la voluntad y la inspiración. Mi personaje de abogado de Monzón en la serie me dio visibilidad. Ahora estoy grabando una nueva serie de Pol-ka que se llama “Tu parte del trato”, con Nicolás Cabré. Actúo, escribo, dirijo: soy gerente y único empleado de mi propia empresa.
Noticias: Si se mira al espejo, ¿qué ve?
Garzón: Tengo bastante satisfacción con lo que hice, me siento más sólido como persona y como actor. De joven era endeble, inseguro, con posturas que no eran mías. Hoy me veo más yo, más tranquilo y sin titubear. Siento que hice un recorrido interesante, voy aprovechando mis posibilidades. También me he boicoteado bastante. Fui muy justiciero, una persona poco agradable para algunas empresas porque peleaba por los derechos. Me di cuenta de que si te ponés en contra a todos, no te llama nadie. Las cosas nunca son como uno quiere y si todo el tiempo marcás lo que no te gusta, te volvés un hinchapelotas. Y yo era bastante hinchapelotas.
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Noticias: También debe haber aprendido mucho con el documental que hizo, “Down para arriba”. ¿Qué le enseñó esa experiencia?
Garzón: La vida me dio una sorpresa enorme con el documental “Down para arriba” y estoy acompañándolo por todo el país. El documental refleja mi experiencia en un 10% y el resto es el seguimiento a un grupo de actores con Síndrome Down, en el que también están mis hijos. La película cayó muy bien, es muy optimista, alegre y nada solemne, sin golpes bajos. Me reconforta acompañar a la película. Nunca hablé mucho porque temía que se viera como algo oportunista, pero ahora sentí necesidad de hacerla y estoy feliz. Además, hace seis años fundé una escuela de danza terapia para personas con discapacidad intelectual, mis hijos están ahí y mi hija Tamara da clases. Funciona en El Camarín de las Musas. La gente no sabe relacionarse con chicos con capacidades diferentes no por malos sino por ignorancia. Sólo se necesita dar el paso y lo que se recibe es mucho más de lo que se da.
Noticias: ¿Cómo es su relación con sus otros dos hijos, Tamara y Joaquín?
Garzón: Son hermanos extraordinarios. Estamos todos muy unidos. Cuando puedo, los quiero a los cuatro juntos los domingos, en las vacaciones. Somos una familia alegre en la que nos decimos las cosas de frente.
Noticias: ¿Qué otros sucesos han marcado su vida?
Garzón: Mi enfermedad, el nacimiento de mis hijos con Síndrome de Down, y la muerte prematura de mis padres. Papá murió a los tres meses de nacer los mellizos, y al año, se fue mi mamá. Así que me quedé con tres hijos muy pequeños, solo y con la tenencia compartida porque con Alicia nos separamos cuando los chicos tenían un año y Tamy era recién nacida, siempre fui padre soltero, fueron años difíciles. Después del cimbronazo de la separación, con Alicia tuvimos una relación de mucho cariño. La mamá está muy presente en casa, a los mellizos les gusta ir a la calle Corrientes y recordar dónde comían con ella, y los llevo al cementerio cuando me lo piden.
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Noticias: ¿Está en pareja?
Garzón: Estoy empezando a conocerme con una mujer. Estuve más de un año y medio solo, y me costó mucho. Me di el tiempo de rever mi parte afectiva: cómo fui como pareja, como hombre, me replanteé conductas. Aprendí que en la pareja hay que dar, y yo fui muy cómodo.
Liliana Podestá
@lilipodesta
Fotos: Marcelo Escayola
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