Cómo se gestó la prédica evangélica para cadetes de la Policía de la Ciudad

Delante de 400 aspirantes de la Policía de la Ciudad, el pastor evangelista Osvaldo Carnival los invita a rezar: "Esto permitirá convertirte en ese hombre de bien, en esa mujer de bien, desarrollar esa vocación que te ha traído hasta este lugar para capacitarte, para entrenarte, para equiparte de la mejor manera". Con los ojos cerrados y unidos en la oración, los jóvenes cadetes, uniformados, escuchan atentos. La prédica descripta se realizó el jueves 26 de septiembre en uno de los gimnasios del Instituto Superior de Seguridad Púbica de la Ciudad, y se conoció recién el lunes 30, cuando se viralizó el video del encuentro, el cual alcanzó las 100 mil reproducciones en apenas unas horas.

Las críticas no tardaron en en llegar, y se concentraron en la presencia religiosa en un ámbito del Estado. Desde el Ministerio de Justicia y Seguridad porteño, a cargo de Diego Santilli, defendieron la iniciativa: "Esto es algo que transmite valores y acompaña espiritualmente a los chicos. No se puede estar en contra de eso", justificaron sus voceros.

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La reunión para orar del jueves 26 podría haber sido apenas la primera, ya que fuentes de Seguridad porteña explicaron que todo nació de un integrante de la fuerza: "Uno de los instructores del instituto es fiel de Catedral de la Fe y, como vio que había muchos cadetes que eran de esa religión, invitó (al pastor) para que de la charla".

Según la explicación oficial, el encuentro se realizó entre las 22 y las 23 horas, en "el horario de recreación". Y agregaron que la presencia pastoral "no tiene vínculo con las actividades curriculares".

Mirá el video:

La relación entre las fuerzas de seguridad y las iglesias evangélicas es cada vez más estrecha. Según Carnival, "en la Ciudad de Buenos Aires hay alrededor de 200 policías que se unieron de forma espontánea y se reúnen a orar. Y también hay grupos similares en la Gendarmería y en la policía de la provincia de Buenos Aires". Aunque el pastor también reniega porque cuando se habla de "el crecimiento" o "el avance" de los evangélicos siempre aparece el prejuicio de la captación.

"Hay coincidencias entre el sector desde el que vienen algunos policía y la delincuencia. Por ejemplo, muchos de esos cadetes (los que se congregaron a orar) son chicos que vinieron a estudiar del interior, que están sin familias y que viven en pensiones. Hay un alto índice de suicidio entre los policías. Vamos ahí (al instituto de formación de la fuerza) como vamos a las cárceles o a estar con las personas con adicciones", insiste Carnival.

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El encuentro con los aspirantes podría ser apenas el primer paso de la Catedral de la Fe dentro del instituto de formación de la Policía de la Ciudad, ya que le ofrecieron a las autoridades del mismo crear un comedor exclusivo para los cadetes, para los fines de semana.

Días atrás acompañé pastoralmente a más de 400 cadetes de la Policía de la Ciudad que se están reuniendo de forma voluntaria para orar y leer la palabra de Dios. pic.twitter.com/QviKQqaWiO

— Osvaldo Carnival (@ocarnival) September 30, 2019

Desde el Ministerio pretenden bajarle el tono a las críticas e insisten en que la participación de los cadetes fue "voluntaria y extra curricular", y que el pastor no cobró por su presencia sino que "sólo se le prestó el espacio". Además, agregaron que la jornada se explica dentro de la libertad de culto que existe en el país: "Ese jueves pasó eso y el fin de semana unos 300 cadetes se bautizaron o tomaron la comunión. Unas semanas antes habían acompañado en la caminata a Luján.  Es fuerte la espiritualidad y se fomenta. Para quien sale todos los días a jugarse la vida a la calle, que crea en algo es vital. Eso ayuda a esa persona y a llevar mejor su trabajo".

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Para cierto sector evangélico, la prédica del jueves 26 podría ser una muestra de que la presencia de esta religión es cada vez más fuerte. En el Instituto de la policía porteña cursan 1.800 cadetes y más del 20% participó de la oración de forma espontánea.

A pesar de que los pastores evangélicos insisten en que su trabajo es exclusivamente espiritual, lo cierto es que su penetración en los distintos sectores de la esfera pública es cada vez más fuerte.