No se puede ir al cine ni al teatro y tampoco a los museos, sí se puede visitar galerías como Del Infinito, donde Esteban Pastorino vuelve a sorprender con una instalación que invita a viajar y soñar. La exhibición confirma su talento y capacidad de mirar. Reúne potentes imágenes fotográficas –registradas en 2019 y 2020 con un drone, en 60 km. de vistas panorámicas de Buenos Aires y Uruguay– que recorren costas y mares, atardeceres y cielos con nubes, extensiones verdes y caminos.
Pastorino –autor del negativo fotográfico más largo del mundo (39.54 m.) certificado por el libro Guinness– adoptó distintas técnicas y efectos visuales para sus proyectos, en los que tanto multiplica sus esfuerzos para ampliar la visión como intenta registrar el tiempo y el espacio. Sin retoques digitales, el artista trabaja desde hace años en procesos constructivos para plantear otra mirada de la realidad.
Por los hallazgos técnicos del artista que suelen alterar la visión y los innovadores dispositivos de visualización que inventa, el observador intrigado ingresa a la exposición sabiendo que habrá de experimentar otra novedad. Sí, aquí hay seis piezas nuevas con inusuales formatos, algunos inéditos como los curvos y triangulares, que serpentean sobre paredes, columnas y piso de la sala principal de la galería en una extensión de 30 m., en backlights (cajas con luz de fondo) de 5 a 7 cm. de ancho.
“(…) Estas panorámicas trazan una cartografía fotográfica que suspende el tiempo, por un momento, por un respiro. (…) El resultado es una imagen que dista de la operación mimética habitual de la fotografía”, escribe Vanesa Magnetto, en su texto de presentación. En otro sitio de la galería se exhiben piezas previas, de 1999 y 2010, donde se perciben las modificaciones en las formas de registro. Con cita previa: [email protected]
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