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CIENCIA | 04-03-2021 14:51

Covid-19: personas con cáncer y embarazadas pueden ser vacunadas

Se eliminó la contraindicación para quienes tienen inmunosupresión. Lo que aún no se sabe sobre los efectos de las sustancias anticovid en estos casos.

La sombra de la pandemia alcanza a todas las sociedades. Entre sus múltiples secuelas, también está cómo ha afectado a los pacientes de otras enfermedades, como el cáncer, que han visto cómo su diagnóstico y tratamiento tienen retrasos y demoras por la apremiante necesidad de tratar a las personas infectadas por coronavirus.

Según un trabajo publicado ya en noviembre en la revista especializada British Medical Journal (BMJ), las personas cuyo tratamiento oncológico se retrasa, incluso solo un mes, tienen un riesgo de morir entre un 6 % y un 13 % más alto. Los  investigadores calcularon que el riesgo sigue aumentando cuanto más tiempo se tarde en comenzar su tratamiento. Así, una demora de ocho semanas en la cirugía de cáncer de mama incrementaría el riesgo de muerte en un 17 %, y un retardo de 12 semanas, en un 26 %.

La pandemia causó retrasos significativos en las estrategias de testeo, diagnóstico, tratamiento y seguimiento de los pacientes con cáncer en todo el mundo. Además, trabajos científicos demostraron que estos pacientes poseen un mayor riesgo de tener una Covid-19 grave, especialmente entre aquellos con neoplasias hematológicas y pulmonares, tumores sólidos o enfermedad metastásica, aunque siguen siendo necesarios más estudios al respecto. Entonces, ¿los pacientes con cáncer deberían ser vacunados contra el SARS-CoV-2?  

Vacuna contra el coronavirus

En la Argentina se ha determinado recientemente eliminar la restricción para vacunar a personas con inmunosupresión. Sin embargo, esto no significa que coloque a un enfermo oncológico en una situación de privilegio para recibir la vacuna antes, y siempre será indispensable que los médicos analicen caso por caso. 

La Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO), por su parte,  publicó recientemente un documento recomendando a todos los estados miembros de la Unión Europea que anticipen su vacunación entre las personas con cáncer por el alto impacto que el coronavirus tiene entre ellos.

“Pedimos que los pacientes en tratamiento por cáncer sean una prioridad en la vacunación -explica Solange Peters, presidenta de la ESMO-. También queremos más ensayos que analicen sus posibles efectos secundarios en este grupo vulnerable y más educación para que la gente entienda la importancia de la inmunización, que los beneficios siempre son mucho mayores que los riesgos. Y para los que dudan de la duración de la inmunidad, solo decir que alguna protección siempre es mejor que ninguna.”

De acuerdo con la sociedad europea del cáncer, es que si el objetivo es proteger al paciente en tratamiento inmunosupresor, una medida complementaria a su vacunación será la inmunización de su entorno. En resumen: los cuidadores deberían ser igualmente una prioridad en la vacunación.

En la Argentina

“Lo que acaba de suceder en la Argentina es que se quita como contraindicación la vacunación contra la Covid-19 en personas inmunosuprimidas, como algo muy general -explica la infectóloga Florencia Cahn, presidenta de la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología, SAVE -. Pero hay que ser muy claros en dejar sentado que es preciso evaluar en cada caso, porque puede suceder que una persona con un cáncer activo y en tratamiento con quimioterapia tenga un sistema inmune bastante debilitado, con lo cual podría no tener una buena respuesta a la vacuna”. Y agrega: “Hay que evaluar incluso qué tipo de quimioterapia está recibiendo esa persona como para ver cuál es el momento ideal para que sea vacunada”.

Algo fundamental a tener en cuenta es que, dentro de la normativa de la vacunación escalonada que hay ahora en nuestro país, una persona inmunosuprimida podría vacunarse “en tanto y en cuanto sea personal de salud o mayor de setenta años”, aclara la especialista. Es decir que quienes tengan algún tipo de enfermedad oncológica, y estén en condiciones de recibir la vacuna, lo harán siempre y cuando formen parte de los grupos de riesgo y prioritarios definidos hasta el momento. 

De acuerdo con el memorándum sobre “Actualización sobre situaciones especiales en la población objetivo a vacunar”, emitido el 10 de febrero pasado, “Argentina al igual que otros países del mundo, está implementando una estrategia de vacunación escalonada y en etapas, en la que se irán incorporando distintos grupos de la población objetivo en forma simultánea y/o sucesiva, sujeta al suministro de vacunas y priorizando las condiciones definidas de riesgo”.

En primer lugar, la estrategia vacunatoria considera a la población en riesgo por exposición y función estratégica. Esto incluye a: personal de salud; fuerzas armadas, de seguridad y personal de servicios penitenciarios; personal docente y no docente (inicial, primaria y secundaria); otras poblaciones estratégicas definidas por las jurisdicciones y la disponibilidad de dosis.

El memorándum describe luego a la “población en riesgo por enfermedad grave”: adultos de 60 años y más; personas mayores residentes en hogares de larga estancia; adultos de 18 a 59 años pertenecientes a grupos en riesgo (obesidad grado 2 o más, diabetes insulinodependiente o no insulinodependiente, enfermedades crónicas como las renales, respiratorias o cardiovasculares).

La novedad entonces es que la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn), en consenso con diversas sociedades científicas y expertos externos al Ministerio de Salud de la Nación, y en línea con los análisis y recomendaciones publicados en las últimas semanas en otros países, han recomendado al Ministerio de Salud excluir el concepto de “contraindicación para la vacunación contra la COVID-19” a embarazadas, mujeres en período de lactancia, personas inmunocomprometidas o con enfermedades autoinmunes que formen parte de los grupos que pertenecen a la población objetivo a vacunar (siempre y cuando la plataforma de la vacuna utilizada no sea a virus vivos y atenuados).

“Es decir que lo que antes era una contraindicación, estar inmunosuprimido, ahora deja de serlo. Y entonces las personas en esa situación que tienen cáncer y bajo tratamiento sí serían candidatos a vacunarse siempre y cuando formen parte de los grupos descriptos antes”, puntualiza Cahn. 

En resumen: que la contraindicación haya sido eliminada no implica que los pacientes oncológicos o las mujeres embarazadas estarán primeros en la lista por el solo hecho de tener alguna de esas dos condiciones. 

Cáncer radioterapia

Vigilancia y efectos adversos

De todos modos, y más allá de las buenas noticias y de las recomendaciones de los expertos europeos, hay mucho que aún no se sabe y por eso la prudencia manda. 

Para buena parte de los expertos en oncología la vacuna es segura. “El mensaje que hay que dar es que la vacuna es segura, al igual que lo es para el resto de la población, así que hay que inmunizar al mayor número de pacientes y lo más rápido posible”, afirma Thomas Powles, investigador del Instituto del Cáncer Barts en Londres (Reino Unido). “Aunque no han sido probadas en pacientes con cáncer, el beneficio puede ser muy grande si se genera rápidamente algún tipo de inmunidad”.

Sin embargo, los expertos admiten que la información sobre los efectos de las vacunas anticovid en los pacientes con cáncer es aún muy limitada, y se limitan a decir que con los datos actualmente disponibles no hay recomendaciones explícitas para excluir a ningún grupo de pacientes adultos. 

La eficacia y la duración de la inmunidad en los pacientes con cáncer son todavía desconocidas. “Los datos sobre la respuesta humoral o celular a la vacunación son escasos en pacientes con cáncer, por lo que aún no sabemos si el grado de inmunidad que adquieren –es decir la protección frente a la infección– es la misma que en las personas sanas”, indica Pilar Garrido a cargo de la división de Oncología para mujeres de la ESMO.

Eso sí, dado su compromiso inmunitario y fragilidad, los expertos reclaman un seguimiento en los registros y ensayos clínicos específicos, así como una evaluación de los posibles eventos adversos.

A día de hoy tampoco se cuenta con suficientes datos para evaluar las interacciones entre los diversos tratamientos oncológicos con la vacunación de covid-19. No obstante, puesto que la vacuna parece proporcionar un mayor nivel de anticuerpos neutralizantes que la infección natural, se recomienda la inmunización en pacientes que reciben quimioterapia.

A pesar de las vacunas, sigue siendo imprescindible continuar con las medidas de prevención: uso de barbijo siempre, medidas de distanciamiento físico, evitar las reuniones en lugares cerrados que no tienen ventilación o cuya ventilación es escasa (tiene que haber corriente de aire), higiene de manos. Que esto sea de uso y costumbre con o sin vacunas, será indispensable, creen los especialistas, al menos hasta 2022.

*Agencia SINC y Andrea Gentil.

 

por Agencia SINC y Andrea Gentil

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