(CUATRO ESTRELLAS)
Una película de crecimiento atípica: un adolescente trata de vivir sus últimas semanas en la secundaria con normalidad a pesar de que su hermano acaba de morir en una fiesta y su familia se desarma.
No sólo es una película sobre pasar de la adolescencia a la juventud, sino sobre el desconcierto asociado con el dolor. El debut de Juan S. Quebrada muestra que sabe acercarse a sus personajes con profundidad sin forzar el efecto trágico, con una sensibilidad en el plano medio que contagia con efectividad las emociones de la trama.
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