****En este fatídico año de pandemia las artes escénicas se vieron completamente paralizadas y desbaratadas. En el ámbito puntual de la música académica en nuestro país, fueron muy pocas las propuestas que pudieron concretarse, tanto en transmisiones como en presentaciones con público. En este contexto, el estreno de “El cimarrón” en una producción para streaming presentada por la UNTREF, marcó un punto alto de una temporada musical truncada y marcada por restricciones y protocolos sanitarios.
La obra, compuesta entre 1969 y 1970 por el alemán Hans Werner Henze y basada en la historia del esclavo cubano Esteban Montejo, es un alegato contra el racismo y las injusticias: un potente y desgarrador relato sonoro que narra en primera persona la vida del protagonista antes, durante y después de ser sometido a la esclavitud.
A través de su concepción escénica, Marcelo Lombardero supo realzar la potencia dramática de la pieza al concretar una realización audiovisual en blanco y negro que apeló con eficacia a recursos estéticos propios de ese lenguaje para nutrir el fuerte impacto del relato.
Iván García, estupendo cantante-actor de amplia actividad en el medio local, le puso cuerpo y voz a ese esclavo fugitivo que, pese a liberarse de las cadenas, observa cómo la desigualdad y la opresión se perpetúan. Con ductilidad y enorme entrega, en un papel de gran exigencia musical y dramática, García logró una actuación impresionante y por momentos estremecedora. Junto a él, se lució el ensamble conformado por Patricia García en flauta, Martín Marino en guitarra y Bruno Lo Bianco en percusión, con la impecable concertación musical de Agustín Tocalini. La producción general estuvo a cargo de Martín Bauer.
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