Con las peluquerías y salones de belleza inhabilitados para trabajar a raíz del aislamiento social, preventivo y obligatorio, hombres y mujeres tuvieron que arreglarselas por sus propios medios a la hora de retocarse las raíces y cortarse las puntas, pero, por otro lado, esa imposibilidad de tener una mano profesional a cargo de la estética, abrió la puerta a un sinfín de makeovers caseros, algunos acertados y otros fallidos. “Lo que dio la cuarentena es el atreverse al ‘prueba y error’”, asegura el asesor de moda, Mariano Caprarola y agrega: “Como no tenés muchos compromisos, podés probar, jugar, comprar tinturas, ropa, maquillaje…”. El aburrimiento fue un gran disparador de cambios de look drásticos, algunos que salieron bien y otros no tanto. Fue momento de atreverse, de equivocarse, de reencontrarse con los defectos y de potenciar algunos otros aspectos. Los famosos y las famosas son los grandes marcadores de tendencias, desde sus vidrieras que son sus redes sociales compartieron desde tutoriales para tinturas, cortes y extensiones, hasta sus decisiones de dejarse al natural: “Se atrevieron a hacer cosas que fuera de cuarentena no se animarían, ni siquiera evaluaron si les quedaría bien o no”, explica Caprarola, panelista de “La Jaula de la Moda”. Además, en las redes sociales tienen el feedback inmediato de sus fans a la hora de aprobar o desaprobar un cambio de imagen.
Jóvenes manos de tijera. Una de las famosas argentinas que más jugó con los cambios de look fue la “China” Suárez. La actriz de 28 años que está embarazada de su tercer hijo, hizo y deshizo lo que quiso con su pelo a lo largo de estos más de 100 días. Antes de la cuarentena, la mamá de Rufina y Magnolia había pasado por la peluquería y le habían hecho un corte pixie (también conocido como Amelie, muy trendy y elegante), por encima de los hombros, luego, ya con los peluqueros inhabilitados a ejercer, comenzó a meter mano. Primero, se hizo unos mechones decolorados al frente, un estilo difícil de llevar, que revirtió rápidamente, luego, retrocedió sobre sus pasos mucho más: se puso extensiones. La propia actriz contó en Instagram: “No me hallaba con el pelo corto. Me aburro rápido” y agregó con humor: “Si sigue la cuarentena lo más probable es que termine rapada”.
Para Mariano Caprarola, el hallazgo de este contexto fue “encontrar que la China puede verse no tan linda” y que estos cambios la humanizaron: “A ella el pelo corto le provocó inseguridades como a cualquiera”. En este sentido, Suárez también admitió que con este último cambio se siente más cómoda con su imagen en el espejo: “No podía esperar a que me crezca. Lo importante es estar bien con una misma”, explicó en un video en redes. Por otro lado, la actriz está experimentando mucho más con el maquillaje, muestra tutoriales y prueba diferentes estilos que acentúan aún más sus bellos rasgos.
Otra famosa que desquita la ansiedad del encierro con su cabeza es Cande Tinelli. La hija del conductor pasó del pelo morocho largo, a raparse un costado, a decolorarse los mechones del frente, y se ríe de ella misma ante sus equivocaciones. Luego de agarrar la cortadora de pelo eléctrica para dejarse un costado de la cabeza rapada, Cande publicó una foto de ella con su nuevo look, acompañada por una imagen de Britney Spears pelada y la cita: “Oops, I did it again!” (Ups, lo hice otra vez). Más adelante, luego de jugársela con los mechones rubios, volvió a tomarse con humor el desacierto: “Como dice Tusam: Puede fallar”. Otra heredera famosa, Lucía Celasco, de 26, también probó decolorándose los mechones al frente, pero ella eligió el rosa.
Alrededor del mundo también juegan con las infinitas posibilidades que da la cabellera. Ricky Martin abrió una barbería casera en su baño desde donde le cortó el pelo a su marido, Jwan Joseph, para compartirlo en redes. Por otro lado, una famosa que salió renovada del aislamiento fue la actriz y modelo Emily Ratajkowski, que nunca antes se había teñido el pelo hasta ahora, gracias a un buen incentivo. El drástico cambio de bomba morocha a rubia sexy, se debió a que se convirtió en embajadora de una marca de productos para el pelo. Otra que se sumó al bando de las rubias fue Millie Bobby Brown, la actriz de 16 años que alcanzó la fama gracias a su papel en Stranger Things, y que mostró su radical makeover.
Al natural. Además de los cortes y las tinturas, otra tendencia que se vio en cuarentena fue la de despojarse del maquillaje, el secador, la planchita y el brushing y dejar aflojar la belleza interior. Una de las famosas orgullosa de esa elección fue Carla Conte. La conductora mostró en redes sociales una serie de historias en las que se la ve en primer plano mostrando cómo las canas lograron dominar el tono morocho de su pelo: “A mí me encanta ver cómo están creciendo. Estoy flasheada, nunca las dejé crecer así, es la primera vez. Tengo un montón, me gustan que estén ahí", contó.
A Lali Espósito la cuarentena la agarró a la mitad de la grabación de una serie española para la que se había teñido de rubia, color que había alcanzado después de algunos tratamientos, pero después de 80 días, la morocha latina empezó a aflorar y por contrato tuvo que aguantar las raíces negras, hasta que pudo volver a España para continuar con el rodaje y pasó por una peluquería donde le devolvieron la melena dorada.
Otra estrella pop, Selena Gómez, mostró su cabellera salvaje, lejos de la sobreproducción de las alfombras rojas. La publicación de Gómez en la que se la veía con un maquillaje ligero y pelo alborotado, alcanzó más de 9 millones de likes en Instagram.
Mientras por un lado afloran los tutoriales de maquillaje, muchas otras mujeres deciden mostrarse a cara lavada, como Jimena Barón o Flor de la Ve. “Algunas se dejaron al natural, pero quizás es porque no saben usar el recurso de arreglarse”, asegura Mariano Caprarola.
La cuarentena humanizó y puso a las celebrities de igual a igual con el resto de los mortales que tuvieron que quedarse en casa aguantándose las raíces o probando nuevos estilos, también demostró que se equivocan, que no todo les queda bien y que muchas veces la mano profesional es muy necesaria. Por suerte, el pelo crece y siempre da nuevas oportunidades.
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