Solía ser un sinónimo inequívoco. Cuando alguien hablaba de “irse a un retiro”, estaba aludiendo a alejarse unos días a un lugar calmo a rezar y volver a conectarse con su fe, en general en el marco del catolicismo. Pero de la mano de un mundo cada vez más acelerado, en el que muchos viven con ataques de pánico y ansiedad permanente, la religión dejó de ser la única vía de escape. Hoy la espiritualidad se explora de las más diversas maneras, y así los retiros fueron encontrando nuevos rostros y disciplinas. Del yoga al surf, pasando por el mindfulness y la alimentación consciente, las escapadas están en auge y parecen el modo perfecto para volver al eje.
Búsqueda femenina. El empoderamiento femenino va de a poco derramándose en múltiples vertientes. A la par de la búsqueda por la igualdad de oportunidades, fue despuntando un nuevo conocimiento de las propias ganas, instando a que cada una pugne por su versión más genuina y plena. Por eso, no sorprende que muchos de estos nuevos retiros estén dedicados especialmente a ellas.
Es el caso de Mujeres Conscientes, creado por la maestra de yoga y coach Agustina Echegoyen, autora además de un libro homónimo (Ediciones Lea). La intención es, mediante un viaje a un espacio rodeado de naturaleza, hacer yoga, tener sesiones de coaching y generar un ambiente en el que poder sincerarse. “Una mujer consciente toma el mando de su vida, cuida su cuerpo, su mente y al planeta. Sus palabras son sinceras y crea relaciones sanas. Conecta con lo profundo y con el momento presente”, describe Echegoyen sobre su ideal de la experiencia. Con varias ediciones a cuestas, relata que asisten mujeres de entre 18 y 65 años, en una pluralidad de voces que enriquece la charla. Fue tal la convocatoria de 2019 que para este año ya tiene cuatro salidas más en carpeta: a Costa Rica por estos últimos días de enero, a José Ignacio y a Sierra de los Padres en marzo y a Bali en julio. De acuerdo al entorno, el encuentro puede sumar actividades como surf, stand up paddle, meditación y hasta baile.
El surf femenino es otra forma de empoderamiento que comienza a verse con asiduidad. Para Pía Neira y Loli Lanusse, creadoras de Dela Surf Trips, la premisa de organizar viajes para mujeres fue casi intuitiva. “En nuestras vidas siempre atravesamos cosas importantes a nivel personal con el apoyo de otras mujeres, medio al estilo tribu. Y si bien el viaje tiene la excusa de aprender y hacer surf, también mucho de reconectarse con una misma. Son varias las que están a la búsqueda de distintas cosas y se quieren regalar un rato para ellas”, ilustra Neira. En muchos casos, de hecho, el viaje termina siendo simbólico, al estilo de “surfear la ola” de lo que están pasando en sus vidas. Además, Pía señala que el agua es un gran catalizador de emociones, y mientras en otro tipo de retiros uno debe poner más de sí mismo para entregarse, el mar exige esa entrega desde el inicio. Con salidas durante todo el año a Buzios y Florianópolis y una duración de siete días, la experiencia incluye también clases de yoga, alimentación sana y múltiples charlas profundas entre rondas de mate, todo en convivencia en una misma casa.
Recuperar la salud. Desde hace varios años, una de las formas más buscadas de reconexión con el momento presente, en pos de dejar atrás la ansiedad y la angustia, es el mindfulness. En ese camino, la mayor referente argentina es Clara Badino, autora de varios libros sobre el tema y creadora de la fundación Visión Clara, desde donde también organiza retiros en los que ejercer “la práctica meditativa como parte de viajes turísticos”. La experiencia ya ha pasado por Trancoso, en Brasil, Cataratas del Iguazú y La Cumbre (donde repetirán en marzo y febrero de este año). “La intención es que las personas se restauren, descansen desde la puesta en marcha de los recursos internos, se diviertan, conozcan otras geografías, se alimenten saludablemente y vuelvan con la valija llena de capacidades de resiliencia”, detalla Badino. De entre cinco y siete días de duración, la experta asegura que no hay persona que vuelva a su casa sin sentir que hizo cambios profundos que quisiera mantener. Y aunque la iniciativa es mixta, también aquí las mujeres llevan la posta de la mayoría.
Otra variante que tuvo mucha convocatoria en los últimos años fue la de Retiro Verde, que propone un fin de semana de ayuno de jugos y yoga. Dirigido por Matías Cosentino y Josefina Villar, doctor en acupuntura él e instructora de yoga ella, nació en 2011 con el fin de ayudar a otros a recuperar su salud y mejorar su calidad de vida con métodos que ya venían experimentando en sí mismos. “Creamos un proceso que se apoya en el descanso en lugares de contacto con la naturaleza, el ayuno con jugos verdes, la meditación y el yoga”, describe Cosentino, quien agrega que en 2017 también incorporaron el agua alcalina ionizada a su proceso. Si bien por el momento están en un impasse, esperando encontrar un lugar propio donde brindar los retiros, seguramente no durará mucho, ya que la necesidad de estos recursos es cada vez mayor. “Nunca antes la humanidad estuvo tan enferma. El sistema médico no ofrece soluciones efectivas y tampoco enseña cómo tomar acciones preventivas desde la alimentación y la higiene interna del cuerpo”, sostiene Cosentino.
Los retiros se democratizaron y los caminos parecen muchos, pero confluyen en un único lugar: la búsqueda del equilibrio.
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