El asado como preparación es un ícono de la gastronomía argentina y una de las costumbres más arraigadas a nuestra identidad cultural, es por eso que tiene su fecha especial, el Día del Asado, y se celebra el 11 de octubre a nivel nacional.
En su día, ofrecemos un recorrido por destacadas parrillas de Buenos Aires que ofrecen diferentes experiencias alrededor de las brasas: Carnes maduradas en seco, cortes ahumados de forma artesanal, parrilladas especiales para compartir y opciones en formato de tapeo son algunas alternativas para disfrutar en el Día del Asado Argentino.
Carnes por kilo y cortes dry-aged
De paseo por Tigre se puede visitar el Centro Comercial de Nordelta (Av. de los Lagos 7010, Tigre) y tener una experiencia de espíritu criollo en una antigua casona de campo. El restaurante Canta el Gallo propone disfrutar carnes de novillos seleccionados con algunas propuestas originales, como sus opciones por kilogramo, una alternativa inteligente para grupos numerosos. Desde 1 kg se pueden pedir cortes favoritos: vacío, entraña, colita de cuadril, un asado al spetto (de 750 gr o 1.5 kg) y exclusivas carnes maduradas en seco, como el bife de costilla (ancho o angosto), el t-bone y las ribs de cerdo. Como explica Francisco Pidal –dueño y chef del local–, los cortes dry-aged son sometidos a un proceso de reposo dentro de cámaras especiales en condiciones de temperatura y humedad controladas, sometiendo a la carne para su añejamiento progresivo. El resultado es una pieza mucho más tierna y de sabor concentrado: una experiencia única al paladar. Otras propuestas destacadas de la parrilla son el asado de tira con ensalada mixta, el bife de chorizo con papas fritas a caballo y el tournedó de lomo con panceta y mini ñoquis.
Preparaciones ahumadas con astillas de árboles frutales
En Palermo (Gorriti 5806) se encuentra Maiky, una parrilla de estilo urbano con el foco puesto en los ahumados. La estética, los fuegos y hasta su original coctelería se apoya en las bondades de las astillas de árboles frutales. Para ahumar achuras y carnes se utilizan maderas de menor a mayor intensidad: de manzano, la más sutil con aromas poco invasivos; de olivo, el punto medio con un sabor sutil; y de nogal, la más intensa pero no por eso invasiva. Así, en su acogedor patio al aire libre o en su gran terraza a cielo abierto, se pueden degustar opciones como el chorizo ahumado con astillas de nogal; el ojo de bife ahumado con astillas de olivo servido con puré de papas, tomates secos y dips de la casa; y la bondiola ahumada en nogal con papas y batatas rústicas más aderezos caseros. Según cuenta Andrés Mazer, dueño y creador de la carta, en todos los casos se busca complementar la experiencia y aportar sabor de manera equilibrada, sin opacar las cualidades propias de la carne. Por supuesto, los que prefieran una parrillada clásica pueden optar entre diversas achuras y cortes, como la destacada salchicha parrillera y Cabe destacar que también se ofrecen carnes o hamburguesas caseras entre panes y platos vegetarianos a las brasas.
Parrilladas diversas para compartir
También en el polo gastronómico de Palermo está La Dorita (Humboldt 1892 y Bulnes 2593), con casi 20 años de historia y reconocida por sus tablas de carnes servidas al gusto del comensal. Fiel al estilo argento de esta cantina-parrilla porteña, en la propuesta no podían faltar opciones para compartir en familia o con amigos, por eso el chef David Ribulgo ideó varias opciones. Entre ellas, la tabla de achuras con chorizo, morcilla, riñones y molleja opcional; la tabla de carnes que trae vacío, matambrito de cerdo y ojo de bife con morrón asado relleno de huevos y ensalada a elección; y el súper bife de chorizo con provoleta, papas rústicas, huevos fritos y ensalada mixta. Además, especialmente para el 11 de octubre se propone una parrillada especial para tres personas con chorizo, morcilla, molleja, ojo de bife, vacío, matambrito de cerdo, papas fritas a caballo, morrones asados, ensalada a elección y variedad de salsas, más una botella de vino Álamos Malbec.
Tapeo y sándwiches en un ambiente descontracturado
Como su nombre indica, Bar de Carnes (Peña 2287, Recoleta) ofrece lo mejor del asado en un formato al estilo tapeo o “al paso” para acompañar con pintas de cerveza y cócteles. En un local descontracturado con mesas altas y bajas, un pequeño sector externo y parrilla a la vista, las carnes se ofrecen en presentaciones ideales para compartir. Por un lado, tablas con preparaciones que invitan a poner en el centro de la mesa y pinchar, como las mollejitas crocantes con “cake” de maíz ahumado y hojas verdes; el lomo Tataki con papa gratinada y salsa criolla cocida; y los bocados de ojo de bife con papas crocantes, migas de pan de ajo tostadas y huevo a baja temperatura. Por otro lado, opciones entre panes para comer con las manos, como el Choricampi (un chorizo entero relleno de queso mozzarella y cebolla caramelizada, todo envuelto en masa de pan de campo), el Chivito Uruguayo (con queso Dambo, panceta ahumada crocante, huevo al hierro, rúcula y tomate en pan artesanal) y la Provoburger (con un medallón de 180 gramos de carne a la parrilla, provoleta crocante, hojas verdes, tomates confitados, palta y mayonesa de sriracha con papas). Ideal para una salida relajada o reunión post trabajo, sin resignar calidad.
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por R.N.
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