El Día Mundial del Yoga se celebra cada 21 de junio, desde 2014, como propuesta de Naciones Unidas para difundir esta práctica milenaria. En distintas épocas, se crearon y diseñaron varios tipos de yoga. Sin embargo, el componente de la naturaleza y el turismo, es un factor que atraviesa a todas las variantes de la disciplina.
Según estimaciones del Global Wellness Institute, actualmente la industria global del bienestar mueve $4.4 trillones de dólares, incluyendo una amplia gama de sectores, como la belleza, la nutrición, la actividad física, la medicina alternativa, el turismo y el bienestar en el lugar de trabajo. En ese aspecto, el denominado “slow travel” está siendo tendencia y el yoga forma parte de la propuesta de desconexión y relajación en época turística.
No todos los parajes están acondicionados para desarrollar la práctica y el “turismo om”. Los especialistas recomiendan ciertas características, a tener en cuenta en el momento, para elegir el destino ideal. En la montaña o en la playa, los sitios requeridos deben ofrecer numerosos beneficios tanto para el cuerpo como para la mente. En ese sentido, cada vez más personas optan por vacaciones que combinen actividades físicas saludables y la conexión con la naturaleza.
Para los especialistas, el entorno marítimo proporciona una experiencia sensorial enriquecedora. La textura de la arena bajo los pies, el sonido rítmico de las olas y la vista del horizonte oceánico estimulan los sentidos y ayudan a conectar con el momento. Los destinos costeros y marítimos se han convertido en destinos privilegiados para aquellos que buscan escapar de la rutina y disfrutar de una experiencia holística. Por otro lado, la tranquilidad de la montaña favorece una relajación profunda y una reducción del estrés.
Los beneficios de la disciplina se dan siempre y cuando esté guiado con alguien avalado para hacerlo. En general, las mejoras inmediatas se pueden observar en la regulación del ciclo del sueño, mejor postura y estiramiento físico, disminución de ciertos dolores crónicos y un perfeccionamiento en el sistema nutricional y digestivo. A nivel interno, la práctica forja la confianza en uno mismo, la disciplina y la perseverancia.
En el mundo existen diversos destinos recomendados para ese viaje de desconexión y tranquilidad. Los más destacados del planeta son elegidos por su propuesta y su profundo vínculo con la milenaria disciplina.
Rishikesh, India
Considerado como la capital mundial del yoga, Rishikesh está situada en las estribaciones de la cordillera del Himalaya y sus calles están repletas de centros que imparten clases de hatha o ashtanga. En el país donde nació esta disciplina milenaria, una vez al año celebran el International Yoga Festival, uno de los eventos yoguis más importantes del planeta.
Ibiza, España
La idílica isla de las Baleares es uno de los destinos top para el turismo de desconexión. Sus paisajes mediterráneos son la fuente de inspiración perfecta de miles de viajeros que buscan conectar con su interior. En el archipiélago español, cada año, se organizan cientos de retiros y clases para todo público en sus las soleadas playas.
Tulúm, México
El destino mexicano perfecto para conectar con el interior se encuentran en las playas de Tulúm. Este paraíso tropical es, sin duda, uno de los mejores lugares para hacer yoga. La ciudad, ubicada en la costa este de la península de Yucatán, siempre ha sido considerada un punto mágico al que han acudido muchos visitantes en busca de paz.
Algarve, Portugal
Otro de los mejores destinos para hacer yoga es Portugal, especialmente el sur del país, en el Algarve. Esta zona es popular entre los yoguis por su espectacular paisaje atlántico y su clima templado durante la mayor parte del año. Para las publicaciones turísticas de relax, el país lusitano ofrece un sitio estupendo para el entrenamiento mindfulness.
Santa Teresa, Costa Rica
Por su enorme riqueza natural y por ser el destino por excelencia de los deportes de naturaleza, este país centroamericano se ha convertido en el paraje perfecto para llevar a cabo esta disciplina. Cada vez son más los centros de retiro espiritual y las escuelas de yoga que apuestan por alejar a los visitantes de cualquier tipo de distracción. Uno de los mejores puntos dentro del país es Santa Teresa, en Puntarenas, en donde la localidad ofrece los centros de yoga más calificados de Latinoamérica.
por R.N.
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