Un vuelo de larga distancia implica viajar por un período de tiempo muy extenso, por lo general, de más de 12 horas. Para la mayoría, la perspectiva de un viaje de estas características es emocionante, aunque también produce nervios y ansiedad. Sea por vacaciones o por negocios, en todo ese recorrido la persona deberá estar ubicado en un mismo lugar, en la misma posición y con la misma ropa. A esto, se le suma el desafío de tener que descansar, comer y relajarse en ese estado por horas.
“El primer consejo para dormir en este entorno es reducir un poco tus expectativas. Los humanos simplemente no están diseñados para dormir en una posición casi vertical. A menos que tengas la suerte de volar en una clase donde el asiento pueda ponerse de manera horizontal, es muy poco probable que bajes del avión habiendo dormido de corrido por ocho horas”, señaló la profesora Leigh Signal profesora e investigadora de Manejo de la Fatiga y Salud del Sueño de la Universidad Massey en Nueva Zelanda.
Un señalamiento a tener en cuenta es que en los vuelos diurnos se hace mucho más difícil dormir en el avión, mientras que en los vuelos nocturnos agarrar el sueño es más sencillo. Otro parámetro, además del horario de viaje, es el consumo de alcohol y cafeína. Estas bebidas tienen un impacto directo en la capacidad del pasajero para poder dormir en el trayecto.
El consumo de alcohol suele interferir en las personas para entrar en la fase REM, también conocida como “sueño onírico”, en el momento que se duerme. En cambio, el consumo de cafeína ayuda a mantenernos en estado de alerta, pero, aun así, es posible dormir. Al beber un café, es probable que el sueño sea mucho más liviano.
El sistema circadiano, conocido como “reloj biológico”, acondiciona a las personas para dormir por la noche y estar despiertos durante el día. “Nuestro estado de alerta disminuye de forma natural en medio de la tarde, lo que hace que este sea un buen momento para tratar de dormir en un vuelo diurno. En un vuelo nocturno, será más fácil dormir después de que sirvan la cena. De otro modo, estarás luchando contra los ruidos, la luz y el movimiento de gente a tu alrededor”, explicó Signal al portal The Conversation.
En cuanto a la melatonina, la especialista detalló:” Es importante recordar que la melatonina es una hormona que nuestro cerebro usa para indicarnos que es de noche. La melatonina puede ayudarte a dormir, pero dependiendo cuándo y cuánto tomes, puede cambiar tu reloj circadiano”.
Finalmente, todos los accesorios para lograr el sueño sirven y hay que tenerlos en cuenta. La luz y los ruidos interrumpen el sueño, así que llevar un antifaz para los ojos y tapones de oído o un auricular para bloquear el ruido es recomendable. También, se debe sumar al kit una pequeña frazada y un almohadón de cuello que permitirá hacer la diferencia en el viaje
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