Son padres y abuelos que llaman a sus hijos y nietos para que les expliquen cómo abrir un canal de YouTube. Las preguntas más frecuentes son si pueden subir videos de hace tiempo, si la plataforma es gratis, si pueden grabar esas conversaciones que hoy hacen con sus seres queridos a través de las pantallas. Cuando empezaron a preguntar ya no hay marcha atrás, lo están haciendo. Obligados a quedarse en casa, es un buen pasatiempo que les permite conectarse, sacarle el polvo a sus pasiones y compartir experiencias recolectadas a lo largo de su vida. Agrimensores, maestros, torneros, carpinteros, fanáticos de la fotografía, la encuadernación, la filatelia y un sin número de actividades mostradas por ellos en las pantallas.
Es la idea que YouTube lleva tatuada en la frente: yo en la pantalla. Siempre hay algo que hacemos bien y nos apasiona. De ahí nace la identidad de un canal y el motor de la energía creativa. Paulina Cocina, por ejemplo, es socióloga de profesión, youtuber por oficio y elección. De cocina sabía lo básico, pero se le ocurrían un montón de historias para acompañar las recetas; como la de una profesora de “aprovechología” que cocinaba con lo que había en la heladera y le hacía leer Foucault a sus seguidores. Inventando historias Paulina encontró el concepto de su canal: un canal de cocina y humor. Jorge Pinarello también lo encontró dándole forma a un personaje. Era profe de teatro y su pasión eran las series. No sabía nada de edición ni manejo de redes, pero tenía una idea simple, clara y original para su canal: “contar las cosas así nomás, sin el nombre de los personajes o el actor, ponele, sino por alguna de sus características. Tipo un chabón que está en un bar medio borracho contando la película”. Así nació “Te lo resumo así nomás”, un canal de crítica de cine con un formato que no existía.
No hay edades para conectarnos con nuestro lado creativo y hacedor. Los abuelos confinados en casa son una muestra de eso. Trabajaron años en una fábrica, superaron crisis e hiperinflaciones, se pararon décadas frente a un pizarrón, fueron sostén de una gran familia. Si hasta acá nada los detuvo, tampoco será un obstáculo prender una cámara, filmarse, editar un video y subirlo a YouTube.
por Agostina Gentili y Teodoro Ciampagna
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